Capítulo II

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Pasadas unas horas en el hospital, Jungkook se dirigió al baño donde encontró a uno de sus compañeros mirando el espejo mientras se agregaba diversos productos cosméticos en la cara. Era un chico de mayor edad que Jungkook, de altura alta, piel clara y suave, con ojos avellanas.

—¿Te estas pintado de mimo Hoseok? —hablo rápidamente Jungkook mientras sonreía ladinamente con gracia mientras pasaba al otro lavamanos.

—Es que note que mis ojeras espantaban a mis pacientes—dijo mientras seguía concentrado frente al espejo aplicando lentamente bajo su párpado inferior un poco de corrector facial para esconder las ojeras que el trabajo dejaba.

—Tiene una gran cita esta noche—se escuchó una voz a su izquierda mientras se burlaba y procedía a secarse las manos.

Jungkook al escuchar eso solo pudo musitar un "ah, ¿sí?" mientras se lavaba las manos y volteaba a ver al ahora nervioso compañero, quien dejo de mirar el espejo para rápidamente mirar a quien lo delato.

—¡No le digas! —dijo mientras se escuchaba una risa de su compañero quien lo miraba expectante—. Voy a cenar con mi ex y su madre, él nunca le dijo que nos divorciamos y no quiero ser responsable de la muerte de una mujer de ochenta.

Jungkook escuchaba tranquilo la conversación mientras se lavaba las manos.

—Bien, cambiare guardias contigo—hablo nuevamente su compañero quien ya se había terminado de secar las manos, y su rostro de repente mostraba preocupación por las palabras que diría—Yo tengo que ir a casa a ayudarle a coser a mi esposa seis disfraces de oruga con piernas de velcro para Myoui.

—Ugh, no entiendo cómo le hacen—musito alguien de repente saliendo del cubículo, dirigiéndose inmediatamente al lavamanos—, Hyuna quiere tener hijos y yo ni tengo tiempo para rasurarme­— dijo con algo de desgana Dawn, unos de los enfermeros del hospital, de una altura medianamente alta, y de un aspecto llamativo.

—Deja de rasurarte y te dejara en paz—musito tranquilo Hoseok mientras le entregaba un lápiz labial a Jungkook y se retiraba—. ¿Enserio?

—Jungkook, tienes suerte solo tienes que preocuparte por tu trabajo.

—Es cierto—se escuchó de fondo mientras se iban y dejaban solo a Jungkook.

Aunque no pareciera esas palabras dejaron desorbitado al pelinegro, quien solo dejo de hacer lo que hacía para mirar el espejo. Realmente esas palabras rezumbaban en su corazón, sus compañeros decían que tenía suerte, pero él no sabía a ciencia cierta si era así, realmente estaba muy confundido.

—Doctor Jeon, ¿está usted ahí? —se escuchó un grito desde fuera del baño sacando a Jungkook de la burbuja de pensamientos en la que se encontraba.

—Sí, ahora voy—contesto rápido intentando dejar todas sus acciones de lado y salir de ahí para atender su llamado.

Mientras salía se topó con una de las enfermeras que lo esperaba con una carpeta en las manos, un poco impaciente, que cuando lo vio salir saco rápidamente de la carpeta una radiografía elevándola para que la luz de las lámparas del hospital pegue directo con aquella radiografía y así poder ver mejor lo que había pasado.

—Tobillo en cama dos.

—Muy bien no hay fracturas, solo véndalo y envíalo a casa, gracias—habló tranquilo Jungkook.

Justo en ese momento su celular empieza a sonar, a lo que empieza a caminar mientras responde, viendo de reojo quien le había marcado en sus horas de trabajo. Cuando se pone el celular en el oído puede escuchar una aguda voz con mucho ruido de fondo.

—¿Vas a venir o no? —exclamaron tras la otra línea telefónica.

—Si voy a ir—decía mientras caminaba por los pasillos del hospital.

—Qué bueno porque el muchacho es genial.

—Lo conociste, ¿está ahí?

—Ah, no, no lo conozco en persona—hablo con sinceridad mientras se escuchaban los gritos de niños en el fondo.

—Jin, ¿no me estarás juntando con un completo extraño?

—No, es amigo de un viejo amigo—negó rápidamente para seguidamente agregar—. Sé que es muy agradable.

—¡Ay no!, ¿qué significa eso?, ¿es gordo y con sentido del humor?, no otra vez Jin—le reclamo mientras llenaba unos documentos en la recepción del hospital, su compañero solo lo miraba curioso.

—¡Oye!, no fue fácil hacer que viniera él tampoco acostumbra a hacer citas a ciegas—hablo con queja y un momento ya se encontraba gritándole a sus hijas "¡Tienen que hacer tanto escándalo!" seguido se escuchó con una voz más calmada y rendirá "Hay otras seis habitaciones, ayuden a papa ¿sí?".

—Oye, si voy a llegar, pero estoy muy ocupado esta noche.

—Ah, ah, no digas que estas ocupado, olvídate de la palabra ocupado—escucho como se quejaba Jin tras el teléfono, él solo observaba a la gente que se encontraba en el hospital "señora, no debes pisar esto" le decía Jungkook a un familiar de un paciente que se encontraba en el pasillo mientras su hermano seguía hablando—, recuerda que te estoy haciendo un gran favor, no hay mucho de donde elegir Jungkook.

—Jin sabes perfectamente que puedo conocer hombres solo.

—Lo se lindo, solo que quiero que conozcas a uno que no sangre—musito con un poco de ironía en su voz.

—Está bien—contesto rendido mientras cambiaba de tema—. ¿Sabes que me propusieron matrimonio dos veces hoy?

Mientras hablaba caminaba por los pasillos del lugar donde se topó a Jennie y a la paciente Choi quien no dudo en volver a exigir su propuesta. Era en parte algo muy cómico, pero a la vez un poco extraño, pero eran sucesos raros que llegaban a pasar en el trabajo y que no le quitaban las ganas de seguir, era dedicado y esplendido respecto al trabajo.

—¿Te casas conmigo? —hablo la señora Choi mientras caminaba junto a su enfermera—. Si señora Choi, por supuesto.

—Ya van tres—susurro al teléfono mientras se retiraba con dirección a otro pasillo—. Bien, te veré a las siete.

—A las siete—musito Jin a lo que Jungkook inmediatamente miro su reloj para contestar—. A las siete y media, ¿qué preparaste?

—Lasaña, la receta de mamá y no me hables de carbohidratos.

—Llevo día y medio comiendo ensalada de la cafetería, lo que sea es bueno.

Antes de escuchar una respuesta escucho a su hermano exclamar y gritar "¡¿Quién puso a Bob Esponja en la masa?!", amaba a su hermano y a sus pequeños cómplices de juegos. Sus sobrinos eran un encanto para él, y sin importar que no se vieran tan seguido como él quisiera por el trabajo, los amaba, como ellos él, les encantaba jugar y pasar el rato con su tío Kookie.

—Tengo que colgar—dijo apurado Jin.

Jungkook solo escucho eso y como la llamada era cortada, limitándose a solo esbozar una pequeña sonrisa y proseguir con su trabajo, pues una de sus metas en el hospital era llegar a ser titular y lo haría. No se rinde tan fácil.

 No se rinde tan fácil

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2021 ⏰

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