Capitulo 15

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Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no podía soportar más. No era de humanos soportar tanto tiempo eso.

"¡Resiste!" me gritaba mi voz interna pero no era posible. No podía más.

- ¡No! - grite cerrando mis ojos y los frote con el dorso de mi mano derecha y un par de lágrimas rebeldes se asomaron.

- ¡Te lo dije! - carcajeo Toni, - ¡nadie me puede ganar! - Jellybean reía a carcajadas mientras se apretaba el estómago tratando de no reír más

- ¡Oh no, yo te ganaré! - insistí y frote una vez más mis ojos respiré profundamente y una vez más nos pusimos frente a frente.

Sus ojos color chocolate abiertos de par en par me miraban divertidamente. Un pequeño soplido me hizo parpadear, - ¡eso es trampa! - grité indignada y ambas volvieron a reír a carcajadas.

- Acéptalo, te gane - se recostó en mis piernas.

- Me soplaste por eso parpadee - me defendí, pero era inútil ella había logrado estar mucho más tiempo que yo sin parpadear.

- Jueza, ¿quién ganó?.

- ¡Tú! - anunció mi derrota

- Está bien - dije cabizbaja, - ¡ahora la respiración! - dije haciéndola enderezarse y una vez más ambas rieron, - jueza, cuente -

- ¡Uno, dos, tres! - al escuchar el "tres" tome todo el oxígeno posible para llenar mis pulmones y mis mejillas.

Sofia movía sus cejas tratando de hacerme reír, cosa que estaba logrando, pero si mi competitividad no fuera tan grande lo hubiera logrado por completo.

- ¡Cheryl pareces un tomate! - dijo JB retorciéndose de la risa.

No aguante más y solté todo el oxígeno comenzando a reír.

- ¡Dios! - enuncio Toni al mismo tiempo que respiraba agitadamente, - ¡te volví a ganar! - fruncí mi ceño.

Ni si quiera con piedra, papel o tijera había logrado ganarle, - ¿ahora quien sigue contra mí? - pregunto y de inmediato la pequeña saltaba por ser la siguiente competidora.

Pasamos toda la tarde entre juegos. A pesar de la forma dura de ser de Toni, dentro estaba la persona más juguetona y cariñosa del mundo.

Terminamos de cenar y Jellybean se levantó dispuesta a ayudarme a levantar platos, ya que Toni prácticamente había huido.

Mire sobre mi hombro logrando ver el reloj de pared. Nueve de la noche.

- Yo me encargo - le dije, - sube, date un baño y a la cama ya es tarde - la pequeña asintió con la cabeza y se acercó para despedirse de mí con un beso en la mejilla y salió corriendo por las escaleras.

Tome los platos e hice una pequeña torre, los lleve hasta la cocina, tire en la basura los restos que habían en los platos y los puse en el lavabo. Una vuelta más y tome los vasos, la mesa quedó como si nadie hubiese comido ahí.

Ya con todo en el lavaplatos ahora si comencé a enjabonar todo.

Termine y abrí la llave para enjuagar todo cuando sentí que se apoderaban de mi cintura. Me estremecí levemente y escuche la risa de Toni.

- Siempre te retuerces así - susurro en mi odio.

- No me retuerzo, solo los gusanos lo hacen - ambas reímos.

Se cambió a mi lado y comenzó a secar los platos que iba dejando en la barra. En menos de cinco minutos los platos y vasos ya estaban secos y en su respectivo lugar.

Termine de acomodar el ultimo plato y una vez más sentí sus manos en mi cintura, pero esta vez me giro rápidamente y me alzo para sentarme en la barra.

Riendo pase mis brazos por su cuello. Tenía la cabeza hacia atrás para poder verme ya que quedaba más alta que ella.

- Gracias Cheryl - dijo mirándome a los ojos en los cuales gustosamente me perdí,
- gracias por estar con nosotras - una de sus manos subió para acariciar mi mejilla.

- ¿Es broma? - reí y ahora yo acaricie su mejilla, - gracias a ti por hacerme sentir como en una familia, por darme ese cariño.

- Te amo - susurro antes de unir nuestros labios de la manera más dulce que existe en la Tierra.

-Te amo más - dije separándome solo milímetros de sus labios, - y en eso si no me ganas - sus manos se fijaron en mi cuello y me atrajeron una vez más a su boca.

El beso iba tomando poder conforme los segundos pasaban, cosa que no me molestaba en lo absoluto.

Me dedicaba a jugar con su nuca mientras que ella acariciaba mi espalda por debajo de la blusa. Nuestros labios se movían a un perfecto compás, no había nada que me gustara más que esto, por nada del mundo cambiaria sus labios ni estos momentos.

Me, Myself and Her // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora