Hay que correr, no existe otra alternativa, si lo que el comandante y el objetivo dijeron tiene algo de veracidad, luchar, o quedarnos más de diez minutos nos traerá una muerte segura. En medio de mi pánico Lúthien reacciona apuntando su arco contra el enemigo, mientras el mismo levanta una de sus garras preparándose para atacar, entonces recuerdo mi cometido, no importa cómo, debo salir de aquí con ella y cumplir mi destino. Como si de un reflejo se tratara tomo por el brazo a Lúthien y la jalo con fuerza hacia mí, provocando que evitemos nuestra muerte, pero a la vez causando que nos precipitemos por la tierra lisa cercana a nuestra ubicación.
- ¿¡Qué demonios estas planeando!? – Me grita soltándose y reincorporándose.
- ¡No es momento para esto! – Digo sujetándola nuevamente, para empezar a correr en dirección al carruaje al cuidado de Shax.
- ¡Nos estamos alejando de la base! – Dice soltándose de mi agarre y corriendo por su cuenta.
- ¡Solo sigue corriendo! – No hay tiempo para charlar, puedo escuchar claramente a esa cosa acercarse, las ramas y las hojas se sacuden de manera más ruidosa a su avance.
Un plan, necesito un plan. Esa cosa nos alcanzara antes de siquiera recorrer la mitad del camino, y sin nos quedamos mucho tiempo aquí adentro no quiero ni imaginar lo que podría pasarnos. Tenemos menos de 5 minutos para escapar de un monstruo que mató a 4 caballeros reales entrenados como si fueran un mal chiste.
- ¡Cuidado! – Dice provocando que me detenga.
Nuestro perseguidor se ubica frente a nosotros, sujetándose al tronco de un gran árbol mientras nos observa con molestia y deseo, esto lo reafirma lamiéndose los dientes con una lengua larga y desagradable, pero justo en ese momento una flecha atraviesa uno de sus ojos causando que este se retuerza de dolor.
- ¡No te quedes ahí parado! – Me dice, siendo ella la que ahora toma mi brazo y me jala para retomar la huida.
- ¿Cuánto tiempo ganaste? – Le pregunto agitado.
- No el suficiente, esas cosas se regeneran de los ataques con facilidad. – Lo que faltaba.
Antes de poder responderle, el monstruo me aleja de ella utilizando el dorso de su garra, causando que mi espalda golpee contra un árbol. Jadeo mientras intento levantarme, y a lo lejos veo como ella con su espada desenfundada encara a la bestia. Esta sonríe maliciosamente mientras se acerca a Lúthien, a lo cual ella responde tomando distancia lentamente. Su aura es tan fuerte que incluso es visible... momento, el aura es visible, eso no es posible, las criaturas capaces de emitir un aura son exageradamente limitadas, lo que vemos de ese monstruo no es su cuerpo, es el aura que lo rodea hasta hacerse sólida, si es así... yo puedo detenerla, lo suficiente para que podamos huir.
- ¡Alteza, es su oportunidad! ¡Huya de aquí ahora! – Me grita evitando grácilmente los ataques de su enemigo.
- ¡30 segundos! ¡Dame 30 segundos más y escaparemos los dos! – Le grito finalmente. Sus ojos se llenan de duda brevemente, para luego encarar con una determinación renovada.
Saco de mis bolsillos todo lo que llevo encima, combino el sedante que tenía preparado para esta misión con la pólvora contenida en las balas de mi pistola, no sin antes usar mi cuchillo para realizar un pequeño corte en mi dedo y mesclar sangre con los ingredientes, y finalmente con una piedra y mi cuchillo generar una chispa en una hoja para quemarla y poder agregarle las cenizas a la mezcla. Con todo listo cargo mi arma y apunto hacia la bestia.
- ¡Cierra los ojos! – Grito al jalar el gatillo, a lo cual Lúthien obedece sin dudar.
La bala especial completamente insonora, se acerca al monstruo, el cual ni se inmuta por el ataque, eso hasta que la bala explota en el aire generando un brillo carmesí que causa que nuestro enemigo se queme y se retuerza en el dolor que esto le causa. Sin dudarlo ni un momento corro hacia la soldado y la jalo para correr nuevamente.
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Engelsverrat
FantasyEl panteón se sacude y la guerra se desata, solo un sacrificio podra apaciguar el alarido de un dios iracundo. Su destino será traer la paz a su tierra, con la guía divina él encontrará la última pieza del ritual, y entonces... ¿Le dará fin?