Parte 2

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- Cariño, estoy en casa - gritó Baekhyun cuando entró a su departamento. Esperó algunos segundos para escuchar una respuesta, pero nada llegó. La sonrisa en su rostro reflejaba la satisfacción que sentía de estar soltero, de solo tenerse como prioridad. Y la frase, una broma para reírse de sí mismo. Para muchos, los 26 años son la edad para comenzar a buscar una pareja estable o pensar en hijos, pero para Baekhyun significaba más tiempo para disfrutar el éxito. Y la vida. Sin compromiso alguno.

Riendo fue directo al sillón para despojarse de su chamarra. Necesito unas buenas vacaciones... Pero nadie podría hacer lo que hago, pensó con una sonrisa cansada mientras se extendía a lo largo del sillón para dormitar un poco. Trabajaba más de 18 horas. Y aún no podía acostumbrarse a solo dormir de dos a tres horas. Y mientras se sumergía en el silencio de su departamento, se quedó dormido. Pero entre sueños pudo sentir la llegada de una presencia que le hizo sentir miedo.

¿Qué está pasando? ¿Quién está ahí?

Fue sacado de sus sueños poco a poco hasta que por fin despertó, y se dio cuenta de que la sensación no provenía de una pesadilla. Estás delirando, Baekhyun, pensó. En su trabajo, convivía con demasiadas personas: humanos, demonios y ángeles. Y la presencia provenía de un demonio. Lo sabía por la rapidez en que latía su corazón. Siempre tuvo el cuidado de que no lo siguieran, y mucho menos llevó a alguien a su hogar.

Intentó calmarse metiéndose a bañar a las cuatro de la mañana. Y cuando regresó, lo que sea que estuvo ahí, se había ido. O al menos eso quiso creer al no sentir tan fuerte la presencia.

Eso fue lo que le contó Baekhyun a su vecino Kai cuando iban en el ascensor tres horas después de lo sucedido.

- ¿Crees que mi soltería es la causante de mi locura? - cuestionó mientras mordía su labio inferior.

- Yo creo que por tantas veces que decías esa frase, llamaste a algún ser del más allá - contestó Kai sin prestarle mucho interés y pensando que la razón de esa presencia eran las horas de sueño y comida que le reclamaban por no tomárselas en serio.

- Bueno, al menos puedo presumir que después de ocho largos años, por fin tengo compañía - La perspectiva es importante, pensó en su intento de tomar con gracia la situación, aunque la incomodidad persistía. Como si lo siguieran.

- Lo malo es que no compartirán los gastos. Este edificio es caro – respondió Kai observando las puertas del ascensor

- Sí, bueno, no se puede tener todo

- ¿Te imaginas que hayas invocado a alguien del más allá dispuesto a comenzar una relación contigo?

- Fantasma o no, primero hay que cortejar. No te puedes meter a los departamentos de la gente en la madrugada. Ya no.

- ¿Ya no? Entonces, todas esas veces que creía escuchar ruidos en tu departamento, ¿eran algunos buenos recuerdos?

- Muy buenos. Pero eso fue cuando iniciaba apenas en mi negocio – respondió Baekhyun utilizando su celular para verse en el reflejo.

- Pero, ¿nunca has traído a alguien más?

- No. Ya no me lo puedo permitir, por eso ya no los he dejado entrar a mi departamento

- En eso tienes razón, pero siguen queriendo entrar a tus pantalones – le dijo con una sonrisa en su rostro-. Por favor, Baekhyun. No me mires así, tu belleza la utilizas como conducto para atraer su atención, y eso es algo que todos sabemos.

Fue lo último que dijo antes de salir del ascensor y despedirse con un Hasta luego, Byun. Pero Baekhyun se detuvo un minuto para recuperar la compostura después de las palabras de su vecino. Odiaba sentirse así. Ni ocho, ni quince años eran suficientes para que dejaran de doler las palabras. Sí era verdad que en sus inicios se relacionó con un demonio. El primero que conoció y que le mintió para solo acostarse con él. Y en un acto orgulloso, Baekhyun no borró el contacto de los demonios que le presentó su ex pareja, al contrario, decidió ser ambicioso.

Cuando un demonio te encuentra [Two Shot - Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora