𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐎𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐒𝐤𝐢𝐞𝐬 ➸ Larry.

0.7

El próximo viernes, Louis comienza su trabajo en el bar de Froyo. Apesta. Está caliente y pegajoso y al final de la primera hora, odia ver los contenedores llenos de coberturas. Tiene que controlar el impulso de lanzar las fresas cubiertas de chocolate contra la pared opuesta del mostrador, solo para ver cómo quedaría manchado contra los círculos gigantes multicolores.

Está vacío en la tienda, y Louis ha limpiado todas las superficies que puede molestarse en limpiar, y todo se ha reabastecido como se supone que debe estar. Este es, sin duda, el trabajo más aburrido que ha tenido, y eso es decir algo, porque una vez trabajó en un trabajo donde todo lo que hizo fue sentarse en un cubículo y llamar a la gente para recordarles sus citas con el dentista.

Cuando suena la campana, Louis mira ansiosamente desde donde había estado contemplando la muerte por asfixia a través de los trozos de bizcocho de chocolate colocados de manera tan atractiva en su pequeño recipiente. Muy tentador. Qué forma tan deliciosa de morir.

Es el hombre, Liam, del segundo piso, Liam con el Advil y los blancos y brillantes. Su cuello en v ha sido tan obviamente planchado que Louis casi pone los ojos en blanco. ¿Quién plancha las camisetas? ¿Quién incluso lava las camisetas?

"Oye, hombre", asiente Liam. "Louis, ¿verdad?"

Louis asiente. Sí, es Louis. "Ése sería yo. Y tú eres Liam, y clasificas tus blancos de los brillantes."

Liam asiente y se ríe tímidamente y cambia su peso de un pie al otro, su mano agarrando la parte de atrás de su cuello cuando inclina la cabeza hacia abajo. Es alto, ancho y delicioso de una manera en la que Louis suele estar muy interesado, pero por alguna razón, tan pronto como comienza a imaginarse acostar a Liam y comer trozos de brownie de sus pezones, todo lo que le viene a la mente es la cara risueña de Harry y el estómago de Louis se aprieta dolorosamente. Bueno, esta bien entonces.

"¿Has estado aqui antes?" Pregunta Louis. Esa es una de esas preguntas que se supone que debe memorizar y preguntar a todas las personas que entran. Louis no lo entiende, porque hasta donde él sabe, es bastante sencillo poner froyo en tu taza. Liam aparentemente está de acuerdo, porque asiente de nuevo (hay muchos asentimientos de cabeza sucediendo), y sonríe antes de alejarse arrastrando los pies para tomar una taza.

Louis observa mientras contempla los sabores froyo, dudando en torno al pastel de queso de fresa, antes de regresar a la tarta de limón sin grasa. Louis lo había vinculado a un tipo sin grasa desde el principio. Es bueno ver que sus habilidades para predecir el sabor se han perfeccionado hasta cierto punto en las cinco horas desde que comenzó su turno. Será una gran habilidad para poner en su currículum.

Cuando Liam regresa a la caja registradora, su taza está llena hasta el borde de bayas y Louis resiste la tentación de poner los ojos en blanco. ¿Cuál es el punto de conseguir froyo si solo vas a convertirlo en una maldita ensalada de frutas? A Louis le gusta obtener la mayor cantidad de ingredientes que pueda caber en su taza.

Mientras Liam busca a tientas su billetera, se ríe como si acabara de darse cuenta de algo. "Son las ocho un viernes por la noche y me estoy preparando froyo solo, probablemente te estoy causando una gran impresión."

Louis se encoge de hombros. "Amigo, soy yo quien te vende el froyo un viernes por la noche, mi vida tampoco es exactamente un torbellino."

"Sí, bueno, se suponía que tenía una cita esta noche, pero, ya sabes, uno de esos casos clásicos en los que me plantaron". Liam se ríe y sus ojos se arrugan en las esquinas, ojos en medias lunas. Se ve extrañamente pacífico por el hecho de que solo lo dejaron de pie.

Louis se ríe y tamborilea con los dedos sobre el mostrador horriblemente rosa. "No me di cuenta de que eso era algo clásico."

"Lo es para mi." Liam come una cucharada de su yogur, la curva bronceada de su garganta se hincha mientras traga. "Este tipo me envía un mensaje de texto media hora después de la hora en que se supone que debemos encontrarnos, y me da esa excusa de haber olvidado que tenía que trabajar esta noche."