I'm not for you - Clexa Adaptacion

Capítulo 46: "La última caricia"

Raven miró fijamente la cara de Clarke y tuvo miedo. Su amiga miraba para todos lados confundida, la latina sabía que el estúpido de Finn no le había dicho nada de eso y que lo había preparado todo para agarrarla por sorpresa – Di que no Clarke por favor, di que no – Raven pudo leer todo el lenguaje corporal de Clarke y cerró los ojos. Sabía que no iban a poder frenarla después de las dos palabras de Clarke – Dios por favor no permites que le pase nada – rezó justo a tiempo

- SI ACEPTO – la voz de Clarke se sintió al mismo tiempo que Lexa se soltó de ellas.

Raven cerró los ojos mientras sentía como su socia aceptaba la oferta de Finn y al mismo tiempo el brazo de Lexa se resbalaba de su agarre. Después de contar seis segundos en su mente la latina pensó que iba a escuchar gritos, pedidos de seguridad y hasta se estaba preparando para saltar a defender a su rarita de cualquier injusta acusación, pero en lugar de eso una mano cálida en su espalda la hizo reaccionar.

- Raven... - con su vista Octavia le señalaba hacia su frente. Lexa no había avanzado más de diez pasos lejos de ellas tres. La morena se había quedado con la cabeza agachada, con sus brazos tensos al costado del cuerpo y por lo blanco de sus nudillos se podía adivinar que no estaba para nada calma.

Raven miró hacia su derecha y se encontró con que Anya miraba a la morena con preocupación. La joyera no parecía enfadada, sino más bien cautivada por toda la situación. Si otro hubiese sido el contexto, la latina podría haber visto una debilidad en la mujer y aprovecharla para atacar. Pero este no era el caso. La debilidad de Anya se traducía en cariño por Lexa y cualquier persona que comparta el mismo cariño por la rari que ella merece sus respetos. En su otro costado estaba Octavia, su novia. La bailarina estaba aferrada a ella como si Raven tuviera todas las soluciones, como si Raven tuviera el hechizo para hacer que la tatuadora dejara de sufrir.

- ¿Señorita se encuentra bien? – la voz de un mozo que pasaba por allí cerca, hizo que tanto Anya como Octavia y Raven se enfocaran en la morena. La imagen fue de lo más devastador. Lexa ya no estaba parada firmemente, al contrario, la morena se había encuclillado sobre sus pies y usaba sus dos codos apoyados en sus rodillas para darle fuerza a sus manos y que sirvieran para esconder su cabeza.

- Raven... - Octavia no tuvo que ni decirlo. Raven no tardó en arrodillarse junto a Lexa

- Rari... Lex... - No sabía que forma de llamarla la iba a hacer reaccionar – Rari por favor, me estás preocupando... - la latina trataba de sacar la cabeza de Lexa de la cueva que ella misma se había creado entre sus brazos pero la morena no cedía, su respiración era dificultosa y Raven podía escuchar murmullos y sentir pequeños pero fuertes tiritones.

- No se qué hacer – les dijo de forma frustrada Raven a las otras dos que ya estaban a su lado.

- Lexa, querida... – Anya intentó sobarle la espalda mientras Octavia solo estaba tiesa a su lado y lloraba sin parar. Al menos la bailarina se ocupaba que los ojos de cualquier curioso fueran hacia otra parte.

- Rari... - la voz de Lexa la interrumpió

- Ayúdenme – el pedido fue seco y muy silencioso, tanto que Raven no creyó lo que escuchó hasta que levantó su cabeza para encontrarse con unas sorprendidas Octavia y Anya.

Raven se movió con velocidad hasta que, sin importarle su elegante vestimenta, quedó sentada enfrente de Lexa – Rari... - agarró las manos que cubrían la cara de la morena – Quiero que me mires rari ¿de acuerdo? – Sabia que si Lexa no aflojaba sus brazos no iba a lograr verla – Yo te voy a ayudar, te vamos a ayudar ¿cierto? – las afirmaciones de las otras dos se escucharon rápidamente - pero necesito que me mires por favor – pocas veces como esa noche se había escuchado a Raven Reyes decir tantas veces esas dos palabras – Rari... por favor...