Su mirada... Esa mirada penetrante que me impide conciliar el sueño por las noches, no sé qué es lo que más me atormenta, la manera en la que me miró o la manera en la que nos conocimos.
SEMANAS ANTES
Me miro por tercera vez consecutiva en la mañana, tratando de buscar si hay algo en mi aspecto que pueda parecer desagradable ante la visión de los demás, me examino de pies a cabeza, comienzo por mi cabello que cae correctamente a mis costados, con leves mechones colándose por mi frente, prosigo a ver mis hombros descubiertos en el cual resalta una cadena de oro, regalada por mi madre, cuyo dije es de una luna. Bajo más la mirada encontrarme con una blusa campesina de color blanca con decoraciones de encaje, que hace una buena combinación con mis Jeans color azul celeste, para finalizar con unos Vans de color blanco.
Ante mi mirada el outfit que decidí llevar el día de hoy al colegio es correctamente apropiado. Debido a que tengo cuerpo para mi gusto bonito, aunque mis amigas siempre me recalcan entre bromas que tengo un trasero proporcionalmente grande. Cojo mis cosas y salgo en busca de mis padres, para poder desayunar como la familia que somos.- vas a desayunar- exclamó mi madre desde el comedor, mientras yo bajaba la escalera.
-claro- respondí amablemente, mientras me dirigía a la sala de estar, para colocar mi mochila.
Me siento en el comedor y observo a mi padre leyendo el periódico, mientras mi madre se termina de maquillar, poso mi vista en la variedad de alimentos que se encuentran en él, eligiendo así el tazón con fruta picada y un vaso con contenido de jugo de naranja.
-hija- exclama con firmeza mi padre.
- ¿si? - conteste con cierta molestia al escuchar su tono de voz.
-En unos días me ascenderán de puesto, y habrá una cena muy importante en la cual solicito de tu presencia y la de tu madre, quería que tu hermano estuviese en estas fechas, pero ya sabes que la universidad se lo impide- Lo dijo mirando a ambas.
-Asiento con un movimiento de cabeza, sin preguntar detalles-.Me levanto del comedor, dispuesta a salir y emprender camino al colegio, cuando la voz de mi padre resuena tras mío.
-hija te llevare hoy al colegio- me ordena mientras vuelve la vista a su periódico.
Asiento de nueva cuenta, sacó mi celular y me coloco los auriculares, dirigiéndome al automóvil, aun sin entender el motivo por el cual me llevará al colegio dado que no suele hacerlo. La única explicación lógica sería que está de buen humor, por la noticia que nos acaba de dar.
A los 3 minutos escucho a mi padre cerrar la puerta principal de la casa y dirigirse al automóvil, portando su usual traje favorito y una sonrisa en su rostro. Quiero a mi padre, pero a veces tengo la idea de que me sobre protege, y no comprendo porque lo hace, si ya estoy por cumplir los veinte.
Y lo mejor es que mi hermano se graduó el año pasado, y en este momento está cursando la universidad en New York, porque sé que el sería igual o peor que mi padre al protegerme.
Mi padre enciende el automóvil y empiezo a observar por la ventanilla, para poder persuadir el bello amanecer, me encanta ver los colores que pintan el cielo, son tenues y capaces de alumbrar una bella mañana. Me hundo en mis pensamientos al recordar a que en breve comenzará la semana de exámenes, y eso me conlleva a tener que estudiar y prepararme, para seguir siendo la nota más alta del colegio
El trayecto al colegio se me hace muy corto, debido a que mis pensamientos me distrajeron del camino.-hemos llegado hija- espetó con gentileza, lográndome sacar de mis pensamientos.
-claro, gracias por traerme- desconecto los auriculares y los guardo en mi mochila.
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El día que le conocí
RomanceHeather es precisa y segura de si misma, mientras tanto Hunter está dispuesto a vivir la vida al limite, y no le importa lo que pueda pasar. Sin embargo sus vidas están a punto de dar un giro inesperado. ¿Nos acompañas en ésta historia de odio y ro...