Es gracioso que la noche siempre sea el momento que logre poner en el ser humano sus sentimientos. Y esta misma noche, yo vengo a conversar respecto a eso. Esta velada comprendí que con la luna logras filtrarte más entre mis pensamientos. Siendo muy honesto, tengo sueño y aún así me tomo el tiempo para expresarle a la nada cómo por ti me siento. No sé si sabrás lo que un rayo de luz logra iluminar un espacio, pero tú eras ese rayo de luz que me animaba a levantarme cada mañana, no te equivoques, no te necesitaba ni te necesito para vivir, pero sí que eras ese complemento extra que me hacía sentir extremadamente satisfecho, con simplemente tener la capacidad de poseerlo. Eras esa vida extra que te dan en un videojuego y te alegra el alma. Pero, esa no eras tú, tú eras más bien aún más que eso, eras mi preciada Luna creciente, alguien a quien por mucho que pase, te pienso día y noche. Estás en un momento en el cual ya ni siquiera me piensas, pero debo admitir que me hace feliz verte sonriendo junto a alguien más, pero no puedo evitar sentirme culpable porque podría haber sido yo el que te hiciera sonreír de esa manera que ella lo hace. Me dijeron que tenías pensado casarte, sí, yo sufriéndote y tú tan rápido de mí riéndote. No necesito tu amor como ya mencioné anteriormente, pero lo cierto es que si me dijeras, vámonos a viajar hasta el fin del mundo, como en aquel entonces prometimos, lo haría. Te tomaría de la mano y delante de miles de personas diría, ella es mi esposa. Aquellas trillizas que siempre deseabas y que yo tanto siempre me negaba, pues ahora mismo serían quintillizas de todo el amor que te tengo. Pero claro, esto será escrito a la nada, mientras tu anillo aún lo guardo como luto, pobre de mí, porque mientras estás con ella, deseo morderte los labios mientras te pido la mano y me ofrezco a ser aquel con el que te levantes a diario. Me dijeron que ya eras completamente feliz, pero, me gusta pensar que aún así me piensas. Me gusta soñar, un mundo entero crear. No sé cómo dejar de quererte, pero si algún día me das la oportunidad, prometo comprarte un vestido, ponerte un anillo en mano y como dicen en los cuentos, colorín colorado, este cuento se ha acabado. Pero en este caso, colorín colorado, toda mi vida te la entrego en tus manos.
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Entre jaulas.
RandomAquí vas a ver escritos completamente míos. No tengo mucho más por decir. Te invito a leer. Iré publicando según me sienta.