Baúl

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— ¡Abuelo! ¡Abuelo Fran! — Me llamaba mi nieto desde el interior me mi casa — ¿Dónde estás, abuelo?

— ¡Aquí! — grité desde el patio trasero mientras me dirigía hacia la puerta, cuando mi pequeño nieto apareció frente a mi más enérgico que de costumbre. Seguramente ha pillado algo.

—Abuelo en la cochera encontré una caja con dos trajes raros junto con muchas cartas antiguas — Le miré confundido — Leí un par de ellas que estaban dirigidas hacia... — baja la mira avergonzado — Abuelo ¿Tu eres Ilu?

Al escuchar ese nombre sentí como todas aquellas viejas memorias de hace más 40 años volvieron a mí, y de repente me envolvió un gran sentimiento de nostalgia.

— ¿Dónde está esa caja?

Mi nieto me tomó de la mano y me llevó hacia el lugar donde la había encontrado. La caja estaba envuelta en polvo, sin embargo el interior junto con las cosas que yacían dentro lucían casi intactas.

—Pensé que estas cosas se perdieron en la mudanza hace 20 años — susurré sorprendido mientras me inclinaba para verlas mas de cerca.

Ambos nos pusimos a observar el contenido de ella y para mi sorpresa había más cosas de las que recordaba, la mayor parte de las cartas y dibujos se encontraban en buen estado.

— ¿Abuelo ese eras tú? — Me enseña una foto en marcada donde yo me encontraba. La tomo entre mis manos y esta era de un evento al que fui en Argentina hace muchos años atrás — ¡Oh, Abuelo! Este es el abuelo Bleda de joven, ambos se ven muy diferentes — se ríe mientras me la entrega — Abuelo nunca había visto esto, tienes muchas fotos de joven.

—Si... — me limito a sonreírle mientras tanto él sigue observando el contenido de la caja con mayor con curiosidad.

Entre tanto yo intentaba recordar el día en que tomamos esta foto, creo que fue en mi cumpleaños número 35.

—Abuelo, ¿Te regalaron todos estos dibujos? Están muy bonitos — me enseña algunos dibujos — ¿Cómo duraron tanto? — se pregunta curioso.

— No lo sé — le respondo levantándome — Ah, los trajes que mencionaste ¿Dónde están?

— Se los di a la abuela Helena antes de buscarte — se levanta mirándome un poco nervioso — Abuelo,  ¿Cuándo eras joven eras famoso?

Ante lo dicho no pude evitar reír levemente y segundos después comencé a contarle a grandes rasgos sobre lo que hacía hace muchos años, mientras yo hablaba él me miraba sorprendido. 

Esta era una historia que solo mis hijos conocían y no negaré que me sentí muy feliz con poder compartirle a mi nieto lo que fue una parte muy importante mi vida. Podía ver en sus ojos como mi historia le gustaba además porque él me escuchaba atentamente.

—No pensé que eso antes era extraño — comentó mientras se levantaba abuelo — Hoy parece tan normal... Ahora ya entiendo muchas fotos que tienes en la casa abuelo.

—Ahora tengo nuevas fotos para colocar — digo para mi.

—Abuelo ¿Entonces así fue como compraste el auto con el que salen en la foto de la sala?

— ¿El Audi?, Ah Si.

— ¿Porqué no lo tienes ahora?

— Tuve que vendí para poder construir esta casa.

— ¿Te tiempo lo tuviste abuelo?

—Lo suficiente para disfrutarlo debidamente, nos fuimos a un par de viajes en él con tu abuela — observo nuevamente la caja y encuentro otra foto suelta — Pásame la foto que está debajo de ese dibujo — apunto.

— ¿Está? — pregunta antes de dármela y se pone a verla — Hay muchos nombres escritos aquí atrás — mira confundido antes de proceder a leer — Rm_Lalito, Dogzilar, zerorequiem... que nombres más raros — se queja entregándome la foto — Abuelo ¿Quiénes son ellos?

—Ellos son... — limpio el polvo de la foto — Ellos para mí en ese entonces como unos jeques — me rio — Bueno, yo los llamaba mis jeques, ellos me daban dinero por mi trabajo cuando era más joven.

— ¿Aún hablas con ellos?

— No, hace tiempo perdí contacto con ellos, aunque espero que ellos tengan una buena vida, eran una muy buenas personas.

—Tienes muchas fotos con diferentes personas, Abuelo eras famoso.

—No creo que popular sea la palabra correcta.

—Abuelo eres genial, quiero saber más sobre cuando eras de joven, papá no me cuenta mucho sobre ti.

— Por supuesto, pero la próxima vez que te quedes — le sonreí y revolví su cabello con ternura.

— Así que aquí estaban — aparece Helena apoyándose sobre el umbral de la puerta — Ya llegó tu papá, te está esperando en el coche — le extiende la mano mientras me observa con cariño — Vamos pequeño, despídete del abuelo.

— Adiós abuelo — me abraza con fuerza — No te olvides, la próxima vez tienes que contarme más.

Cuando ambos salieron, la curiosidad volvió a mí por lo que yo continúe escarbando en aquella caja donde yacían guardadas las memorias más bonitas de mi juventud, me puse a leer un par de cartas, si que fui muy afortunado de tener a tan buenos seguidores.

Yo me encontraba tan concentrado en ello que no me percaté del tiempo que había transcurrido hasta que Helena me habló.

— Sigues aquí cariño.

—Tantos años de mi vida y solo entraron en una caja — le enseño algunas cartas y dibujos.

—De hecho en dos — camina hacia un estante cercano — Pensaba que esas cajas se habían perdido en la mudanza, pero si esa caja está, la otra debería estar por aquí — baja una caja del mismo tamaño — Si, está es — Coloca aquella caja sobre una mesa y luego de limpiarla procede a abrirla.

—Había olvidado que hicimos esto — le comento sacando un álbum grueso — Que rápido pasa el tiempo — abro el libro.

—Recuerdas ese evento — señala una foto que nos hicimos en el salón del manga de Barcelona en el 2025 — Ese sigue siendo de mis favoritos, los invitados ese año estuvieron a otro nivel.

—Sí, también es de mis eventos favoritos — doy la vuelta a la siguiente página — ¿Esta es de la Comic-con de México verdad?

—Sí, por esos años fuiste invitado a diferentes eventos al otro lado del charco 

—¿Qué hace un USB aquí?

—Creo que guardaste algunos videos allí, pero no me acuerdo que — me da un suave golpe en la espalda — Será mejor que terminemos de alistar las cosas, Bleda hace poco llamo que no tardaban en llegar y los demás también — me mira con dulzura — Luego seguimos viendo mejor estas cosas.

— Antes que me olvide ¿Qué hiciste con los trajes?

—Los dejé en la lavandería, pero no se pueden usar, estan muy viejos — se adelanta a mí — Vamos cariño ayúdame a llevar las cosas, en la noche continuamos con esto — extiende su mano hacia mí.

—Está bien — sostengo su mano y le doy un beso en la mejilla — Yo pondré los platos, tu ve preparando los cubiertos.

Aquella tarde fue nostálgica, con mi esposa le comentamos a mis amigos sobre lo que había encontrado y hablamos hasta muy tarde sobre esa época en nuestra vida.


Fic de regalo para el cumpleaños de Ilutv.

Ahora el Studio Illo busca ingresar a nuevos terrenos y esto es evidencia de ello.

Espero que lo haya leído y que le haya gustado, jejeje.

Los quiere


Miss Lemons

Para el Illo de 70Donde viven las historias. Descúbrelo ahora