𝙵𝚘𝚝𝚘𝚜

002

-Y entonces yo le dije qué...

Solo podía escuchar a su acompañante, estaba por dormirse justo en medio de su "conversación" por lo tedioso que se estaba volviendo. Miraba en dirección al chico de melena blanca pero no podía oír sus palabras, giro su cabeza un poco y se encontró con una cabellera conocida...

–Un segundo – se dirijo al chico de ojos carbón y lo abrazo, él contrario devolvió el tacto.

–¡Hola, tanto tiempo sin verte! – en voz alta, se acercó a la oreja del menor.

–Ayúdame no lo soporto, soy Error ¿Cómo es tú nombre? – sintió como una sonrisa salió de la boca del de estatura ínfima, de seguro se dio cuenta de lo disparatado de la situación.

–Killer – bisbiseo, y se separó del abrazo de repente.

–¡Oye, cuánto tiempo ¿Desde cuándo no nos emos visto? Eh – fingió estupor y hablo como si lo conociera durante años.

Rieron nerviosamente, y él otro sentado en la mesa los veía con... curiosidad y a la vez con algo de asombro ¿Error siendo amable con alguien? Era como si el fin del mundo estuviera cerca.

–eh... ¿Quien es él? – interpela, se sentía curioso por el misterioso chico de ojos resaltantes.

–Oh él es Killer, es mí... ami-

–¡Ex novio! – creo que se había metido en el personaje más de la cuenta.

–¡Oh! – miro de manera coqueta a su amigo.

–¡Vaya, vaya lo que te escondes Error! – dió un codazo a su amigo y este no respondió, tal vez estaba entrando en un reinició.

–Como sea ¿Cómo se conocieron? – sin prestarle mucha atención al de piel canela, le pregunto al muchacho frente a él.

–Bueno..., es un larga historia – respondió sin mucho brío.

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–Y así fue como nos conocimos... sí.

Estaban todos juntos sentados en al misma mesa y ambos chicos estaban tratando de crear una historia medianamente convincente, y de la que tendrían que recordar para que no haya dudas sobre el tema.

–Así que ¿En un parque de diversiones? – algo interrogativó, preguntó nuevamente y eso ponía un poco nervioso al de pelo albino, ya que, Error sabía de la decadente memoria de su amigo.

–Si... – ya estaba cansado y quería escapar de esa situación, miro su reloj y noto lo tarde que se había echo "maldición" pensó.

–Oye, sabés, Killer y yo yá tenemos que irnos y se está haciendo tarde y... – seguiría hablando pero, ya casi y estaba por saliendo de la tienda.

–¡Oh! Claro, no me había dado cuenta – recogió sus cosas rápidamente y se despidió de ambos.

El hombre de cabellera morocha estaba esperando a que el contrario terminara de arreglar sus cosas, le daría las gracias y se dirigiría a su vivienda.

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Estaban caminando por las calles de la ciudad, al final lo iba a acompañar hasta su hogar le había caído bien después de todo.

El silencio reinaba entre ambas personas pero no les resultaba incómodo era sereno y grato. De pronto en la lejanía pudieron visualizar un puesto de helados, no hacía mucho frío por lo cuál fueron de inmediato guiados por sus antojos.

–Uno de chocolate por favor... – dijeron al mismo tiempo y terminando con una mirada de ¿En serio?, uno río por la casualidad y él otro sonrió por la reacción ajena.