Londres, Inglaterra
-¡Listo, terminamos! Felicitaciones, ¡Impecable chicas, impecable! Gritaba un hombre de edad mediana y aspecto interesante que sostenía en sus manos una cámara y vestía un chaleco con varios bolsillos.
-¡Gracias John, eres un mago del lente! Siempre me siento muy cómoda trabajando contigo.
-¡Tú eres mi favorita... Y lo sabes! Respondió el hombre apuntándole con el dedo índice a la llamativa muchacha.
-No digas eso, todas aquí tenemos el mismo nivel, por eso hemos llegado hasta acá, respondió firme ella.
-No te gastes diciéndole esas cosas Vane... Sabes que solo tiene ojos para ti, gritó desde corta distancia una chica de pelo castaño y figura imponente mientras se contoneaba hacia ellos con una sonrisa en los labios.
-¡Nathalie no seas así! Sabes que todo artista tiene su debilidad... ¡Y Vanessa es la mía! Dijo moviendo las manos con desdén.
-No sé cuándo aceptarás este hombre, ¡No ves que se muere por ti! Continuó Natasha
-Ambos saben perfectamente que no... No puedo, respondió ella algo nerviosa.
-¿Por qué? ¡Dímelo! Le rogaba él mientras tomaba una de sus manos.
-John, todos tenemos mucho qué hacer, creo que mejor nos vamos, respondió Vanessa visiblemente incómoda.
-¡Está bien, está bien ya no te molesto más! Dijo levantando las manos sobre su cabeza como quien alega inocencia.
-Bye John, dijo Nathalie sonriente.
-Bye, Nat, contestó.
-Adiós, Vane, le dijo mientras le pasaba por el lado, pero ella no se inmutó puesto que estaba muy lejos en su pensamiento...
John y Nathalie la miraron extrañados.
México.
-Alejandro, anoche pasaste todos tus límites, hermano. ¡Una botella y media de Tequila, casi tu solo! ¡Bárbaro! Le decía Carlos sorprendido.
-¡No exageres! Fue solo una vez, se justificaba él.
-Una vez... Cada semana, respondió el amigo volteando los ojos.
-¿Qué es lo que te pasa? ¿Ya no quieres vivir? Continuaba preocupado.
-¡¿Vivir?! Pfff, ¿Para qué? Decía recostando la cabeza sobre la mesa en la que se encontraban hablando.
-¡Por tú hija! Contestó lógico Carlos
-Mi hija... Repitió Alejandro como en trance.
-Ella es lo único que extrañaría de este mundo, bueno a ella y...
- A Daniela me imagino, dijo Carlos casi convencido de tener la razón.
-No... Eso pensé hace un tiempo, pero no. Cuando la vi regresar, creí que volvería a ser feliz, y no fue así... Todo este tiempo la he buscado a ella en las demás, sin saber...
-¿A quién? Preguntó Carlos sorprendido.
Alejandro levantó la cabeza para mirarlo significativamente.
-¡Vanessa! Contestó de un salto sorprendido.
Londres, Inglaterra
En un pequeño restaurante de la ciudad, Vanessa y Nathalie se tomaban algo mientras conversaban.
-Ahora sí, dime en qué te quedaste pensando como boba hace rato en el estudio, la interrogaba Nathalie.
Vanessa la miró unos segundos, para luego decirle:
-Quiero volver a México. Necesito hacerlo.
-¿A México? Repitió ella con los ojos muy abiertos.
-Sí, aunque sea unos días.
-Pero, ¿Para qué?
-No sé, es como un llamado de mi corazón que no puedo explicar.
-De tú... Corazón, hmmm ¿No será más bien... Que quieres ver a alguien?
-Por supuesto que hay personas a las que me gustaría volver a ver, mucha gente de mi pasado...
-Entiendo... Y, ¿Cuándo piensas regresar? Preguntaba Nathalie interesada.
-Lo más pronto posible, ¿Te gustaría venir conmigo? Le preguntó feliz.
Luego de pensarlo un momento la chica contestó:
-¡Claro! Me hará bien cambiar de aires, dejar atrás por unos días al sombrío Londres, porque... ¡Me imagino que será solo por unos días!
-¡Por supuesto, solo unos días! Contestó Vanessa mientras miraba al vacío con una mueca algo parecida a una sonrisa en los labios.
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Una Noche Rota
RomanceAlejandro cansado de las manipulaciones de su madre Antonia, y devastado por la desaparición de Daniela, accede a casarse con Ginette, debido a que ha quedado reducido a las sombras de lo que solía ser, viendo ese matrimonio como la única posibilida...