Al salir de la tienda, Harry es atraído por las piedras brillantes en la exhibición de la joyería
-¡¿Me podría mostrar este!? - con entusiasmo el ojiverde pidió a la joven que trabaja allí
-Espere por favor - respondió cordialmente la joven.
-¡Este es más bonito! - exclamó pasándose por otras joyas - ¡Este también!
-Si espere por favor -
-¡Y este también! - recorrió todo el lugar -muestre todo este set también - sin un segundo de descanso Harry pidió que le muestre cada pieza bonita de la joyería - ¡Este, este con la cruz!
Maravillado el menor observó cada pieza que le habían traído aun sabiendo que no tenía dinero suficiente para comprar alguna.
-Joven -lo sacó del ensueño la trabajadora.
-¿Sí? - al fijarse que no había nadie en joyería el rizado bajo su rostro apenado -Lo-Lo siento -se disculpó con sus mejillas rojas de la vergüenza -todos son tan hermosos que me quede fascinado con ellos -elogió - ¿Este, cuánto cuesta? - preguntó señalando un bonito anillo con perlas azules.
-4.5 Millones de libras -informó ella.
-¡Wow! -exclamó sorprendido -seria un semestre en la Universidad.
Ninguno de los dos había notado que alguien entró a la joyería.
-¿Y este? -señaló otro - ¿Cuánto cuesta?
-6 millones-
-¿6 millones? - cortó en sorpresa por tan alto costo - ¡Señorita, que caros son esos anillos!
-Envuélvame ese -pidió una voz aguda pero muy conocida para el ojiverde. El menor volteó a ver de quien se trataba y reconoció ese rostro, era el tipo que le debía dinero.
-¡Eres tú, el de antes! -afirmó señalándolo con el dedo.
-Ahh ¿Príncipe? - bufó Louis al verlo - ¿Qué haces aquí si estas tan ocupado? -ironizó.
-¡Mi trabajo de medio tiempo termino! -anunció Harry - además, ya es tarde ¡Que bueno verte, págame mis cien mil! -pidió mientras extendía su mano para que le diese el dinero.
-No me diste tu numero de cuenta - culpó el ojiazul alejándose, la presencia del menor le ponía algo nervioso.
-Para eso tendría que ir a casa, luego leerlo porque no me lo sé - el castaño de ojos verdes explicó en tanto lo seguía.
-¿No recuerdas algo tan simple? - inquirió con su ceja alzada como de costumbre.
-¡Es nueva no me acuerdo! -se justificó el menor.
-¿Cuál es su forma de pago? -intervino la empleada del lugar.
-Tarjeta de crédito -contestó con simpleza.
-¡¿Tarjeta de crédito?! -preguntó incrédulo- ¡¿Para 6 millones?!
Una sonrisa paso por el rostro de Louis, le daba risa la actitud ingenua que tenía el jovencito de ojos verdes, para él era normal poseer ese tipo de lujos.
-Necesito su firma - indicó la señorita.
-Claro -
Louis algo incomodo firmó pues el ojiverde no le quitaba la mirada de encima. Después de firmar giró a verlo y ahí estaba, Harry lo seguía mirando
-Este es un regalo por su compra -señaló la chica al entregarle la sortija -con este recibo, puede canjear ...
-Así está bien -interrumpió el castaño ojimar - ¿No me vas a dar tú numero? -Louis ofreció nuevamente para transferir el dinero a su cuenta.