𝘥𝘰𝘴.

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han pasados cuatro días y las cosas no están yendo como yo esperaba o quisiera. era un poco absurdo, pero había pensado que con la ayuda de ruel yo ya tendría ese novio falso para estos días. mamá me llamaba cada que podía para decirme que estaba emocionada de conocer a mi novio y que se muere por verlo. me presiona demasiado y yo solo quiero que las cosas salgan bien.

si supiera que "mi novio" ni siquiera existe.

o aún no.

porque va a existir.

he tenido citas con varios chicos y les cuento lo que quiero hacer, porque obviamente deben saberlo, pero siempre tienen algún problema; como que un mes es mucho tiempo, que no pueden viajar, que es muy lejos, que no quieren mentir, que mi plan es una locura y un montón de cosas más. hasta el momento nadie ha aceptado y me estoy quedando sin tiempo. mi vuelo es un dos días y yo aún no consigo ese novio perfecto que tanto presumí con todos. incluso llegamos a preguntarle a harrison y rob, unos de nuestros amigos cercanos, si se ofrecerían para ayudarme pero ninguno de los dos podía hacerlo. además harrison tenía novia, así que ni siquiera lo tomamos en cuenta.

—esto es una pésima idea. soy una tonta, debí haberles dicho la verdad.— me quejé mientras me dejaba caer en el sofá y cerraba los ojos cansada.

—podemos seguir buscando, aún hay tiempo.

—no, ya no hay tiempo. prácticamente me voy mañana por la noche y no tiene caso seguir buscando.— me pasé las manos por el rostro con frustración. nunca creí que conseguir un novio falso sería tan difícil. es incluso más difícil que tratar de conseguir uno de verdad —no sé qué voy a hacer.

—eres mi amiga y dije que iba a ayudarte.— dijo ruel ganándose mi atención después de unos cuantos segundos donde ambos estuvimos en silencio. lo miré sin entender a qué se refería y luego él siguió hablando —yo lo haré.

—¿qué? ¿pero te das cuenta de que vas a tener que fingir ser mi novio?— pregunté sentándome rápido y mirándolo con los ojos abiertos —¿estás loco?

—quizás sí, pero no puedo dejarte sola en esto. además vas a quedar como una mentirosa con todos y odiaría saber que te van a molestar lo que te queda de vida si no te ven llegando con ese supuesto novio que dijiste.— hizo una mueca —aunque sí eres una mentirosa.— soltó una risita.

—ruel... ¿de verdad harías esto por mí?

—claro que sí, eres mi mejor amiga y haría lo que sea por ti... y por esas galletas.— completó haciéndome reír.

—¡eres el mejor!— chillé tirándome sobre él y abrazándolo con fuerza.

—lo sé.— sonrió coqueto mientras se acomodaba el cabello. negué torciendo los ojos y golpeé su nuca.

—tampoco te lo creas tanto.







—me duele el cuello.— me quejé mientras acariciaba la zona adormilada con una mano y con la otra movía mi maleta. nuestro vuelo había aterrizado hace quince minutos y nosotros recién estábamos saliendo del aeropuerto. odiaba admitir que se sentía bien estar de vuelta y tan solo esperaba que las cosas no se arruinaran y que nada saliera mal. ruel me había dicho que esta era su primera vez viajando y que estaba muy emocionado. la mitad del vuelo la pasamos hablando y poniéndonos de acuerdo con todo lo que diríamos para hacerles creer que nuestra relación era real y la otra mitad durmiendo.

también decidimos que no nos besaríamos a menos que fuera muy muy muy necesario. en serio, muy necesario. ambos esperábamos que no tuviéramos que hacerlo pues éramos amigos y sería algo extraño, pero también acordamos que si nos besábamos las cosas entre nosotros no cambiarían.

además todo esto era falso, ninguno sentíamos nada por el otro y nuestra amistad después de este viaje sería igual que como lo era antes. o hasta mejor.

esperaba que mi familia no asustara a ruel.

