Cheonsa está enamorada de Kenma, su amor platónico creando así pequeño fan fics de él.
¿Cómo se tomará Cheonsa la noticia de que el hombre del cual escribe fan fics se transfiere hacia su universidad?
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"Hija, vamos a usar tu laptop, se nos estropeó la nuestra."
"De acuerdo."
Luego de responder rápidamente cerró la aplicación de mensajes para dirigirse hacia la aplicación donde escribía sus novelas.
Con agilidad fue hacia configuración y cambio la contraseña de su cuenta, así su cuenta se cerraba en la laptop. Satisfecha sonrió y dejó su móvil a un lado para terminar de comer sus frutillas.
—Tragas muchas semillas de frutillas al día, no me sorprendería que una planta esté creciendo dentro tuyo. —Suspiró al escuchar el comentario de su mejor amiga. —
—Y tú tendrás tu rostro rojo como una si sigues molestándome. —Amenazó en broma mientras cerraba el taper. —
—Ahora explícame que te sucedió ayer, estuviste todo el día colorada y distraída. Suelta la patata. —Hogam tomó asiento frente a ella quebrando todo espacio personal. —
—¿Mis ojos trasmiten algo? —Preguntó, quería verificar si era verdad lo que sus ojos decían. —
—Todos los ojos trasmiten cosas, como cuando pensamos en la persona que nos gusta. —La mayor de altura observó a su costado pensando la pregunta y su foco se encendió. — Kenma Kozume.
Los ojos de Cheonsa brillaron, parecían dos perlas.
—Los tuyos trasmiten que estás enamorada de tu compañero de clase. —Palmeó dos veces su cabeza y se alejó de ella. — ¿Por qué preguntas?
—Por nada. —Sonrió y devolvió su vista hacia su libro. — Deja de mirarme. —Susurró. —
—"Pir nidi" No nací ayer, Cheonsa. —Espetó su mejor amiga en voz baja. —
La mencionada observó a su compañera fijamente, habían iniciado un concurso de miradas.
De parte de Hogam, sus ojos insistían en que soltara la patata "Cuéntame, cuéntame"
Y Cheonsa... "¿Por qué lámpara, luz y linterna empiezan con L? ¿Tendrá algo que ver con que ambas otorgan luz...? ¡Oh! no, no hay nada para contar. Nada para contar."
[...]
—¡¿En serio?! —Un grito se escuchó en la profunda esquina de la biblioteca donde, dos jóvenes universitarias conversaban. —
—¡Sh! —Cheonsa en búsqueda de que no gritara porque estaban en un lugar donde se prohibía esa clases de actos, con su dedo índice tapo sus propios labios, indicando que bajara la voz. —
—Jesús redentor y María purísima. —Suspiró Hogam mientras se recostaba en un librero. —
—Omma hará kimchi. —Acotó la joven mientras leía el mensaje de su hermano.—
