Las perversas memorias de Paula ( 1° Relato: "Paula y la dama blanca")

Parte 1 Sin Título

                                           Las perversas memorias de Paula         por EAUSTO SOLO

                                                    Relato 1 ( Paula y "La dama blanca" )

El taxi se detuvo, dejando a eso de las dieciocho horas a dos mujeres a unos cien metros de su destino, para después llegar hasta ahí caminando, ambas iban ataviadas con brillantes tenidas, al parecer la más joven, con una corta falda de cuero, dejando a la vista gran parte de sus piernas, el resto de ellas iban enfundadas hasta las rodillas con altas botas del mismo material, como también una cazadora abierta hasta donde se podía apreciar el borde de sus pechos y su ombligo, no habiendo otra justificación para esto, que poder lucir sus femeninos atributos, la otra mujer vestía de igual forma, solo que en vez de falda lucía unos ajustados pantalones. Al caminar el golpeteo de los tacones de sus botas, rompían el silencio de la calle de esta zona residencial en la que se hallaba el edificio de departamentos al que se dirigían ambas, las que luego de subir por unas escalinatas, se anunciaron por citófono con el conserje, quien les abrió una amplia puerta vidriada por donde ingresaron.

-Señor García, sus invitadas ya llegaron, anunció por el aparato atentamente el conserje, para luego cortar la comunicación, en el mismo momento llegaron dos motociclistas irrumpiendo con sus máquinas hasta las escalinatas, mientras la mujer mayor quien parecía que lidiaba las acciones de un brusco tirón desconectó el cable del citófono, mientras la más joven corrió hasta el ascensor para impedir que este dejara el piso, uno de los motociclistas se quedó resguardando el acceso con una metralleta en mano, el otro junto con las dos mujeres abordaron el ascensor subiendo hasta el último piso donde se encontraba la residencia donde prestarían sus servicios supuestamente como escorts, provenientes de un exclusivo club de "Damas" que regentaba una conocida madame de la capital.

El sujeto que avistaba por una pantalla de video interior, miró a través de este a las dos mujeres, mientras quien las acompañaba obviamente armado se ocultó a la vista del visor, la puerta se abrió, entrando las dos damas de compañía y antes que cerrara la puerta, sacaron unos puñales con los que acuchillaron a quien les había permitido la entrada mientras le cubrían la boca, entrando ahora el tercer personaje.

-Pasa algo muchacho, se escuchó del interior una voz al parecer de su jefe.

El tercer integrante que había irrumpido, carraspeó y balbuceó como un ebrio, (condición en que se hallaba quien abrió la puerta) contestándole:

-Todo... bien... llea...aron las... chicas....

-Hazlas pasar a la terraza y ofrécele unos tragos.

-Julián asegúrate que no haya guardias, y ve al bar haciendo ruido de vasos, le ordenó al hombre la mujer mayor en voz baja, quien claramente iba al mando de la operación, dirigiéndose con su socia hasta la terraza, donde estaban los dos varones que habían solicitado sus servicios, ambos recostados en amplias sillas de playa en shorts, disfrutando sus tragos, habanos y los últimos rayos de sol, solo les faltaba la compañía femenina para terminar idealmente el día, en efecto, hasta ellos llegaban caminando dos inmejorables especímenes de mujer, una joven y la otra una madura, las que venían a complementar este final de fiesta.

-Hola muchachos dijo la mayor de las dos, quien será el suertudo que con esto se quede y extendiendo sus brazos hacia abajo con sus palmas al frente se mostraba a sí misma, a la vez que bajaba la vista hasta sus pechos, que junto con el resto de su anatomía ofrecía sin ninguna reserva.