Diario desesperado de un alma intranquila

Siempre vuelves a mi

Esta noche confirmo que mi vida está destinada a perder. Que el causante de mi desgracia son las malas decisiones que tomo por mi inmadurez y quizá por el hecho de sentirme querido.

Siempre que logro abrirme completamente a alguien salgo herido. Puede que no sea lo mío. Debo tener algo que me haga que toda persona que logre amar se aleje de mi. A pesar de que ande enfocado en mi mismo, todo se me derrumba.

Las personas me han dicho que debo preocuparme primero por mi antes de pensar en una relación junto a alguien. Tienen razón, y no lo recrimino. Pero tengo ya un buen tiempo haciendolo. Una vez más, quedo en ridículo. El que dirán es lo que me carcome.

Aunque en una historia mía de hace 4 noches que aún no comparto con ustedes, ya profetaba esta desgracia, que nuevamente, se hace presente en mi vida. Siempre vuelves a mi, vieja amiga conocida con el nombre de derrota, me arrebatas de las manos lo bonito que creía tener. Te odio tanto pero te sigues apareciendo en mi vida y cada vez peor.

Ahora más que nunca estoy decidido a que está sea la última vez que te presentas en mi. Espero que con aceptar mi fracaso, tome conciencia y no permitir que vuelvas a mi.

Podría ser este medio de desahogo, sin ninguna moraleja o algo que pueda enseñar. Sólo comparto una pedazo de mi vida, un trozo de el diario desesperado de un alma intranquila.