-Solo ignórenlos – dice la amable voz de la psicóloga, dirigiéndose al grupo.
¿Ignorarlos? Nunca lo has intentado, ¿crees que funcionara? ¿Qué si no les haces caso ellos se aburrirán y se irán?
Valdría la pena intentarlo.
Ignora sus voces gritándote insultos y groserías.
Ignora sus empujones y zancadillas cada que vas a revisar tu cuaderno o simplemente cada que caminas.
Ignora sus jalones de pelo, sus escupitajos, sus burlonas risas.
Ignora sus patadas, puñetazos y navajazos. Tienes un botiquín en la casa, así que, ¿Qué importa?
Ignora sus carcajadas cada que te ven llorar, porque tienen razón diciendo que eres un débil y un cobarde, ¿verdad?
Ignora todas las heridas físicas que te hicieron, al fin y al cabo tienen que cicatrizar, ¿no es así?
Ignora cómo te hacen sentir, ya que como ellos te dijeron “tú no vales nada”.
Ignora sus pasos corriendo presurosos, alejándose de tu cuerpo muerto tirado en el patio de la escuela.
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Bien, esto se me ocurrió el otro día en la escuela, cuando unas psicólogas fueron a darnos unas platicas anti-bullying, pero no me gusto que su consejo para frenarlo era simple y llanamente “ignórenlos”. No dijeron díganles a sus padres, a los maestros, y ya yendo a extremos “defiéndanse”.
Ok, ignorarlos si está bien, pero no del todo. Hay algunos bullys que se enfadan más si son ignorados, lo que hace que molesten más, porque al fin y al cabo una de las cosas que ellos quieren es atención.
Yo no hago esto por experiencia propia, ni para ofender. Simplemente quiero generar consciencia. Siento si ofendí a alguien.
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Ignóralos
Novela JuvenilIgnoralos, te dicen. Y tu obedeces. Ignoras a aquellos que te molestan. Pero eso... ¿como terminara?