6: Noche de bodas

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Con la mirada pérdida, el joven rubio se perdía en sus pensamientos.
Había llegado a soñar con una especie de estado matrimonial en que cada esposo fuera dueño de su destino.

Que Yoongi fuera fiel, poco le importaba, siempre que fuera respetuoso y sumiso. Que hiciera lo que le viniera en gana, con la condición de que le dejara dueño de si mismo. Resolvió, que si Yoongi se mostraba exigente, tenerle a raya, era enérgico y orgulloso capaz de defenderse, discutir y luchar.

Un ruido de pasos lo hizo estremecer repentinamente. Toda la sangre se le subió a la cabeza, incapaz de estar quieto, se levantó y murmuró «Es él»

Yoongi, después de hacer los honores de la casa a sus parientes y amigos y de haberles visto marcharse uno tras otro, se había quedado solo. Pensó con una turbación deliciosa, que él que amaba, vestido de blanco, esperaba su llegada. Muchas veces había pensado en la hora en que tendría entre sus brazos a este joven tan bello. Su amor por Jimin se había convertido en una especie de ternura protectora, se creía llamado a curar aquel corazón débil.

Se sorprendió de verse en su habitación de soltero, sentado en una butaca. Sonrió y se encontró un poco idiota. Después levantándose rápidamente, pasó al cuarto de aseo. Pensó que sería ridículo presentarse delante de su esposo vestido con traje de boda, se puso un traje de mañana azul oscuro.

Y con el corazón palpitante, se dirigió hacia la habitación que compartiría con Jimin. Golpeó con las puntas de los dedos, la puerta de madera, y pensando que había enunciado su presencia, entró.

Vió a Jimin, vestido todavía con su traje de novio, estaba de pie cerca de la chimenea, dónde sus cabellos rubios resplandecían.

Avanzó lentamente y dijo,
– ¿Quiere permitirme que me aproxime? –

Con la mano, Jimin hizo una señal de asentimiento. Aprovechando la autorización, Yoongi se acercó y miro atentamente. Su rostro crispado y duro le extrañó, ya conocía esa expresión brava y amenazadora. No podía adivinar los proyectos de Jimin, pero instintivamente presintió la resistencia. Pero queriendo penetrar por fin en aquel corazón tan obstinadamente cerrado, se calmó.

– Por primera vez, henos aquí solos – dijo Yoongi en voz baja – y tengo muchas cosas encerradas en el corazón para usted. Que hasta ahora, no había osado hablar … Toda mí vida se ha desarrollado en el trabajo … por tanto yo le suplico sea indulgente...  Muy a menudo me ha visto llegar hasta usted, balbucear algunas palabras y después guardar silencio. Tenía miedo de parecer demasiado atrevido o demasiado tímido … Entonces me limitaba a escucharlo y su voz era tan dulce para mis oídos. Yo me extasiaba contemplándolo, olvidándome de todo para seguirlo con la vista cuando paseaba por la terraza, bajo un rayo de luz. Así entró profundamente en mí. Lo adoré. Se convirtió usted en mí único pensamiento, mí esperanza, mí vida …

Y tomando la mano de Jimin entre la suyas, Yoongi la posó en sus labios. Pero Jimin hizo un movimiento y retiró la mano.

– Por favor … – murmuró con desfallecimiento y dulzura – No me lo diga en este momento, se lo pido … usted lo ve, mí turbación es profunda.

Yoongi, sacudiendo tristemente la cabeza, le dijo

– Sí, estás pálido, tembloroso ... ¿Soy yo la causa de ello?

– Sí

– Tranquilicese, por favor … ¿No sé da cuenta, de que mí único deseo es no disgustarlo?  ¿Que quiere que haga? Exija cualquier cosa. Todo me será fácil ¡Lo amo tanto!

Jimin se estremeció de alegría, la esperanza brilló en la oscuridad. La pasión de su marido le hizo comprender el poder sin limitaciones que ejercía sobre él. Y sin piedad resolvió abusar de él. Se mostró coqueto, y por primera vez, mirando a Yoongi con una fina sonrisa, le dijo

AMOR Y ORGULLO || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora