Cop // Fargexby

6

- Entonces, ¿eres policía? - pregunta, tras bostezar, el menor asiente quedamente, observándolo, con el cabello negro cayendo sobre parte del rostro y los grandes ojos azules fijos puestos sobre él.

- Aún no. - murmura. - Y no sé si algún día lo sea... - sonaba algo triste, observó Fargan, pero le sonrió. - ¿Y qué hay de ti?

- ¿Qué conmigo? - pregunta, Alex entorna los ojos.

- ¿Qué haces tú? - cuestiona, y Fargan niega quedamente con la cabeza. - Jo'er... pasé la noche entera hablando de mí, dime algo de ti.

Fargan pensó que podría decirle a alguien como él, no iba a decirle que no tenía padres porque había huido de ellos en cuanto había tenido la oportunidad, ni tampoco le diría que a veces no tenia un sitio en el cual dormir, no podía decirle nada de eso a alguien como él, mucho menos podría decirle que a veces hacía vandalismo porque de aburría, no a un casi-policía, así que suspiró.

- Quisiera ser enfermero. - admitió por fin. - Pero en las salas de emergencias.

- ¿En serio? - cuestiona el menor, observándolo con interés. - ¿Y por qué no?

- Las personas como yo no son enfermeros. - dice, el pequeño lo mira con curiosidad.

- ¿Qué clase de persona eres? - pregunta, el mayor suspira, pensando bien en qué responder, aunque no estaba seguro de que alguna vez encontrara otra palabra más que...

- Una mala persona. - responde con sencillez, Alex lo mira y sonríe quedamente.

- No creo que seas una mala persona. - murmura con convicción. - Una mala persona hubiese esperado a que me embriagara por completo y se hubiese aprovechado de eso, pero aquí estamos, tratando de dormir con una lucecita, después de haber jugado Monopoly y Uno.

Fargan ríe en voz baja, recordando los gritos del menor cuando se equivocaba al lanzar una carta, o lo enfurruñado que lucía cuando el dado le daba algo de ventaja.

- ¿Y si soy una mala persona pero no lo notas? - inquiere, mirando al menor cerrar los ojos y sonriendo.

- No. - responde Alex, volviendo a abrir los ojos para mirarlo. - No lo creo...

Fargan esperaba que el chico allí tuviera razón.