𝐀 (𝐍𝐎𝐓) 𝐑𝐄𝐀𝐋 𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐁𝐎𝐘 ๛ WooSanHwa

𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐔𝐍𝐈𝐂𝐀.

𝐀 (𝐍𝐎𝐓) 𝐑𝐄𝐀𝐋 𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐁𝐎𝐘

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Busca la manera de salir de aquel bucle constante, mas el intento le es en vano. Libro, ventana, libro, ventana, libro, ventana.

No es capaz de concentrarse en la prueba más importante de su vida, la cual, lo esperaba espectante a la vuelta de la esquina. Acceso a la universidad. Faltaba menos de una semana, no tenía más uñas que morder.

No sabe si es por la belleza de aquella noche, donde las nubes son casi un fantasma de antaño y la luna creciente brillaba más de lo habitual en el oscuro firmamento. Parecía querer opacar a las estrellas, un notable complejo de protagonista por su parte.

No sabe si es por el estrés que le carcome hasta el último pedazo de alma, el cual no lo deja estudiar en paz, ni concentrarse en nada.

No sabe si es por ciertos chicos que no paran de deambular por su mente. Jung WooYoung parecía vivir en su cabeza sin pagar una renta fija, Choi San, en su palpitante corazón. A veces se turnaban y cambiaban sus viviendas, de vez en cuando convivían juntos, usualmente en los peores momentos.

Como cuando besaba a su novia o hablaba con su familia sobre cualquier tipo de cosa.

Jung y Choi habían sido su más patético fracaso en lo que llevaba de vida.

Y es que no era consciente del momento exacto en el que cayó babeando por, primeramente, Choi San, un hombre, alguien del que debería de mantenerse completamente alejado en un principio. Sin embargo, lo prohibido atrae, la tentación se aferra al alma y se divierte con ella, como si no fuera más que una masa manipulable, un juego de "¿debería?" o "Mejor no" que hace al sujeto caer en un bucle sin fin debatiendo entre su moral, o sus sentimientos.

Choi era el estudiante promedio, el que dice "Seguro que no paso el año", pero siempre sale de sus apuros.

¿Jung WooYoung? Un recién llegado desde a saber qué lugar del país. Castaño, con un tono de piel tostado que derritió por completo a todos y cada uno de sus compañeros, pero extrañamente, al comienzo no le había llamado la atención.

Al comienzo.

No fue hasta que vio a San acorralando al nuevo contra la pared de los baños después de una larga clase de gimnasia, el opuesto suspirando contra su cuello mientras que el primero besaba de forma sonora toda la piel mínimamente visible. WooYoung parecía ascender hasta el séptimo cielo, su rostro expresaba el placer más puro ante los toques indecentes del azabache.

Semblante jodidamente erótico, un panorama tan excitante que logró hacer sentir a SeongHwa extraño. Su rostro caliente y su miembro apretando sus pantalones.

Ni si quiera cuando su novia lo tocaba se ponía duro tan rápido.

Entonces la pareja se dio cuenta de su presencia, y el pánico recorrió al mayor. Pero San en ningún momento dejó de tocar a WooYoung, y WooYoung tampoco trató de apartar a San.

—Mira quién está aquí, Woonie.— le había susurrado a su cómplice, quien no dejaba de jadear ante sus toques, ignorando por completo la presencia del delegado de su clase.— ¿Park no era hetero? ¿O por qué se le ha empalmado tanto viéndonos?— Seonghwa recordaba a la perfección la risa burlona de Choi.

Y WooYoung había sonreído. SeongHwa nunca se había sentido tan hipnotizado, excitado, por un gesto tan simple, aunque tal vez otro hubiera sido mejor momento.

—Quizás quiera unirse.

Park SeongHwa era el tipo de persona que siempre sabía qué decir o qué hacer. No tenía lagunas en ese sentido, y de hecho, había sido perfectamente consciente en aquel entonces de lo que debería de haber hecho; un simple insulto hacia ambos, media vuelta y contarlo al profesor de guardia. Con suerte se habría expandido el rumor, la pareja habría tenido su merecido por invitarlo a tan denigrante actividad.