→Pesadilla←

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Era una noche cálida de verano, el pequeño Draco rondaba por su mansión en busca de su madre, “¡Mamá ha de ver esto enseguida!” pensaba un alegre Draco Malfoy de once años quien en sus manos llevaba un pequeño sobre con escritura verde en este y un cierre de cera rojo de una “H”.

‘¡MAMÁ! ¡¡MAMÁ MIRA LO QUE HA LLEGADO AL CORREO!!’ Gritaba un entusiasmado y joven Rubio en busca de su madre, quien se encontraba en el Salón leyendo una novela muggle que su prima le había regalado hace unos años atrás.

‘¿Que ocurre Draco?’
‘¡Mira lo que ha llegado!’
Y con entusiasmo, le enseñó a su querida madre la Carta que llevaba en sus manos. Ella sonrió dulcemente y acarició la delicada cabeza de su amado hijo.

De repente, Draco ya no está en su casa, está en la tienda de túnicas, le están tomando la medida cuando un chico joven, de su edad, entra al establecimiento, lleva gafas redondas, cabello negro desordenado, ojos verdes y tez pálida. “Parece perdido” pensó Draco observando silenciosamente al niño, no tenía nada más interesante que hacer así que simplemente se decidió a hablarle al pelinegro.

‘¿También irás a hogwarts?’ El muchacho se sorprendió al oír la voz del Rubio, quien tenía una amable sonrisa en el rostro.

El escenario vuelve a cambiar, ya no están en su casa o en una tienda, sino en el comedor de Hogwarts, un montón de niños y niñas de primer año, él incluido, se acumulan alrededor de alguien, alguien a quien el no puede ver dada su baja estatura a diferencia de algunos alumnos que tenía enfrente. Curioso se hizo paso hasta ver que, quien era el foco de atención no era nada más y nada menos que el muchacho de la tienda de túnicas, pero había algo en lo que el no se había percatado antes, un pequeño detalle en su frente; Una cicatriz en forma de rayo. En ese instante Draco reconoció de quien se trataba, así que reunió su orgullo y coraje para conseguir llamar su atención, cosa que consiguió.

‘Así que Harry Potter ha venido a Hogwarts este año?’ preguntó con un tono arrogante que cubría su inseguridad por si quedaba en ridículo. Cuando dijo esa frase, todos los alumnos presentes se pusieron a cuchichear y cotillear al oír el nombre del niño que sobrevivió.

‘Soy Malfoy, Draco Malfoy’ escuchó una pequeña risa escaparse de la boca de un pelirrojo que el famoso niño tenía al lado, eso enfureció al Rubio, pues se estaba riendo de su nombre, de su honor.

‘¿Mi nombre te parece gracioso? no necesito preguntarte el tuyo, pelirrojo, y túnica de segunda mano, debes ser un Weasley’ Dijo con desdén, su padre le había enseñado que familias como los Weasley eran gente inferior a ellos, “traidores a la sangre” los solía llamar Lucius. El niño Weasley bajó la mirada avergonzado, Draco no le dió importancia y se dirigió a Potter.

‘Pronto veras que hay familias de Magos mejores que otras, yo puedo ayudarte con eso’ Dijo para seguidamente extenderle la mano al oji-verde, quien le Miró serio ‘Creo que yo se escoger a mis amigos por mi mismo, gracias’ Dijo a modo de rechazo, dejando al Rubio triste y frustrado, pero por supuesto no lo iba a mostrar, hizo la mueca más confiada que pudo y dio media vuelta para seguidamente irse con su grupito de amigos. Sabía que aún  podría ser su amigo si le trataba bien y empezaba con un "Hola, si soy yo, el idiota de antes, perdona por despreciar a tu amigo, ¿te parece si empezamos de nuevo? me gustaría que fuéramos amigos".

Pero por supuesto, el ego y orgullo de Draco Malfoy no le dejaban ver esa opción siquiera razonable, ahora sólo quedaría odiar a Harry Potter de por vida sólo por que no le quiso estrechar la mano.

La escena vuelve a cambiar, está en tercer año, en clase de cuidado de criaturas mágicas, se está metiendo con Potter de nuevo.

Esta vez, el cambio de escena lleva a Draco a Hogwarts otra vez, pero ahora tiene Diecisiete años, y está a unos metros de un Harry Potter moribundo tirado en el suelo, de verdad quería ayudarlo, pero algo se lo impedía, una mano en su hombro, la mano de su padre, quien silenciosamente le decía "Ya no puedes hacer nada", y entonces lo vió, vió a ese ser maligno acercarse a Harry lentamente, sonriendo, hasta que queda enfrente del chico tirado en el suelo.

Y con un movimiento de varita un rayo de luz verde atravesó al joven héroe, dejándolo en el suelo, sin vida.
Se aseguró de que esta vez, el chico si estaba muerto... Si lo estaba.

‘He matado a Harry Potter’ bramó el “todopoderoso señor oscuro”, y en ese momento se dió cuenta; el mundo que conocía nunca volvería a ser el mismo ahora que la única esperanza de paz se había muerto ante sus ojos ahora húmedos por lágrimas que amenazaban salir de sus traicioneros ojos.

Los Magos que estaban en el otro bando del destrozado y enorme patio de Hogwarts se veían aterrorizados, todo estaba en silencio, hasta que la joven Weasley soltó un grito desesperado, en ese grito, se pudo escuchar todo el dolor y rabia que había acumulado la joven en esos pocos segundos, ese grito marcó el comienzo de una matanza atróz, los mortífagos arremetieron sin piedad a todo aquel que se encontraba en su camino y no era del lado oscuro, vió a Blaise morir, a Pansy morir, a Luna lovegood  morir, a Molly Weasley morir... a niños inocentes morir.
En ese  momento el solo estaba parado junto a su madre, observando. De alguna manera, sabía todos los nombres y apellidos de todos y cada uno de los muertos, pues, con el paso de los años, se los había aprendido sin querer.

y fué cuando mataron a Ron Weasley y Hermione Granger que se preguntó “¿Que hubiera pasado si hubiera ayudado a Harry Potter a vencer al señor tenebroso?” “¿Que hubiera pasado si Potter y yo fuéramos amigos en vez de rivales?”.

Y fué en ese momento, en el que su respiración  empezó a acelerarse, su pecho se comprimia causándole un dolor indescriptible, no era dolor físico, era un dolor que iba más allá del cuerpo, un dolor que atravesaba el alma, un dolor que-

‘¡¡AAAH!!’ un agitado Draco de casi dieciocho años se despertaba tras una larga y memorable pesadilla, ya era la cuarta vez esta semana que tenía ese sueño y siempre conseguía que el joven y ya no tan niño Draco lo pase muy mal.

“ Hoy es el día. ” Pensó, y sin más dilación, se preparó para ir a la estación de King's Cross y volver a subir al Hogwarts express para empezar su último año y con suerte, el único en el que ninguna fuerza maligna intente matar a alguien o empoderarse de Hogwarts.

Mi Guardián |•∆Drarry∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora