Capítulo 7

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Crono D'angelo

No podía dormir, como de costumbre.

Llevo un buen rato removiéndome en la cama tratando de conciliar el sueño, claramente sin lograrlo.

Decido levantarme y vestirme con lo primero que encuentro en el armario, las prendas de color negro resaltan en este.

Bajo rápido por las escaleras y decido salir por la puerta que da al jardín.

Es costumbre que salga a estas horas, pero no quiero hacer tanto escándalo, seguro todos están dormidos.

Camino calle arriba unas cuadras hasta donde las casas dejan de verse, se encuentra el parque abandonado en el que acostumbro a ir cuando necesito pensar o cuando no puedo dormir, como es en este caso.

Me sorprende encontrar a una chica sentada en uno de los columpios, su cabello blanco, aun con la escasa luz de la noche, resaltaba, al igual que su ropa fluorescente.

Sintió mi mirada, pero decidió ignorarme.

Me acerqué lentamente y al estar justo a ella decidí sentarme en el columpio de al lado.

Sentí su mirada puesta en mí, analizándome lentamente.

Cuando se le acabó su cigarro y encendió otro recordé que olvide los míos y necesitaba uno con urgencia.

Me estiré un poco y le quite el suyo para darle una profunda calada.

En ese momento decidí que ahora yo sería quien la analizara.

No pude ver mucho por la oscuridad, nunca había sentido tanto odio por ella que en este momento en el que no me dejaba verla claramente. Y eso no me gusta nasa.

Ella me devolvió la mirada nuevamente, nos quedamos así, viéndonos a los ojos, estaba hipnotizado, era demasiado hermosa como para despegar la mirada.

Me quito el cigarro y le dio una calada, se veía demasiado atrayente con esos labios que te llamaban a gritos.

-¿Cómo te llamas? – su aliento golpeo mi rostro, estábamos cerca para que esto fuera posible, para mi gusto, no lo suficiente.

Me sorprendió su actitud relajada, hablándole como si nada a un completo desconocido en un parque abandonado lejos de cualquier persona que la pudiera ayudar, si es que decido hacerle algo, a las tantas de la madrugada.

Eso solo me atrajo más y solo por eso decidí contestar con la verdad.

-Crono. – Mi voz salió un poco ronca por no haber hablado hace un rato. - ¿Qué haces aquí, a las 3:00 de la madrugada fumando sola? – dije para quitarle el cigarro y darle otra calada.

-No estoy sola.

No dijimos nada más en todo el tiempo que estuvimos juntos, seguimos compartiendo el cigarro mientras nos mirábamos a los ojos y nos balanceábamos un poco.

Cuando este se acabó ella se levantó sin dejar de mirarnos a los ojos.

-Ya me tengo que ir. – susurro para después darse la vuelta si esperar respuesta.

No podía dejarla ir, hace demasiado tiempo que no me sentía tan a gusto con una persona.

La jale ligeramente del brazo, para bajar lentamente desde su codo hasta la punta de sus dedos.

Su piel era tan suave.

-No me has dicho tu nombre.- susurre con voz ronca.

-Nix.-murmuro igual de bajo que yo.

-Adiós Nix.

-Adiós Crono.

La vi alejarse caminando calle abajo hasta que la perdí de vista por la oscuridad.

No sé por qué hice todo eso.

En este momento solo sé que la quiero volver a ver y no dejarla ir jamás.

Los D'Angelo  -  EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora