Hace muchos años que los veo pero nunca les di importancia de saber porque razón los veo, este es otro día como los de siempre, me levante al sentir como mi familia ya empezaba a llamarme, lo primero que hice fue desbloquear el celular y revisar la hora, este marcaba las 9:00a.m, suspire y sentí la voz de Lucifer decir.
-Enserio que son odiosos, como soportas personas así en tu vida princesa- era común escuchar esas palabras de Lucifer al levantarme con gritos todos los días, por no decir que se había vuelto una rutina casi diaria, después de revisar los mensajes y eliminar las notificaciones de mi celular decidí levantarme y decidir que atuendo me pondré, opte por correr las cortinas y ver como se encontraba el día, observe que estaba despejado y las ramas del viento se movían levemente demostrando que el viento eral leve así que decidí por un short de tiro alto, un buzo de manga corta liviano de color rosa pálido que parece gastado y por ultimo mis converse blancas, decidí atarme el pelo en una cola de caballo y bajar al primer piso, al llegar a este la pelea era entre mi madre con mi hermano, este era un idiota que solo pensaba en si mismo, sabia que detrás de el estaba uno de los discípulos de Lucifer pero no me importaba, solo ignore esa pelea y escuche a Lucifer decir que eran unos impocritas, o mejor dicho quien era peor entre ellos yo solo ignore a Lucifer y fui al baño a hacer mis necesidades, entre ese breve lapso escuche un portazo y como mi madre lloraba ante la decisión de mi hermano de irse a donde siempre va, cosa que nadie sabia donde pasaba su tiempo.
Al salir Lucifer me mira y niega, ya me conoce ignoro todo el tiempo a mi hermano, que esperan que sea un amor de hermana, no, nunca aprendí a ser así, mi familia no es de ser amorosa, en si mi madre no es expresiva y mucho menos de ella recibís un abrazo o algún afecto, en si me enseñaron que los sentimientos son una perdida de tiempo y eso fue lo que aprendí, tengo 22 y no fui criada en un mundo de amor, mucho menos me enseñaron que el amor existe, me dieron a aprender que las historias de las princesas como la cenicienta o la bella durmiente no existen, pues no hay un príncipe azul, nunca vendrá a salvarte de una torre que es protegida por un dragón de escamas rojas como el rubí mas precioso y de ojos morados claros, a mi me demostraron que la vida es tan dura y fría como un congelador, por no decir que los que terminaron enseñándome que eso era verdad fueron los demonios. A Lucifer lo tengo a mi lado desde que tengo memoria, es un chico que siempre pensé que era mi amigo imaginario, pues cuando le contaba a mi madre de él o a mi padre, estos siempre contestaban "Cariño que lindo tu amigo imaginario..." o "Que imaginación tenes cariño" así que llegue a un punto en el que decidí ya no decirles mas nada a ellos.
Con el paso de los años Lucifer cambiaba su apariencia para que yo crea que era mi imaginación, cuando cumplí los 8 no me molestaba en llevarme bien con nadie ni en crear amistades, la razón era para que quería amigos si eran unos traicioneros, ver como se hablaban como si no se tiraran porquería a sus espaldas después de que se iban, por ello llegue a la conclusión que solo quería a Lucifer en mi vida y a nadie mas...
Entro a la cocina y veo a mi madre, esta observaba asía afuera por medio de la ventana, lo que hice fue abrir la puerta de la heladera y tome una botella de agua, observaba a mi madre y su demonio, este me vio y sonrió mientras me saludaba, atine a asentir en un formo de saludo mientras que reconocía su marca y supe que era uno de los discípulos de Mammón, suspire y mi madre al sentirme se giro y me vio, yo solo volví a repetir ese movimiento de cabeza que hice al saludar a ese demonio que esta detrás de ella, después guarde la botella, case mi mochila y salí de mi casa de camino a la estación de colectivos, mientras que Lucifer decía que mis ojos el día de hoy se habían presentado de color gris, este iba con una ropa que le sentaba super bien, consistía en un jean rasgado de color negro, un buzo rojo con unos cuernos y cola de diablo en color negro, una campera de color negro y unas converse de colo negro, ademas de que su físico consiste en su color de pelo rojizo, sus ojos de color gris, este tiene pecas, y sobre todo es mas alto que yo, bueno quien no lo es.