—estás adolorida y eres tú quien me usó de almohada todo el viaje.— dijo mirándome mal.

—gracias, eres una buena almohada.— le sonreí mientras besaba de forma rápida su mejilla. negó con una sonrisa y siguió caminando a mi lado.

—¡eryn!— ambos nos giramos al escuchar un grito y no tardé mucho en reconocer la voz de mi madre. ella se acercó hasta nosotros y me abrazó con fuerza a penas estuvo cerca. tenía muchísimo tiempo sin visitarla.

te extrañé mucho.— dije besando su mejilla con gusto. volver a ver a mamá después de tanto tiempo se sentía muy bien.

mira que grande estás, creciste, ¿te hiciste algo? ay, ¡te hemos extrañado mucho!— chilló tomando mis mejillas entre sus manos y aplastándolas, dejando mi boca como la de un pez. miré mal a ruel cuando escuché su risita y ella se separó por completó de mí para poner su atención en él —¿y este muchachito quién es? ¿es tu novio? ¡es muy guapo!

él probablemente se reía de mi cara, porque estaba segura de que no entendía nada de lo que estábamos diciendo. el español no era lo suyo.

—mamá, él es ruel. ruel, mi mamá.— los presenté con una sonrisa, pero de forma nerviosa. mi mamá era muy buena descubriendo mentiras y me ponía muy nerviosa que fuera a descubrirme y se enojara por mentirle. ella odiaba las mentiras y verla enojada no era de mis cosas favoritas en el mundo.

—hola. un gusto poder conocerla, señora.— dijo ruel mientras le mostraba una de esas sonrisas adorables que solamente él sabía dar. ella lo abrazó y besó su mejilla haciéndolo reír.

—¡el gusto es mío! y no me digas señora.— hizo un ademán restándole importancia —que bueno que pudiste venir con ella, tenía muchas ganas de conocerte después de que me contó sobre ti.

—y yo a usted, eryn me ha contado mucho sobre su familia y siempre había querido conocerlos. además es mi primera vez viajando y estoy muy emocionado por conocer todo.— le contó mientras ambos empezaban una conversación en la que me dejaban de lado.

al menos ruel le había caído bien. eso era algo bueno.

bueno, ruel le cae bien a todo mundo con su energía positiva, su carisma, su amabilidad, su forma tan dulce de tratar a todos y esa tranquilidad y confianza que transmitía todo el tiempo.

cuando ruel tomó nuestro equipaje para dejarlo en el auto mamá aprovechó para hablar a solas conmigo.

es muy guapo.— dijo golpeando mi brazo con una sonrisa pícara —tiene una carita de niño bueno que me dan ganas de apretarle las mejillas.— sonrió.

no lo hagas o lo vas a asustar.— me burlé.

—todo listo.— ruel regresó con nosotras.

—bueno, entonces hay que irnos porque es muy tarde y de seguro están cansados con tantas horas de vuelo.— mamá sonrió mientras subíamos al auto. subí de copiloto y ruel se sentó en la parte trasera mientras ella nos sacaba del aeropuerto.

—no creo que eryn tenga sueño después de dormir como por diez horas.— dijo riendo.

—te usó como almohada, ¿verdad?— ella le dio una rápida mirada por el retrovisor y ambos empezaron a reírse cuando ruel asintió —nunca logré que dejara de hacer eso, desde pequeña lo hace. una vez se durmió encima de un desconocido y por su culpa tuvimos que cambiar de asientos.— le contó mientras yo cruzaba los brazos.

—dejen de hablar de mí como si no estuviera aquí. puedo escucharlos.— bufé —y no le cuentes nada porque después no va a dejar de molestarme.— me quejé mirando por la ventana.

—no te preocupes cariño, no le contaré las historias taaaan vergonzosas.

—¡mamá!

𝐂𝐇𝐀𝐎𝐓𝐈𝐂 𝐅𝐄𝐄𝐋𝐈𝐍𝐆𝐒     (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora