🍭✨Desde la infancia✨🍭 ∆King Dice y tu∆

CAPITULO III

Eran las 8:30 PM, estaba sentada en un banquito a la altura de Dot dentro del camerino del escenario principal mientras ella aplicaba lo que parecía ser rubor en mis mejillas, seguido de una sombra en mis ojos y un brillo sabor fresa sobre mis pequeños labios. No estaba acostumbrada a tales productos experimentales sobre mi rostro, pero si era necesario usarlo tendría que hacerlo. La base y el polvo fue lo primero que había aplicado, recordaba que mi madre siempre lograba ponerse aquello pero no era de su tono....confío plenamente en Dot o podría parecer una nucita.

Mi cuerpo quedaba inerte cual maniquí hasta el momento que terminara ya que no tenía intenciones de interrumpirla, no quería causarle un posible enojo, se veía increíblemente inspirada, el rostro de Pip la miraba con algo de ternura, para mí que ellos eran más que una ficha unida a la otra, esa mirada la podía reconocer perfectamente ya que mi padre de vez en cuando miraba a mi madre así, como si le transmitiera palabras bonitas con tan solo observarla.

—Y..~ ¡Ya está! Ay! Quedaste como una linda muñeca, si fuera yo, no te sacaría de esta habitación por nada— Ella posó su palma nuevamente sobre mi mejilla izquierda de la misma forma maternal de cómo lo hizo esta mañana, yo solo sonreí ruborizandome por aquello, la vergüenza que sentía era como la de Dice esta tarde. Creo que empezaba a comprenderlo.

Pip giro el banquito, así para ver cómo había quedado, me fijé bien en mi reflejo sobre el cristal. No era mentira lo que decía Dot, había quedado muy bien, casi como una muñeca de porcelana, sentía que en cualquier momento que tocará mi rostro se agrietaria, la base era acordé a mi piel, por alguna razón aquello me hacia feliz, ella había hecho un trabajo espectacular apesar de no ser un maquillaje extravagante. La sombra de ojos era sumamente suave acordé a los colores de mi vestimenta y mis labios eran rosados cual nariz de gato blanco.

—Estoy impresionada....¡Me encanta!— Solté feliz viéndolos, unas sonrisas se ensancharon en ambos individuos, en Dot sintiendo orgullo por su trabajó y Pip por mi reacción.

—Me alegra que te haya encantado mi niña....quedaste realmente preciosa— Dot acarició mi cabello cubierto de laca, brillaba cual piso de cerámica limpió, estaban en hermosos risos combinados con un divino sombrero púrpura, literalmente ya estaba lista, el vestido que habían comprado para mí lo estaba luciendo en estos momentos, los guantes sobre mis manos eran de seda totalmente suave, pensando que en cualquier momento se deslizarian de mis dedos, pero solo era la sensación y lo poco acostumbrada que estaba por tener algo así.

—Deslumbraras a todos en el escenario, ya lo verás, te amaran de aquí en adelante después de esta noche— Pip parecía seguro de sus palabras mientras que con su mano derecha tocaba la punta de mi nariz juguetonamente, logré soltar una pequeña risa por aquello, el apoyo que ambos ofrecían me daba la voluntad necesaria para salir. Aún que no podía evitar sentirme nerviosa, era la primera vez que bailaria y cantaría frente a un público excesivo.

En eso alguien tocó la puerta del camerino, le di la aprobación de entrar fijando bien mi vista en Piruletta, la ventaja de ser una ruleta era que la rueda que ella poseía, podría usarla de prenda cuando quisiera, en estos momentos ella no lo poseía como en las prácticas, a cambio tenía un chaleco verde oscuro combinada con una camisa blanca por debajo de esta, pantalones oscuros y zapatos cerrados. Sus manos permanecían detrás de su espalda, su mirada se posaba en mi detallandome. Jure verle una pequeña sonrisa sobre sus labios por mí no habitual apariencia.

—Parece que ya estás lista linda...ven, justamente te venía a buscar, es hora de tu Show— Dio una señal atrayente con su mano saliendo del camerino, yo solo pude respirar profundamente viendo como Pip y Dot me ayudaban a bajar del banco en el que estaba sentada, nos dirigimos hasta el escenario que tenía los telones abajo, murmullos y murmullos se escuchaban detrás de este. Antes de salir, la abrí solo un poco para visualizar con mi ojo cuántas personas habían.....¡ERAN DEMASIADAS! Se podía apreciar como otras llegaban y tenían que sacar más sillas para apartar un lado en las mesas, oh algunos simplemente estaban fuera de las mesas sentados como espectadores en un cine.