AGENT - TL

⚔Chapter one⚔

LALISA

Domingo...

Un dia genial para disfrutar, y relajarse. Salir al patio, tomar sol mientras se toma uno de los mejores vinos de la bodega familiar.

Un día fenomenal para pasar en familia y amigos.

Estar relajada, sin presión... disfrutar.

¿A quién no le puede gustar o desear un día libre, lejos de trabajo o estudios?

Si existiera una persona a la que no, ¡está loquísima!

¡Crazy!

Yo desearía tener uno de esos domingos y no estar estancada en esta oficina pensando en millones de ideas para detener a los traficantes de droga en el bar Llamelet un domingo por la mañana.

Esto era todo lo contrario a lo que dije: Estaba estresada, con presión y con un ojo tiritando.

Me estaba volviendo loquísima como la persona que no le gustan los domingos de paz.

En cualquier momento me creía capaz de agarrar el arma y...

--¿M? --levante la vista de mi computadora a la puerta de donde me habían llamado.

--¿Qué sucede? --le pregunto a Joseph dándole toda mi atención.

--Te necesitamos ahora en el salón de interrogatorios --me informa. Yo asiento con la cabeza y él se retira por donde vino.

Escribí una última cosa en mi laptop para luego encaminar a la sala, si había algo que me gustaba era darle suspenso a la persona que iba a ser interrogada. Es cruel, lo sé.

En el camino hice un moño alto en mi cabello. Dejando caer mi oscuro flequillo por la frente.

Cuando abrí la puerta ahí estaba Joseph, Madeline y Charlie observando por un cristal a la persona que debería de hacerle preguntas.

--Bien, ya estoy aquí. ¿Tiene algo que ver con lo de Llamelet? --informó mi llegada, haciendo que apenas voltearan.

--Claro que sí --me contesta Charlie dandome una de sus simpáticas sonrisas de compañeros--. ¿Lista para patearle el culo?

--No hace falta recurrir a violencia, Charlie --le recrimina, Madeline, hundiendo sus cejas, acomodando su cabello castaño hacia atrás.

--Ey, déjanos esto a nosotros, somos el policía malo --se señala a él--, y el policía bueno --ahora me señala a mi con su pulgar.

Madeline, Joseph y yo arqueamos una ceja a su dirección.

--Ya quisieras serlo --digo tomando la carpeta de sus manos, leyendo algo acerca del muchacho que teníamos sentado en la sala de interrogación.

Su nombre era Ben, 26 años, y parece tener algo que ver con la importación del día de ayer.

Perfecto.

No puedo evitar emocionarme.

Cerré la carpeta y entre al cubículo seguida de Charlie.

El cabello del muchacho estaba sucio al igual que su ropa, y en su piel morena tenía algunos moretones y cicatrices haciéndolo lucir arruinado. Me posicione del otro lado de la mesa quedando al frente de él.

--Ben, soy la agente Manoban --hablé--. Te haremos un par de preguntas y te pediré que las respondas con sinceridad...

--Si es que no quieres que te rompa las pelotas --me interrumpió Charlie completando mi frase.

El muchacho siguió en silencio observandonos con indiferencia, pero estaba nervioso, lo sabía, porque había algo que ocultaba.

Decidí que Charlie debería empezar con el cuestionario por lo que lo deje hacer su trabajo primero, mientras yo observaba al muchacho responder, (aunque no hablaba mucho).