Mirada sin vida - [Corrigiendo]

➳ Capítulo 11. No le digas nada...

Dos días después por la mañana, Ray se dirigía hacia el burdel, ya saben a visitar a Anna, al llegar pudo ver a Zazie y Cislo afuera.
Sí, ya los conocía, así que lo dejaron entrar; entró y buscó a Anna en la sala principal, pero como no la vio le preguntó a una de las chicas.

—Está en su habitación

—De acuerdo, gracias -Ray siguió su camino y antes de entrar a la habitación de Anna tocó la puerta-

Emma abrió y el saludó

—Emm, hola, ¿Cómo están? -soy yo o el ambiente está tenso, bueno seguramente soy sólo yo el que lo siente así, se dijo el azabache mentalmente-

—Hola, bueno....mal realmente..

Emma le explicó a Ray lo que había pasado y fue ahí cuando entendió

—dios, lo siento tanto.... -dijo bajando la mirada-

—No te preocupes, preferiría no mencionarlo -dijo Emma cabizbaja-

—Además, ahora no ganamos nada con lamentarnos.. -dijo Anna lo cual les pareció algo raro a los otros dos-

—Y porqué estás en cama? -le preguntó Ray pues le parecía raro verla en cama-

—Tuvo un ataque de pánico

—oh, ahora entiendo, bueno era natural

Emma salió y ellos siguieron hablando un rato, cuando Emma entró de nuevo Ray se había recostado al lado de Anna, y bueno, Anna lo abrazaba porque tenía la rara manía de que siempre que dormía tenía que abrazar algo, sea una almohada o lo que sea.
Así que supuso que eso fue lo que pasó.

Minutos después Ray ya se iba pero Emma lo detuvo antes.

—Se despertó o te cambiaste por una almohada?

— Está despierta -dijo sonriendo-

—Bueno, oye......¿Cómo está Norman? -dijo tratando de mostrar poco interés pero no le funcionó, por lo menos no con Ray-

—Bueno, no estaba en casa, el y su padre fueron a la casa de Bárbara -Emma sólo lo miraba con atención- así que creo que no está tan bien

—Entiendo, si vuelve no le digas que pregunté -dijo para retirarse-

Y Ray se fue a casa.

Norman estaba en la habitación de Ray, recién llegaba junto con su padre, y como no vio a su amigo supuso que fue con Anna.

Unas dos horas después Ray regresó

—A que hora volviste? -preguntó Ray-

—hace como tres horas, ¿Estabas con Anna?

—Sí, Norman, hay algo que debo decirte.