☙ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 5 ❧

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— Por fin acabe los dibujos que quería poner en el banner y aquí están. La verdad me gusta cómo se ven, ¿Qué opináis vosotros?

El perrito caliente se hallaba hecho un lío desde las palabras de la coneja, ¿Cómo no estarlo? Ella tenía toda la razón al decirle aquello

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El perrito caliente se hallaba hecho un lío desde las palabras de la coneja, ¿Cómo no estarlo? Ella tenía toda la razón al decirle aquello. No tenía claro qué quería hacer para acercarse al gato o intentarlo al menos y aunque lo consiguiera, ¿Qué pensaba lograr con ello?

— ¿Hot Dog? ¡Tierra llamando a Hot Dog! — le llamaba su amiga Clare, agitandole un poco mientras le agarraba del hombro. Las gafas se resbalaron ligeramente por el puente de la nariz antes de que él se las colocará de nuevo y mirara a la peliverde.

— ¿Qué te pasa ahora, Clare? — preguntó con un tono más borde de lo que habría querido.

— Tu padre. — respondió la fémina señalando hacia la carretera. Había un coche de policía ahí aparcado, justo en frente de la puerta del insti, donde aparca el bus escolar, que de hecho, estaba justo detrás del auto policial.

— Dime que no lleva mucho tiempo ahí. — suplico el perrito caliente y antes de que su amiga contestará, salió corriendo como un cohete mientras se despedía con la mano, pero sin mirar atrás. No vaya a ser que se tropiece por no mirar y ese día se haga peor aún -si es que podía ser así-.

— ¿Se puede saber qué hacías mirando a la nada en la puerta? — preguntó su padre al tiempo que se peinaba el pelo hacia atrás como el menor, con la gorra que solía llevar colocada sobre el regazo.

— Solo pensaba. — acompaño sus palabras con un suave encogimiento de hombros mientras desviaba la mirada a la acera, con la intención de dedicar los minutos de trayecto a pensar en lo sucedido hoy con el gato y, el inicio de unos rumores en los que ambos chicos eran los protagonistas en el comedor. No le sorprendería nada que mañana le hagan bromas y le llamen con un mote absurdo referente a ese tema, como "el novio del peliazul".

Maldijo entre dientes.
No le sonaba tan mal.

Tal vez, ¿De verdad le gusta el gato como dicen sus amigos entre risas? No, no puede ser. Solo se han visto en la escuela y una vez en el centro comercial, en los minutos más incómodos de su vida -sin contar todos los vividos anteriormente con el mismo felino-, no ha podido dar tiempo. Debe ser otra cosa.

Aunque también estuvo durmiendo con el gato azul en una tienda de campaña después de que le invitó a comer llevado por la incomodidad del momento..., ¡Y él el día anterior estuvo en la cola para recibir un beso suyo!

El perrito caliente tomó aire de golpe, sorprendido por sus propios pensamientos.

— ¿Se puede saber qué demonios te pasa, Hot Dog? — preguntó con fastidio su padre.

Casi al momento en que este iba a contestar, al adolescente le pareció ver algo azul pasar por delante del coche, que se había detenido por un semáforo en rojo. ¡Era ese gato! Por un momento, sintió el impulso de asomarse por la ventanilla y saludarle con la mano y una sonrisa, olvidando que todo es incómodo entre ellos, que su hermano piensa que el perrito caliente le quiso golpear y que ni siquiera se sabe si nombre, pero las cosas no eran así y él no sabe ni su nombre.

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