A cambio yo soy una chica de ojos verdes normalmente pero dependiendo mi animo o el clima estos cambian a gris, mi pelo es de color chocolate cobrizo con tonos dorados, y físicamente no soy muy alta pero mido un metro sesenta y siete, ademas que no soy una chica de estar en forma por mi peso pero tampoco soy obesa estoy en un punto medio, pero me da igual lo que digan los demás de ello.
-¿Crees que Aamon este de humor para venir y pasar tiempo con los dos?- yo solo me encojo de hombros, Aamon es un demonio especial, por no decir que estar con el es estar en total silencio y no molestarlo por cosas poco importantes ya que este no le importa que seas, te desintegra en nada y si sos humano tienes pesadillas por semanas con momentos muy sangrientos donde ves como este destripaba a sus presas o desmembraba una por una de sus partes y luego las quemaba o trituraba. Solo suspire sabia como era la relación de Lucifer con Aamon es una muy especial pero igual se quieren y tratan bien, solo tienen sus momentos malos.
Levante la cabeza y vi que venia mi transporte solo decidí ponerme mis auriculares y subirme a este, pague mi pasaje y mire por el pasillo a ver donde habían lugares libres, vi que en el fondo se encontraba uno libre, mientras caminaba veía a demonios de todos los estilos pero estos solo me veían con asombro mientras que Lucifer pasaba alado de ellos siguiéndome el paso, la razon del porque me miraban con asombro es por el simple hecho de tener a uno de los siete príncipes, si uno de ellos esta contigo es porque sos una persona importante, especial o porque tus crímenes eran muy importantes para que uno de los siete se presentara y estuviera detrás tuyo. Ignore a todos esos demonios pero lo que me alegro mas fue como Lucifer con una mirada los hizo volver a su labor mientras que yo buscaba en Youtube una canción para pasar el rato del viaje a mi instituto, entre mi música encontré la canción de Middle Finger de Bohnes, mientras la escuchaba miraba la ventana pensando en como hubiera sido mi vida si no tuviera a Lucifer en ella.
En la calle podías observar todo tipo de personas, tanto personas bien vestidas como adolescentes que intentaban resaltar o aparentar ser alguien que no lo son, pero lo que te mostraban que clase de personas son, simple los demonios que tienen a su lado, cada demonio tiene una marca en especifico que te demuestra a cual de los siete príncipes sirve, sus marcas pueden estar tanto en su cuello, como en sus muñecas, y hay otras formas de reconocer que son demonios, sus ojos rojos o dorados, estos solo los tienen ellos,¿porque los tienen ellos?, es simple, es una de las cualidades de diferenciarlos, se supone que los humanos no los pueden ver, porque no tienen subdesarrollada el sentido de la vista, pues su visión no es una de las mas avanzadas, no como los animales que si por ciencia cierta que pueden verlos como si nada, lo aprendí con mis perros, estos juegan con Lucifer o con cualquiera de los otros siete príncipes que vienen a cuidarme como siempre, por cierto mi nombre es Lily o Liddy como me dice mi madre, porque me pusieron así no tengo la menor idea pero tampoco me importa, Lucifer me dice que me llamo así por algo o alguien muy especial pero tampoco me importa saber.
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The demons behind the smile
FantasyTraducción del titulo: Los demonios detrás de la sonrisa Todos ocultamos demonios detrás de una simple sonrisa, la cual nos ayuda a aparentar un montón de cosas, nunca creas lo que vez pues puede ser otra cosa