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Cuando el sol comenzó a ocultarse, los parques y las calles estaban vacías... Jungkook aún caminaba con tranquilidad, intentaba hacerse entrar en razón a él mismo por lo que haría... pero era su vida o la de su bebé.

La ropa que llevaba era totalmente negra, incluso llevaba una máscara de conejo en caso de que alguien los viera. A lo lejos, vio a su "amigo"... Jungkook dudaba en sí ese chico merecía ser llamado así, sabía que cuando él le ofreció aquello la amistad dejó de ser algo que existiese entre los dos, pues, aunque creció sólo, aprendió que "las buenas amistades, son las que te hacen ser mejor persona... mientras que las malas amistades, te incitaran a hacer el mal". Claro que para Jungkook una mala amistad era como... no tener amistad.

Joonhan se veía tan relajado, incluso traía un cigarrillo entre sus labios y en cuanto vio a Jungkook, sonrió como si fuera asunto de asistir a alguna fiesta.

—Dime que esto será rápido y que no pasará nada — pidió Jungkook en cuanto se acercó a él.

—Amigo estas muy nervioso, es más, cuando esto esté hecho iremos a comprar algunas cervezas ¿Qué te parece? — contestó mientras daba por hecho el momento.

Jungkook asintió, su ceño fruncido y sus labios curveados, expresaban el miedo, los nervios y todo lo malo que pudiese pasarle.

Pero cada vez que cerraba sus ojos, a su mente veía la hermosa imagen de su bebé, Jungmin merecía algo mejor, tal vez no todo, pero si lo suficiente para poder tener algo bueno; estudios, ropa... una familia.

La noche anterior había sido un mar de ideas para Jungkook "¿Qué pasaría si daba en adopción a Jungmin?" Tal vez no se complicaría tanto en mantenerse a ambos, pero si "lo cuidaba él mismo" no crecería como la gente promedio del país... muchas ideas pasaron por su cabeza y el todas llegaba al mismo punto, no quería dejarlo como sus padres lo dejaron a él.

—Bien, vámonos. La casa de ese riquillo es por aquí cerca, llegaremos en una hora. — informó Joonhan.

—Sí...— respondió en un susurro siguiendo sus pasos.

A cada paso que daba, Jungkook sentía su cuerpo pesarle de forma extraña, su corazón latía rápidamente por la adrenalina, sentía su garganta seca y sin darse cuenta comenzó a sudar frío. El tiempo pareció pasar rápidamente, pues la luna ya estaba saliendo sobre ellos y la hora había llegado, las casas de alrededor parecían estar ausentes. Pues ni una sola luz, se veía en esa calle.

—Han, esto... ¿No te parece un poco sospechoso? — preguntó Jungkook nervioso

—No, ya lo he hecho otras veces, no te preocupes... pero si quieres puedes quedarte afuera, yo entraré, te pasaré el dinero y correrías lo más rápido que tus piernas te permitan ¿de acuerdo?

—S-sí... de acuerdo. — dijo cabizbajo.

—En caso de que pase algo, solo escóndete o disimula entre las calles, pero escondes el dinero.

—Eso... ¿no sería muy estúpido?

—¿Te estás burlando?

N-no, pero... quiero decir ¿no se levantarán más fácil las sospechas?

—Ya te dije que no, ahora ponte tu máscara, quédate callado y espera a que yo te dé una señal para darte el dinero que pueda y te largas de aquí.

—¿Estaré en problemas?

—No, te lo puedo asegurar.

Dicho eso, ambos se colocaron las máscaras y se acercaron por la parte trasera de la casa, Joonhan logró abrir las puertas con éxito. Jungkook espero en la parte de afuera mientras que su amigo investigaba la casa.

Paso aproximadamente una media hora hasta que una de las ventas fue abierta y de esta, se asomaba Joonhan con una bolsa llena de dinero. Lo había encontrado.

En cuanto la dejó caer, Jungkook la atrapó y obedeció la orden de Joonhan.

—Escóndete en el primer callejón que está en el parque, te veré ahí en un momento — dijo en voz baja.

Jungkook sintió su sangre congelarse, pero sus pasos cada vez eran más largos y rápidos, lo que habían sido horas de camino se había vuelto minutos, gracias a la velocidad a la que iba.

Tras ese tiempo y después de llegar al parque, Jungkook se detuvo en algunos columpios y dejó caer la mochila, al abrirla, se encontró con los rollos de billetes. Miles de billetes.

El sudor frío se hizo presente rápidamente y las náuseas lo llenaban, se sentía mal consigo mismo debido a lo que había cometido.

Tomó algunos billetes y los guardo en el bolso de su pantalón.

Tras unos minutos, el cielo se iluminó gracias a la luna y el brillo de las estrellas, era un poco más claro y espero en aquel callejón a su amigo, quien, al llegar caminaba tranquilamente, con otra mochila llena de dinero.

—Me siento fatal. — dijo Jungkook en cuanto Joonhan dejó caer la mochila junto a la otra

—Es normal, corriste demasiado rápido — dijo con ironía.

—Sabes que no me refiero a eso — respondió.

—Ya lo hablamos, toma algunos billetes para tu cartera esta noche y está mochila que tú tienes, la dejaré en tu casa y luego iré por más a la casa de ese señor ¿todo bien?

—Joonhan... ¿Alguna vez te has arrepentido de lo que has hecho? — cuestionó con tristeza.

—...Sí, muchas veces... pero es en lo que me he convertido gracias al hambre y la pobreza que tuvo que vivir mi familia... tienes que aprender a vivir sin arrepentimientos, porque la vida puede ser corta a veces Kook. — dijo con tranquilidad.

Jungkook suspiró y se fue del lugar, Joonhan, había cumplido su palabra, había dejado aquella mochila con dinero en casa de Jungkook y él se había marchado con el resto.

Mientras que Jungkook caminaba sin rumbo alguno, estaba caminando por las zonas donde había trabajo y donde había vivido. Tal vez Joonhan tenía razón, la pobreza insitaba a la gente a convertirse en gente mala sin quererlo. Nadie había pedido vivir así, pero a veces así eran las cosas.

Sin darse cuenta y al salir de sus pensamientos, se percató que había llegado cerca de una de las calles de la casa a la cual... había robado.

A lo lejos, notó que alguien corría con las pertenencias de una señora de la tercera edad que caminaba por esas calles y con intensión de atrapar al chico corrió hacia él, sin darse cuenta de que en esas calles se acercaba un auto a toda velocidad. Las luces lo cegaron y las llantas del auto rechinaron por la repentina aparición del joven que cruzaba la calle.

El auto se había salido de control, chocando con otro cerca, girando y siguiendo chocando nuevamente. Jungkook afortunadamente había salido ileso, pero quienes estaban dentro del auto, no habían corrido la misma suerte, pues dos de ellos habían fallecido...

Lᴏᴠᴇ Tʜɪᴇғ                                                     [𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora