—¿Tú, eres del Colegio Técnico de Magia Metropolitana?
—Si —Yūji miro al azabache.
—¿Conoces a Masamichi Yaga? —preguntó mirando como la maldición desaparecía en cenizas, reglamente le encanta ver cómo se iban esas cosas.
—Si
—¿Puedes llevarme con el? (por favor que no diga si) —pensó
—¿Quien eres?
—Soy Kiyoshi Suzuki pero quién me crío, dice que es mejor presentarse el que pregunta (siento un demonio cerca)
—Itadori Yuji
—Itadori necesito hablar con Masamichi Yaga, es importante
El pelirosa lo miro, buscando alguna señal de que fuese un enemigo. Pero no fue así.
—Claro vamos ¿Por que es importante hablar con Masamichi-san?—giro y tomo camino para ir al colegio, el pelinegro lo siguió.
—No se si deba decirte, pero como veo que la situación se volverá difícil te diré —de su pantalón, metió su mano en el bolsillo izquierdo tomado la pequeña navaja que colgaba de este —tengo información sobre un demonio llamado Tsuko
El chico frente a él se detuvo, rápidamente giro para atacar al mayor, este lo esquivo con facilidad.
—Algo me decía que un demonio estaba cerca, pero no pensé que eras tu
La persona frente a el sonreía; con el cabello hacia arriba y con una líneas/marcas, en su frente, nariz y mejillas, el demonio Sukuna también conocido como el indiscutible Rey de las Maldiciones.
—¿Quien eres? ¿Qué sabes sobre Tsuko?
—Ya lo dije soy Kiyoshi y lo que se de él, no es de tu agrado Sukuna
—¡Lo es! Ese demonio... —fue interrumpido
—Es sumamente peligroso y puede acabar contigo fácilmente ¿Verdad? Solo deja que el chico me lleve con Masamichi Yaga y sabrás que es lo que sucede
Las marcas del menor desaparecieron, inmediatamente este pidió disculpas por el comportamiento del demonio.
—¡Lo siento!
—No te preocupes solo llévame a donde se encuentra ese hombre
—¿Que sabes de Tsuko?—se escucho una voz, la cual provenía de la mejilla de Itadori.
—Eres muy molesto respecto a el Sukuna
Aquella boca desapareció, después de una caminata larga y una conversación sobre películas favoritas llegaron al colegio.
Itadori se adentro al lugar, en cambio Kiyoshi observaba antes de seguir.
—¡Kiyoshi! Ven es por aquí
El nombrado suspiro para dar el primer paso e introducirse al lugar, siguió al menor.
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