𝐒𝐂𝐄𝐍𝐀𝐑𝐘 ━━ tamaki amjk.

| 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋

Algunos por ahí cuentan historias sobre Ángeles, sobre seres que nos cuidan desde antes, sobre aquellos que nos salvan, nos protegen y velan por nuestras almas. Nunca creíste realmente en eso hasta que lo viste.

Tenía el cabello de color azul oscuro algo largo, llevaba una especie de túnica larga de color blanco con detalles dorados, unas grandes alas de color oro y unos cuántos accesorios del mismo, sin embargo no te impresionó nada de eso, lo que se grabó en tu memoria fueron sus ojos tímidos y su postura algo encorvada, a pesar de ser algo por encima de ti se veía como algo inferior.

— Ángel.-— susurraste apenas lo viste. Habías quedado embelesada con él y su atractivo.

Su rostro se tiñó de un color carmín suave mientras jugaba con sus manos, levantó la mirada hacia ti sonrojado.

— N-no lo hagas.— pidió en modo de suplica.

Sentiste el aire mover tus cabellos mientras tus pies se balanceaban sin ritmo alguno. Miraste hacia abajo, las calles estaban algo vacías, poca gente transitaba por esa zona, lo normal, era de noche y blanco de muchos villanos.

—No es fácil, Ángel —respondiste volviéndolo a mirar, ahora se encontraba sentado al lado tuyo, cosa que te hizo llevar un pequeño susto.

— Por favor, no lo hagas.

Le sonreíste, estaba haciendo lo posible para que no saltes. Tus ojos se llenaron de lágrimas mientras mantenías la sonrisa en tu rostro.

— No finjas frente a mí, n-no necesitas sonreír — tomó tu mano entre la suya, era cálida y te hacía sentir en casa. — Sé q-que no es fácil, pero no...no te rindas, por favor, s-siempre te cuidé, hice l-lo posible, perdón por ser un inútil — su voz se quebró a medio camino.

Tu Ángel estaba llorando por no haber sido lo suficiente para ti. Se estaba sintiendo culpable y edo te hizo sentir culpable de alguna manera.

—No llores, Ángel, no fue tu culpa, por favor, no llores — tomaste su rostro entre tus manos contemplando su tristeza, nunca nadie había sentido tanta empatía contigo, nadie se había preocupado tanto.

— s-sé que te sientes.. sola, ¡pero estoy aquí para ti! — exclamó lo último con desesperación. Tus ojos chocaron con los de él, eran preciosos y demostraban sinceridad.

Tu corazón comenzó a latir con fuerza, tragaste duro. Miraste una vez más la distancia al suelo, luego miraste los ojos del Ángel, estaban cargados de preocupación.

No había sido fácil, nada había sido fácil, te estabas rindiendo, no querías sentirte más sola, quería amigos, una familia que te ame, querías vivir en paz, querías ser feliz, pero nada salía como deseabas, los problemas se sumaban y no querías seguir ahí para afrontarlos, no tenías más fuerza.

Pero ahí estaba él, tu Ángel, tomando tus manos entre las suyas diciéndote que no te rindas, que él estaba ahí para ti, que él no se alejaría. Tu Ángel estaba preocupado por ti, y apreciaste eso.

Seguirías luchando por tu Ángel, no estabas sola, él estaba contigo y su mirada gritaba No te rindas, aguanta un poco más por favor, serás feliz, lo prometo.

— ¡Tamaki! — exclamaste con una sonrisa mientras él te cargaba y escondía su cabeza en tu cuello. — También te extrañé, pero solo pasaron nueve horas.

— Fueron las nueve horas más duras lejos de ti — susurró con timidez.

Había bajado del cielo por ti, para cuidarte más de cerca, para asegurarse de tu bienestar y se enamoró de ti, aunque tú también lo hiciste de él.

Había adoptado el nombre que le diste, Tamaki, además había conseguido trabajo con un amigo que hizo llamado Mirio.

Te cuidaba y estaba contigo siempre, te repetía lo mucho que te amaba con regularidad y te daba caricias cuando te sentías triste, cumplió con su promesa, nunca te abandonó.

—Vamos a la cama, debes estar cansado, héroe — acariciaste su cabello mientras el asentía dirigiéndose a su habitación aún contigo en brazos. Aspiraste su aroma...olía a hogar.

Se acostaron juntos en la cama mientras le seguías acariciando el cabello, era suave y a él le encantaba que tú lo hicieras mientras se acomodaba en tu pecho. Estaban tranquilos, en paz, amándose el uno al otro y cuidándose entre sí.

—Tamaki.

— Mh.

—Gracias. — susurraste para luego rodearlo con tus brazos, él correspondió inmediatamente encajando contigo.

— Gracias a ti. Te prometí que n-no te dejaría sola y no lo haré, t-te amo mucho y lo sabes, bunny, estaré aquí siempre, si n-necesitas apoyo, lo seré, nunca te abandonaré, tomaré tu mano y no la soltaré. — subió su cabeza para mirarte a los ojos, tenía las mejillas sonrojadas, aún seguía siendo tímido y eso no iba a cambiar.

—Te amo, mi Ángel.

Él sonrió cuando lo llamaste así, te amaba y amaba que lo llamaras así, porque sabía que te pertenecía y sabía que tú le pertenecías, besó tus labios con lentitud expresando todos sus sentimientos de por medio, mordió ligeramente tu labio inferior para luego separarse de ti y apreciar tu belleza una vez más. Sus ojos brillaban al verte, y siempre lo harían por ti.

Hola, sí bueno, es algo corta pero me inspiré un poquito de un tiktok, dejo la foto guía arriba ajdnfj.
Si están pasando por momentos difíciles, piensen en Tamaki como su Ángel, a él no le gustaría que se rindieran y tiraran la toalla, luchen por ustedes y por él.
Recuerden que después de cada tormenta sale el sol y las flores crecen con más empeño.