Lost ✧YOONMIN✧

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《 ¿Quién? Quien es solo la forma que prosigue a la función del "qué" y lo que soy es un hombre enmascarado. Simplemente comento la paradoja de preguntarle a un enmascarado quién es.

V de Venganza. 》

Yoongi estaba muy alterado después de despertar a causa del sueño que tuvo, todavía no amanecía cuando sus ojos se posaron en la ventana.

Llevó su mano derecha a su cabeza tratando de encontrar una forma de estabilizarse, su ritmo cardíaco había aumentado de sobremanera, así que debía calmarse.

Pero, ¿qué quería decir con que la pista que tanto deseaban estaba en los portales? Hasta donde él había revisado, todo estaba "en orden", a menos que, cuando hayan mandado el mensaje hayan dejado algo ahí, lo cual significaría tener que entrar por su cuenta a los portales.

¿Debería? Es decir, estaba arriesgándose totalmente porque una vez ahí dentro no sabía lo que podían encontrarse, podía tratarse de una trampa y él estaría yendo directo a ella, pero ¿y si no? ¿Y si de verdad hay una pista? Solo había una forma de saberlo.

Pero todas aquellas inseguridades desaparecieron cuando el rostro de Jimin surcó sus pensamientos, haría lo que fuera por él, incluso meterse a donde el jamás habría querido volver en su vida.

Sin más que pensar o dudar, se levantó de su cama; no importó que aún siguiera en pijama o que su cabello estuviera desordenado, no, con pequeños pasos avanzó hasta el elevador, siendo cuidadoso de que nadie lo viera o lo escuchara, pues a veces Yoongi parecía un fantasma.

Por suerte, el área donde ellos dormían aún estaba oscura, los guardias se habían limitado a la sala de control, ignorando casi por completo los pasillos.

Llamó al elevador y apretó el botón del sótano, por suerte ninguna alarma o señal fue dada, pues con su identificación silenció las notificaciones al sistema. Una vez que las puertas del ascensor se abrieron, dejaron ver el gran pasillo que conducía a la bodega donde tenían guardados los portales, estos estaban siendo monitoreados por casi todas las cámaras y sistemas, es decir, no podría engañarlos, pero poco importó, pues una vez que le vieran, no podrían detenerlo.

Con pasos firmes y seguros avanzó hasta las puertas metálicas de la bodega y abrió las puertas, se sorprendió de que no le llamaran la atención o lo interrogaran desde los parlantes, aun así entró y las puertas se cerraron tras él. Y ahí estaban, siete cámaras criogénicas, las cuales fueron el origen de toda esa pesadilla, se armó de valor suficiente y caminó hasta una de ellas. Encendió una de las pantallas de monitoreo y puso las coordenadas que él se sabía de memoria, luego, programó con exactitud el algoritmo para después entrar a la cámara y entrar en sueño criogénico.

Uno de los trabajadores fue corriendo hasta la habitación de Jiyong, sin importar su hacia ruido o no, abrió la puerta de manera brusca, buscando a su jefe con la mirada.

— ¡Señor Jiyong! — El chico iba gritando por todo el pasillo el nombre de su jefe, cuando encontró la puerta perteneciente a quien estaba buscando con tanta insistencia. —Jefe Jiyong — El mencionado se levantó de golpe tras escuchar como su puerta era abierta con brusquedad, buscando la fuente del sonido, el cual había hecho que todos los demás se despertaran y fueran a ver qué sucedió.

— ¿Qué sucede? — Lo vio absolutamente preocupado, lo cual le dio mala espina.

—El señor Yoongi, él... — Tenía miedo de la reacción de su jefe, pero debía decirlo —El señor Min se ha inducido a sueño criogénico en los portales, los ha abierto.