Beta

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No había sido muy difícil recordar el lugar donde el supuesto Oráculo quería mandarlo, porque una vez que ChanYeol supo del momento, o más como del recuerdo, que quería hacerlo llegar, solo tuvo que caminar lo suficiente para situarse justo donde de él se esperaba.

"Aquí," se dijo con orgullo al notar cómo en uno de los árboles que rodeaban el límite del Campamento había otro pequeño sobre de color amarillo colgado. ChanYeol sonrió, victorioso, y lo tomó para ver con el reflejo del sol cómo se leían justo las palabras escritas en el primero que ya se había guardado en su bolsillo frontal de la sudadera puesta. De: el hijo del Sol. Entonces, luego de darle solo un pequeño vistazo, lo abrió y encontró otra carta doblada que, esta vez, decidió leer en voz alta: "Querido hijo del fuego, ¡excelente! Acabas de encontrar tu primer momento. Sin embargo, tu misión aquí no ha terminado, todavía tenemos que pasar por otros lugares que seguro te traerán buenos recuerdos. Entonces, antes de pasar a la siguiente misión, quisiera preguntarte, ¿recuerdas lo que sucedió en este lugar? ¿Cómo fue que llegaste a este momento para conocer lo que es el mundo divino? Hum..."

Así que ChanYeol lo pensó. Se puso a recordar aquel momento en el que llegó al Campamento Mestizo y una sonrisa crepitó en las esquinas de su boca. Había sido toda una hazaña aquel día...

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"Mamá, no entiendo, ¿qué está pasando?" un ChanYeol de doce años preguntó mientras se sostenía bien del asidero en su asiento de copiloto. Su pobre Volkswagen Jetta del 95 obviamente no estaba habilitado para andar sobre los rugosos caminos que se hacían en esa parte del bosque en la que estaban. Eso no le importó a su madre incluso cuando decidió salirse del camino de la autopista común e ingresar a toda velocidad en la zona. Lo cierto era que para ChanYeol parecía toda una sorpresa que el auto no se hubiera atascado con alguna cosa o desviado para volcarlos y matarlos, sin embargo, no sabía qué era más atemorizante, que algo como eso en algún punto llegara a pasar o que lo-que-sea que los estuviera persiguiendo con pasos resonantes y que hacían temblar el suelo bajo ellos los alcanzara para hacer justo lo ya mencionado por el auto.

"Cariño, ¿recuerdas cuando te dije que no podías conocer a papá ni verlo como todos los otros niños porque él tenía un trabajo muy importante y debía estar lejos todo el tiempo?" sin embargo, el hecho de que su madre, en ese momento, decidiera traer ese inesperado tema lo dejó todavía más descolocado. Apenas pudo darse cuenta de que realmente estaban tratando este tema cuando, en una vuelta inesperada, ChanYeol se sostuvo con fuerza de la asadera, así como del cinturón de seguridad que traía, lo que obviamente dejó que la mochila que su madre le había pedido que hiciera para 'irse de campamento juntos' terminara cayendo por sus piernas.

"Ahm, mamá, no estoy seguro qué tiene que ver el hecho de que mi padre nos abandonó con que ahora estemos siendo perseguidos por— por—" aunque ver de nuevo por el espejo retrovisor aquella monstruosidad que los estaba persiguiendo, a pie, mientras corría, como si no fueran ellos más que un transporte de juguete a comparación del tamaño que aquella cosa tenía realmente lo estaba dejando sin palabras ni la más mínima comprensión del asunto. "E-Eso..."

"Es un gigante, ChanYeol," su madre le explicó, algo que no debió ser toda una complicación por comprender, ya que claramente esa cosa era bastante grande como para no considerarse humano, pero, en realidad, ¿qué se suponía que dijera sobre lo mismo? Esas cosas no se suponían que fueran ciertas, ¿o no? ¿Acaso se había quedado dormido en su viaje al campamento y estaba ahora mismo teniendo esta horrible pesadilla? Si no, ¿por qué demonios no despertaba mientras intentaba pellizcarse y sentía el ardor del gesto? "Y créeme, tiene todo que ver, porque tu padre es—"

The 12 quests from the Son of the Sun [BaekYeol/ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora