1.2 Zayn

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Louis había sido llamado por su abuelo, el presidente de edad avanzada del Grupo Windsor quien estaba haciendo visita a una tumba particular.

-Abuelo ¿estás bien? - preguntó preocupado el ojiazul al ver que su abuelo no se veía en un buen estado de salud. Louis siempre ha acompañado obedientemente a su abuelo allí en los últimos años.

-Presidente - llamó Enrique, un buen amigo del abuelo.

-No te preocupes -evadió el abuelo, Jorge, la preocupación de ambos.

-¿Por qué querías que viniéramos aquí? -preguntó con fastidio el castaño - ¡Cancelaste la cita con el doctor de esta mañana, te espero por más de tres horas! -regaño con su ceño fruncido.

-¡Ya cállate! -soltó con enfado el anciano - guarda silencio y presenta tus respetos.

-No tengo tiempo - Louis contestó frustrado con la respuesta de su abuelo - tengo que regresar.

-¿No tienes ni cinco minutos? -cuestionó molesto.

-¡Si, ni siquiera cinco minutos, tengo cosas que hacer! - respondió impaciente por irse, nunca entendió la dedicación del mayor por ir siempre a aquella tumba - ¡Abuelo, a la gente que está aquí no le importa porque ya están muertos!

-Pero es lo primero que debes hacer, es algo natural -

-Ya son 20 años más o menos... -recordó Louis pero fue inútil, el abuelo lo estaba ignorando - ¡Si, entendido! -exclamó resignado - ¡Desde hoy no haré preguntas y espero que tengas una larga vida! - Jorge, su abuelo, lo miro con horror por lo que había dicho - abuelo, cuanto tú mueras, - expuso Louis - ¡voy a destruir este cementerio y lo convertiré en una casa de campo! - amenazó - ¡con permiso, me retiro! -volteó rápidamente para marcharse.

-¡Hey, Louis! -

El abuelo algo triste por la actitud de su nieto lo veía irse.

-Hablare con él para convencerlo de que regrese Presidente -tranquilizó Enrique al anciano.

Después que Enrique fuera tras Louis, Jorge tomó unos momentos a solas en la tumba.

-Su alteza - susurró - ya has esperado mucho tiempo, ahora todo está preparado para que las cosas salgan bien - manifestó con reverencia hacia el difunto.

[...]

De la escuela, Harry, se dirigió en bicicleta hacia la oficina del departamento en el que trabajaba, sabiendo que había llegado tarde, otra vez. Cuando llegó trató de suavizar al erizado de su supervisor quien estaba acostumbrado al comportamiento de Harry por eso cada día lo molestaba refiriéndose a él como "Su Alteza"

-Supervisor - habló Harry con dulzura al entrar a la oficina.

-¿Muy ocupado jugando al Principito? -escupió molesto - ¡estuve esperando y usted se atrasó de nuevo, su Alteza!

Entonces Harry se echó a llorar

-¡Hoy me estafaron! -habló entre lagrimas el menor mientras con sus manos tapaba su rostro.

-¿Qué problema tuviste? - preguntó, Cordelia, su compañera de trabajo - ¿Cómo es eso de que te estafaron? - se burló.

-¡Es verdad! -se quejó el ojiverde - ¡Primero, hicimos un buen trato - al recordar, soltó una risa teatral -y salió con que solo tenía cheques de un millón y que solo traía una tarjeta de crédito! -ironizó - ¡luego me dio su tarjeta de contacto y me dijo que le mandara un mensaje!

-¿Era guapo? -preguntó su supervisor con interés.

Harry tocó su barbilla recordando las facciones de Louis.

My Princes »Larry Stylinson« PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora