Annik.

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Ian sostenía su frente con su mano, tenía un fuerte dolor de cabeza, y el clima no ayudaba, su mente, al mismo tiempo estaba algo conmocionada, como si se hubiera dado con gran impacto en el suelo, o algo letal le hubiera caído en la cabeza. Las palabras "Será por poco tiempo, podré mantenerte en cuanto saquemos el nuevo álbum" y ver como su esposa, Deborah, cogía el carrito y se disponía a andar lejos de él.

" I try to get to you" después del concierto, Ian llamó a su esposa, lo último que le dijo fue " dale un beso a Natalie de mi parte, yo también te quiero"

Ian estaba abrumado, ser padre es una responsabilidad, sin ninguna duda. Y más a los veinte, una edad en la que aun te estás haciendo una idea de lo que es la vida.

Al otro lado de la cabina telefónica, Debbie dejó el teléfono con un suspiro, también se hacía duro para ella, tener que soportar las ausencias de Ian debido a los conciertos del grupo, las noches en las que no se acostaba en la cama, porque estaba lleno de inspiración, y también la medicación para la epilepsia empeoraba bastante el estado de ánimo de Ian.

En el mismo momento en el que aún tenía el teléfono en la mano, vio un rostro diferente, una chica belga, quería hacer una entrevista a Joy Division, preguntó su nombre "Annik", al parecer, el periodismo no era su profesión, ella trabajaba para la embajada de Bélgica.

-Háblame de Macclesfield – e Ian en ese momento no sabía qué decir exactamente, si decir las palabras exactas que sentía, echar en la sartén, lo que realmente pensaba, de esa ciudad que era una ciudad mágica para algunos , pero que para él era solo un papel en blanco desplegable en gris, así que exactamente dijo lo que pensaba y que toda su vida había deseado escapar de ahí.

El brazo de Ian reposaba sobre el respaldo del sofá, dónde estaban sentados frente a una mesita de cristal. Los vasos de cristal, llenos de licor hacía unas horas, ahora estaban vacíos.

El aire de la habitación estaba bastante condensado, el olor a alcohol se colaba por las zonas raídas del sofá, y el tabaco se pegaba a las paredes. En un momento de la noche Ian se encendió un cigarro y después de encenderlo se lo ofreció a Annik, a quien enseguida se le encendieron las mejillas, y probablemente Ian pensó que parecía en ese momento todo un incendio o las estrellas del universo, tanto color en una cara tan blanca. En una pared de piel extranjera.

-Oh, no puedo

-Tienes unos ojos muy bonitos, y tu nombre es diferente, me gusta – Annik escondió su rostro en su propio hombro.

-Es lo que tiene, soy extranjera.

-Eres diferente a todo lo que he visto en Macclesfield – las manos de Annik estaban ahora en sus rodillas, dibujando círculos con sus dedos, la chica se sentía algo abrumada.

Ian se despertó temprano aquella mañana y no por los gritos del llanto de su hija, como las últimas semanas, sino porque sabía que en la otra habitación estaba Annik. Marcó el número de la habitación de la chica belga, para no sorprenderla en la puerta de la habitación.

-¿Si?- Annik tenía una voz somnolienta que aún no se había despertado.

-Annik, soy Ian ¿recuerdas? Hiciste una entrevista a mi grupo, y después nos quedamos un rato hablando, en la sobremesa – Ian estaba nervioso.

-¿Ian Curtis de Joy Division?

-Sí, aunque también tengo otro trabajo, o lo tenía, hasta ahora, al menos, en la bolsa de trabajo de Macclesfield.

-¿Entonces eres solo Ian Curtis? ¿No quieres ser solo Ian Curtis de Joy Division?

-Quiero que alguien se acuerde de mí, Annik, cuando yo no esté, que alguien se grabe a fuego mi nombre.

-No será difícil eso, Ian – dijo Annik que aún estaba algo adormilada. -¿Quieres pasarte por mi habitación un rato? – Ian sonrió.

-¿Estás segura?

-Sí.

-Pues entonces estoy en un minuto allí – Annik cuando abrió la puerta estaba envuelta por la espalda en una manta que Ian se quedó mirando.

-Aun no me acostumbro al frío de Inglaterra, como tú dijiste antes, es demasiado gris, es como si ácido se me clavara en el cuerpo, supongo que soy bastante susceptible, y tengo delito porque soy de Bélgica.

-País frío, también –puntualizó Ian.

-Sí – dijo ella.

-Ya somos dos, yo también soy susceptible, Annik.

-¿Al frío? ¿ o a todo en general?

-Ambas cosas .

-¿ A qué, por ejemplo? –inquirió Annik al mismo tiempo que se echaba el agua de una jarra en un vaso.

-Un día en mi trabajo, vi a una chica joven que sufrió un ataque epiléptico y ese momento me marcó, después escribí " she lost control"- Annik observaba como las facciones de Ian se relajaban o descompensaban según qué era lo que decía.

- ¿Y la frase " cuando contemplas la vida en una habitación desconocida, tal vez a punto de ahogarse, ese es el punto de todo"? ¿esa frase como nació, Ian?

-Ese fue el pistoletazo de salida a las nuevas canciones de Joy Division, porque en ese momento contemplé un cuerpo paralizado, el único movimiento que había era convulsión, y yo creo que nadie quiere ver a alguien atrapado en un trance psíquico corporal, en el que su mente no responde, pero su cuerpo está alterado hasta el punto de convulsionar – Annik arrugó su frente hilando la respuesta de Ian con otra respuesta de las entrevistas.

- Algunas canciones no están escritas para ser bonitas, eso dijiste en la entrevista, Ian. ¿qué querías decir con eso?

- En mis canciones no todo es amor, Annik, también hablo de un matrimonio desestructurado, mi matrimonio está roto, y tengo una hija, una hija a la que quiero proteger de todas las cosas que me asustan a mí, y mi mujer y yo nos encontramos pegados como con pegamento por ella.









Nota: Pues esta historia estaría dentro de la categoría de ficción histórica, porque esta historia pasó de verdad, yo simplemente escribo una versión de los hechos, que me imagino que sucedió o que podría haber sucedido pero no se sabe realmente, porque Annik después del Biopic Control se retiró de la vida pública, y sólo concedió una entrevista unos años antes de morir, en la que básicamente dijo que Ian la trató muy bien, y que estuvo hablando unas horas antes de morir con ella, y que le expresó sus ganas por la gira inminente de Joy Division, y de que quería reunirse con ella al día siguiente.

Bueno, con eso, estaría la introducción de la historia. Sed felices. Os quiero.



To Annik, the flower field  in my heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora