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Solías llorar por nada, hoy ... ya no lloras, no hablas, no respiras, permaneces en silencio con una expresión inerte en tu rostro pálido y tus lágrimas ... ya no brotan.

Oscuridad ... fue lo que quedo con tu partida, una vacío inmenso al lado izquierdo de mi pecho el cual no creo poder llenar, escucho tu voz en el viento, tu risa angelical invade mi mente haciendo divagar mis recuerdos, me ahogo en llanto, te busco y es inútil, no te puedo encontrar.

Soledad... es lo unico que siento ahora, soy solo un cuerpo vacío arrastrados a merced del viento, estoy muerta en vida, morí... el día se tu partida.

Aun recuerdo tu pregunta en aquel entonces  ¿como seria la vida sin mi?... tu voz sonaba tan extraña ese día y no supe como responderte, pero ahora se la respuesta, la vida sin ti... es un infierno, una tortura diaria, un ciclo de dolor sin fin.

Perdoname... por no darme cuenta de tu sufrimiento, por no saber apreciar cada momento, por no haber echo mas por ti-  dije con varias lágrimas en su rostro.

Hablame ... no importa lo que digas, solo hablame, necesito escuchar tu voz para calmar mi ansiedad.

¿Porque?... la duda existencial que tengo, veo a la gente reír y siento como la oscuridad crece formando parte de mi.

Con tu partida se apago una estrella, y si, esa estrella eras tu, eras  la estrella que brindaba luz a mis noches frías y oscuras ... ¿porque te marchaste?.

Vuelve... aceptar que no estas me duele, verte en un féretro me destruye lentamente, tener que decirte adiós no puedo, no quiero. Temo no tener las fuerzas para continuar.

Siento miedo ... miedo a querer ir tras de ti, a cruzar la delgada linea que nos separa y no encontrarte,¿nos volveremos a ver?... quizás en otra vida.

Cada noche el mismo sueño que se repite una y otra vez, si, ese, la primera vez que morí.

Me encuentro en el suelo
junto a tu cuerpo inmóvil,
con mi ropa manchada de sangre y gritando tu nombre, te llamo una y mil veces sin lograr despertarte, me siento impotente al no poder hacer  nada mas que observar, observar como te pierdo, como tu vida se escapa de mis manos si poder sujetarla, te vas... y no puedo detenerte, vas subiendo a un tren con un destino incierto y un viaje sin retorno... no pude aferrarme a ti.

Tu madre me entregó unas cosas que te pertenecían, una  caja llena de sentimientos y sueños rotos, un trozo de tus memorias, una parte de ti.

Mil lágrimas caen de mi rostro al mirar su contenido, las fotos de momentos lindos que no volverán, ese pequeño regalo que te di en tu cumpleaños ese que atesoraste como si fuese la octava maravilla del mundo aunque este no fuese la gran cosa, un cuaderno de paginas viejas al que muchos llaman diario y en su interior varias cartas que nunca se entregaron.

Abrí aquel libro en que plasmaste  tus pensamientos mas sinceros y ... tus temores mas profundos... ¡Esto no puede ser cierto! ...

Tu diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora