tiempo...

4.9K 188 4
                                    

Al llegar, fuimos a una tienda y empecé a probarme todos los pantalones que había; me habrá comprado como veinte pantalones; después fuimos a otra y me compró como veinte remeras también.

Luego fuimos a comer algo y mas tarde volvimos a casa. A Jesú no le agradaba que me miraran, mucho menos que me dijeran alguna cosa; él, al instante llamaba a los muchachos y lo hacían desaparecer.

Para todos yo era la nueva consentida; pero todo tenía un precio con Jesú. No podía hacer nada que a él no le gustara. De vez en cuando le daba un beso en a mejilla o un abrazo, para que no me hiciera nada. Tenía casi todo lo que pedía, pero siempre con la condición de no acercarme a ningún otro hombre.

Ya pasó un mes desde que me trajeron acá; Jesú hacia casi todo lo que le decía, siempre era una negociación con él. A veces, se iba por dos días completos y cuando volvía, no dejaba que lo viera, siempre tenía que esperar a que él me fuera a buscar. 

Los días que Jesú no estaba, me encargaba de volver locos a los hombres mas viejos de seguridad. Les hacía de todo para que Jesú se enoje con ellos y los eche, así traía chicos más jóvenes y me podía aprovechar y divertir.

Con los viejos, lo que hacía era andar en biquini todo el día,nadar, andar por la casa en toalla, pasarme crema cuando estaba en el patio; entonces, después, cuando volvía Jesú, le lloraba un poquito y listo!

En cuanto a los chicos, les coqueteaba, los dejaba babeando... los histeriqueaba hasta que me cansaba. Así, cuando necesitaba algo, ellos lo hacían.

A Lucas no lo veía seguido, siempre estaba con Jesú para todos lados. Jhon iba con Jesú cuando era algo importante; en cuanto a Michael, él siempre estaba en la casa vigilando.

Hoy estuve todo el día acostada en la habitación sin hacer nada.

Al otro día, me levanté, duché, vestí con un pantalón, remera y unos zapatos ya que estaba fresco el tiempo. Bajé a desayunar y escuché que Jesú estaba por volver  a la casa. Me daba mucha curiosidad ver como llegaba Jesú, ya que nunca podía verlo. Terminé de desayunar y fui a mi cuarto, me quité los zapatos y fui al baño de la habitación de Jesú; me quedé detrás de la puerta; de pronto, se escucha que entran a la habitación... 

--Cómo que nadie sabía?, él la quiere...pero que ni piense que va a tenerla, es mía!-- escuché decir a Jesú

--Señor, nosotros no sabíamos nada de ella, se lo juramos!--dijo Jhon

--Ahora vamos a tener que tener más cuidado, vamos a tener que reforzar la seguridad, así que...a trabajar!--dijo Jesú furioso

--Está bien jefe!--dijo Jhon. Escuché la puerta cerrarse...

--Dios!; voy a tener que tirar otro traje!--Dijo Jesú, abrió la puerta y entró al baño, yo estaba detrás de la puerta, viendo como Jesú se desvestía...

Se quitó  el saco, los zapatos, la camisa, la musculosa...toda la ropa estaba llena de sangre...me daba mucho miedo; en un momento, se miró al espejo y me vio...

Amor NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora