Antes de empezar, México y USA son personificaciones humanas, siguen siendo los mismos pedazos de tierra sin ser los.
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Se conocen en Miami cuando las únicas luces que iluminan el cielo son de color neón.
Ninguno de los dos debería estar ahí.
Aún así se encuentran, en medio de la bruma de gente bailando sin descaro canciones banales, las luces se vuelven morado y verde, y terminas derramando el trago de alguien más, chocan.
Te pide que bailes con él.
-Solo si invitas los tragos -dices.
Él es atractivo, una sonrisa de un millón de dólares, pero tú no eres fácil.
Terminan en los baños, él con las marcas romas de tus uñas a sus costados y tú con un característico sabor salado en la boca.
Puedes oír Toxic en el fondo, tal vez esa debió haber sido una advertencia, pero estabas más ocupado perdiendote en la atmósfera en ese momento que para escuchar el subtexto del asunto, el alcohol hace difícil el pensar razonablemente de todas maneras.
Te invita a pasar la noche en su cuarto de hotel, bien podrías sacar algo más de él esa esa noche que solo unos tragos y tirones de cabello.
Los sigues al hotel, y al siguiente hotel y al próximo, porque él tenía muchos lugares a los que ir y tú no tenían ningún lugar al que regresar, por lo menos no en ese país.
Él tiene un nombre, es largo y bonito, le dices Usa, no tienes tiempo para formalidades, es corto y vulgar, como que le queda.
Muere.
La parte desinteresada y capaz de tomar decisiones que no solo te favorezcan a ti mismo, muere.
Lo hace después de la décimo tercera habitación de hotel lujosa que destruyen por el puro placer de ver un desastre con sus nombres escritos, no puedes recordar ni en qué estado estás parado, lo prefieres de esa forma.
El sol está en lo alto del cielo, más radiante de lo que a sido todo el verano, tan cálido que podría derretir cualquier indiferencia.
Él se fue una semana del país, no había forma de que lo siguieras como de costumbre, es difuso el recordar un periodo de tiempo en el que estuvieran realmente separados desde que se conocieron.
La arena escuece bajo tu piel, un vago recuerdo de incertidumbre a lo desconocido flota en tu cabeza, das media vuelta y esperas que tu bronceado no quede improlijo.
El está a tu lado justo ahora, puedes ver su helado escurrir lentamente, es la misma vista a la playa de siempre, pero parece fascinado por las sombras de azul del mar, y por un segundo deseas tener esa adoración dirigida a ti.
-Casemonos -dice de repente y más que una pregunta es una orden.
-Solo si me compras una mansión -replicas de manera socarrona, él no es el único que puede dar órdenes.
Una parte de ti no pensó que lo haría, pero luego tienes en tus manos unas escrituras de una hermosa mansión en las afueras de Los Hamptons con tu nombre en ellas, y un trato es un trato.
(No tienes idea de si las constantes cartas de migración que proclaman que tú visa de turista había terminado tienen algo que ver en su repentina decisión.
Y no sabes si estás tengan algo que ver con tu propia decisión).
La boda es en verano, un 4 de julio, él nunca olvidaría su cumpleaños y por ende su aniversario, pero eso es solo una teoría.
Lo único que pudiste elegir fueron las flores (hortensias), eso no impide que la ceremonia sea hermosa, y más ostentosa de lo que imaginabas.
En los votos lloras, él te seca las lágrimas, esperas que no se vuelva una costumbre.
El vino es dulce entre tus dientes y el jardín de rosas es tan fragante que podría ahogarte al mis mínimo descuido.
La única forma de celebrar San Valentín que vale la pena que no tiene una cama de por medio.
Hablan de todo y nada hasta que el guarda silencio, por un momento esperas encontrar un diamante entre tú postre.
-Y ¿Si tenemos hijos? -cuestionó.
-Solo si puedo elegir los nombres -respondiste, es casi entrañable lo nervioso que parece.
El trámite de adopción tarda menos de un año, es increíble la facilidad con lo que todo se mueve cuando tienes el dinero suficiente.
La adoptan en tu país natal, es la bebé más hermosa que has visto, y a pesar de su tez morena se encarga de tener unos ojos tan azules que es anormal, casi y solo casi, tan impresionantes como los de él.
La llamas en nombre de tu madre y crece con el mismo carácter rosco de ambos.
El cielo explota en fuego de colores.
Es 4 de julio, y es su aniversario, no estás seguro de que número, llevan juntos más años de los que puedes contantar. Aunque los anillos de plata te dan la respuesta.
Tu hija parece tan facinada con los fuegos artificiales como la primera vez que los vió, incluso cuando ya es toda una adulta.
Él luce tan hermoso como la primera vez que lo viste, los años no pueden cambiar una sonrisa de millón de dólares.
El te pregunta algo, casi no puedes escuchar con el ruido de niños, que nunca conoseran lo que es el hambre (sin contar la de la ambición), jugando entre las colinas de una lujosa mansión.
Contestas sin pensar, una verdad inegable.
Él sonríe y te besa, no solo hay fuegos artificiales en el cielo.
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SimbologíasLuces morado y verde: la combinación de esos colores llegan a significar toxicidad.
Los Hamptons: es un área de Long Island que es exclusivamente para las familias más ricas. Esta en el oeste de E.U, según el feng shui una casa en el oeste atrae abundancia.
4 de julio: su relación materialista se consolida el día que se celebra a E.U. La ambición al dinero es lo que le suele representar.
Hortensias: se asocia con el goce y el disfrute, el romance y el dinero como también con el capricho y la vanidad.
Ojos azules: el color azul se asocia con el goce y el disfrute, el romance y el dinero como también con el capricho y vanidad.
Anillos de plata: el aniversario número 25 es considerado la boda de plata, por lo cual el regalo que se da suele ser de ese material.
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『 𝒇𝒓𝒆𝒆』 ❲𝑼𝒔𝒂//𝑴𝒆𝒙❳【𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐬】
Fanfic𝓜𝓸𝓷𝓮𝔂 𝓲𝓼 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓮𝓪𝓼𝓸𝓷 𝔀𝓮 𝓮𝔁𝓲𝓼𝓽 𝓫𝓾𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓲𝓷𝓰 𝔂𝓸𝓾 𝓲𝓼 𝓪𝓵𝓵 𝓯𝓻𝓮𝓮. México nunca estaría con nadie que no amará y USA no estaría con nadie que no lo amará.