Room Shaker | Kinktober [PAUSADA]

Remote vibrator

Highway to heaven
Yutae

Estaba aburrido.

Aquella película de terror le estaba cansando, tantos gritos, música subida para asustar, solo lo mismo de siempre y aquello lo aburría. Observó a su lado a su novio que estaba viendo su celular mientras estaba con unos auriculares, a comparación de él, Taeyong solía ser más asustadizo por lo cual evitaba ver películas de terror con el sino quería tener pesadillas más tarde y por su parte, quedarse sin sexo por una semana.

Suspiro nuevamente regresando su vista a la película, estuvo unos minutos más viéndola hasta que no pudo más y mejor decidió perderse en su mente, comenzó a pensar en su trabajo primero pero luego le pareció extremadamente cansado y aburrido, luego sobre lo que comerían hoy y mañana pero ese era el trabajo del más bajo debido a que él es chef así que entonces, cuando regreso su vista a la pantalla tuvo una idea, en la película estaban jugando a las escondidas pero él sonrió por lo grandiosa que era así que le puso pausa a la película y llamó la atención de Taeyong quitándole un auricular.

—¡Hey!

—¡tengo una idea! — el mayor lo miró aburrido.

—espero que no sea otro invento de receta que quieras que pruebe, la última vez termine con infección del estómago.

—algo estaba caducado.

—no lo estaba.

—olvídalo — lo vio rodar los ojos para luego dejar a un lado su celular y centrar su atención en él.

—¿que se te ocurrió?

—¡juguemos a un juego! — Taeyong frunció el ceño al escucharlo.

—¿cuántos años tienes? Entiendo que soy el mayor, pero hasta donde yo sabía era solo por unos cuantos meses — lo miró mal para luego sonreír.

—no es cualquier juego mi querido y hermoso Taeyongie.

—¿entonces? — y sin que el mayor lo esperara lo acorraló contra el sofá dejando sus rostros demasiado cerca.

—el juego trata lo siguiente — susurro lo suficiente audible acercándose a su oído mientras pasaba uno de sus manos por su cadera y la otra comenzaba a acariciar su abdomen —jugaremos a las escondidas pero yo te pondré aquel vibrador que tenemos, contare hasta veinte y tú tendrás que esconderte en ese tiempo, pondré el vibrador en el primer nivel y te buscaré por toda la casa — llevo su mano hasta uno de sus pezones comenzando a acariciarlo sobre la tela sintiendo como el mayor temblaba ligeramente— donde yo crea que estés le iré subiendo y tratarás de aguantar tus dulces gemidos. Si pierdes te ataré de pies a cabeza, te vendaré los ojos y te follare tan bien que terminarás rogando por parar por lo sobre estimulado que estarás, pero si pierdo tú decides que hacer — se separó lo suficiente para ver el rostro sonrojado del mayor y como parecía haberse quedado sin palabras.