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Llegaron a su casa y NamJoon se apresuró a llevar a SeokJin a la habitación principal, lo recostó en la cama y él se encerró en el baño, tomó una bocanada de aire e intento tranquilizarse.

_Debemos calmarnos..._ murmuró y se acercó a la bañera abrió la llave del agua fría y la dejo llenarse mientras él se lavaba el rostro con agua fría, necesitaba mantenerse bajo control y no dejarse llevar por sus instintos animales. Cerró la llave del agua cuando la bañera se llenó y salió de la habitación para encontrarse a SeokJin abrazando su alpaca de peluche, tenía sus ojitos cerrados  su respiración estaba agitada y sus mejillas rojas.

_Alfa..._ el rubio lo llamó, para los Omegas era mucho más difícil controlar sus instintos en el celo que a los alfas, era como si su parte racional desapareciera por momentos.

_Jinnie...

_Alfa_ el Omega abrió los ojos, soltó su peluche para después enderezarse_ te necesito..._ estiró sus brazos hacia el dragón que se acercó y lo abrazó, sin esperar que Jin se le colgaría como oso koala.

_Me duele_ susurró.

_Lo sé, Jinnie_ comenzó a caminar de regreso al baño_ te voy a ayudar, pero necesito que intentes mantenerte tranquilo...

_Tengo calor_ refunfuño y soltó un leve gemido al sentir una nueva oleada de calor.

_Tranquilo, Jinnie_ comenzó a soltar a feromonas intentando que se relajará y que el dolor que pudiera llegar a sentir no fuera tan intenso. Lo quiso dejar en el suelo, pero el Omega se negaba a soltarlo_ vamos, Jin, esto es por nuestro bien.

No quería darle supresores, sabía que usarlos por mucho tiempo podría afectar su salud y además era mucho mas peligroso usarlos para detener el celo cuando esté ya inicio.

Lo hizo sentarse en el retrete y lo desvistió tratando de ignorar la voz en su cabeza que le pedía seguir sus instintos. Al terminar de quitarle la ropa volvió a cargarlo y lo hizo entrar a la bañera con agua fría que lo hizo jadear.

_Shhh, estarás bien_ Jin se quejaba y se negaba a soltar a su esposo.

_Esto te ayudará, después te pondremos tu pijama e iremos a dormir.

SeokJin se le figuro a un gatito no queriendo entrar al agua, pero igual tuvo que entrar y así calmar el calor de su cuerpo. Al sacarlo de la bañera se apresuró a cubrirlo con una bata, salieron del baño y lo quiso dejar en la cama, pero Jin no quería soltarlo y camino con la alpaca abrazado a su torso.

_¿Cuál pijama quieres usar?_ le preguntó al abrir el armario, pero el menor negó con la cabeza y señaló el armario perteneciente al dragón_ ¿Quieres usar algo de lo mío?_ Jin asintió y se dirigieron hacia el armario, eso emociono al alfa, el Omega parecía estar buscando estar con él en su celo y eso significaba que lo aceptaba.

SeokJin escogió una camiseta de un tono de azul oscuro que en las mangas tenía una flores en blanco, lo ayudó a vestirse y lo acomodó en la cama e intento salir de la habitación, pero eso parecía alterar al Omega.

_Dormiré en el suelo, ¿Si?

_No_ negó con la cabeza_ alfa junto a Jinnie.

_No, alfa en el suelo_ se negó.

_Alfa aquí_ señaló el lado vacío de la cama y NamJoon no supo cómo sucedió, pero de un segundo a otro ya estaba sentado en el lugar indicado, al parecer su lado animal no se podía resistir a las ordenes de su Omega.

_Bien, tú ganas, aquí me quedaré_ SeokJin pareció feliz con eso y se acurrucó en el pecho del dragón, al parecer su calor se había calmado al igual que el dolor.

Esa noche el dragón casi no durmió por estarlo cuidando y por no perder la conciencia dejando a su lado animal tomar el control. Su celo sólo duraría unas cuantas horas más y debía resistir, así como había hecho tantos años, pero el de SeokJin mínimo duraba tres días y los tres días debía cuidarlo.

En la mañana se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno y también aprovecho para llamar a la señora Bae para que no fuera en esos días y también llamo a su hermana para avisar que no iría al trabajo por unos días.

Tuvo que tomar su desayuno rápidamente y en una charola sirvió el de SeokJin para llevárselo a la habitación, pero se encontró al Omega soltando leves gemidos mientras frotaba sus partes íntimas con su almohada.

_Alfa...

Si, así tuvo que soportar setenta y dos horas, las primeras fueran realmente duras porque el también estaba en celo, pero cuando por fin aquel instinto desapareció todo fue un poco más tranquilo, los calores de Jin las primeras cuarenta y ocho horas eran seguidos, sólo eran cuestión de unos pocos segundos de diferencia entre uno y otro, así que debía aprovechar esos escasos minutos para alimentarlo. Las últimas veinticuatro horas todo se volvió más sencillo, ya no eran tan seguidos y podían pasar horas para que tuviera un oleada de calor y ya parecía estar bastante cansado que durmió la mayor parte del tiempo.

Necesitaba averiguar que había provocado el celo tan repentino de su esposo.

El Dragón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora