~TRES: Rumor~

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El fin de semana pasó rápido y, tristemente para mí, había que volver a la escuela. Ese feo edificio donde lo único que hago es repasar cosas que ya sé, soportar el ruido que hay por todas partes, a personas que solo piensan en idioteces; y lo que es mucho peor que lo anterior, por el que te tienes que despertar horriblemente temprano.

Al llegar caminé a mi casillero que por suerte estaba al lado del de mi mejor y único amigo. Empecé a guardar mis cosas y casi en seguida sentí cómo me apretaban unos fuertes brazos por la espalda, que en cuanto me soltaron, permitieron que me volteara y así poder saludar a un YeonJun sonriente y radiante.

- Hola amargadito~

Bufé porque no sabía cómo es que podía estar tan feliz de estar en un lugar cómo este, lo único bueno que le veía era que podía estar más tiempo con hyung, a quien aunque me pesara aceptar, le tengo mucho aprecio y es la única persona de mi edad a la que soporto.

Después de nuestro peculiar saludo empecé a guardar mis cosas en mi respectivo casillero. Yeon como siempre no llevaba libros ni libretas, ni siquiera un bolígrafo así que mientras esperaba que yo terminara miró su celular en busca del nuevo chisme que habrían inventado sobre mi y el porqué los profesores me trataban de una manera "especial".

No necesitaba estar en el chat grupal para saber que se inventarían algo, siempre lo hacen y lejos de molestarme me parece divertido, incluso YeonJun y yo habíamos creado un pequeño juego de apostar lo que me inventarían. Yo dije que inventarían que me acuesto con el director y él que estaba loco y me trataban así para evitar que los matara a todos.

Hyung chistó y entendí que había ganado la apuesta, reí divertido por su expresión de enojo exagerado.

- Te lo dije, a esos animales calientes siempre se les ocurre primero lo que tenga que ver con sexo. Ahora debes pagar, quiero una malteada y una galleta de chocolate.

Yeon sólo asintió de mala gana y empezamos a caminar hacia mi clase, ya era una costumbre que primero hyung me llevara a mi aula y el se fuera a la suya, decía que "La culpa (y mi mamá) no lo dejaría vivir si me llegara a pasar algo en ese momento que no estuviera conmigo"

Al llegar a mi salón, nos despedimos con un ademán rápido ya que estaba por ser demasiado tarde para que YeonJun llegara a su clase. Entré a la habitación y me senté como siempre en la mesa más alejada del frente y al lado de la ventana que dejaba ver el patio de la escuela. Ignoré totalmente las miradas que me dedicaban los neandertales que se hacían llamar mis compañeros y me dedique a mirar por la ventana anhelando estar en mi casa durmiendo sin tener que aguantar a tanto idiota.

El profesor llegó pero eso no impidió que siguiera mirando la ventana pues yo ya sabía cualquier cosa que me pudiera enseñar y no me apetecía perder el tiempo escuchando su voz adormecedora.

Las clases pasaron entre pequeñas siestas y participaciones ocasionales forzadas y por fin sonó la campana que anunciaba el inicio del receso. Inmediatamente caminé hacia la cafetería sin apresurarme tanto, al llegar a esta me senté en alguna mesa que estuviera desocupada a esperar a hyung. Después de unos cinco minutos sentí algo frío tocar mi mejilla y al voltear me encontré con una malteada de chocolate que se veía realmente apetitosa siendo agarrada por Yeon.

- Amargaditoooo!!! Me extrañaste?!!

- Hablas como si no nos hubiéramos visto por siglos cuando no es así, pitufin.

El chico se sentó a mi lado después de darme la prometida bebida y una galleta de chocolate.

-Tienes razón, no fueron siglos...FUERON MILENIOS!!!

Suspiré divertido y comencé a comer mi galleta en silencio, o al menos así fue hasta que hyung volvió a hablar.

-Hey Tae.

- Hmm?

No pude contestar apropiadamente ya que la comida en mi boca me impedía hablar, pero Yeon sabía que lo escuchaba.

- He estado pensando y...podría acompañarte a tu cita con el nuevo médico este fin de semana, ya sabes, como apoyo moral.

Terminé de masticar lo más rápido posible para poder hablar bien con YeonJun.

-En serio?! Gracias gracias gracias!!!

No pude evitar abalanzarme a mi amigo para abrazarlo en modo de agradecimiento. Pero al darme cuenta de que tal vez había hablado muy fuerte y por eso todos los que ocupaban las mesas cercanas a nosotros me veían, me separé rápidamente y puse la cara más intimidante que pude para que los demás dejaran de estar de chismosos.

Hyung rió por todo esto y se acercó a mí para susurrar.

- Ahora dirán que los que nos acostamos somos tu y yo.

Lo alejé con un pequeño golpe en su pecho y comencé a reír con el.

- Por cierto, recuerdas que te conté que había conocido a un chico muy adorable en clase de danza?

Asentí para no tener que dejar de comer ya que en serio la malteada sabía demasiado bien, o tal vez era que no había desayunado y el hambre hizo que todo supiera mejor.

- Pues...tal vez lo invité a sentarse con nosotros hoy, de hecho....

Yeon empezó a buscar con la mirada y al encontrar a su objetivo, alzó la mano y comenzó a agitarla.

-Hey, Kai!!! AQUÍ!!!

Voltee a ver a quien llamaba hyung y noté a un chico castaño, más alto que yo, tal vez incluso más alto que hyung y con una expresión parecida a la de un cachorro perdido.

El chico se acercó a nuestra mesa y sólo pude poner una cara sin expresión, como dije antes, no me gusta conocer gente nueva.

- Qué tal Kai?

YeonJun invitó al tal Kai a sentarse sin importarle lo que yo pensara. Parecía que mi amigo era el único que no notaba mi cara pues pude ver que el chico se sentía un poco incómodo.

-Oh, por cierto, Kai, ese gnomo gruñón que ves ahí, es Taehyun; puede que parezca que se la pasa todo el día maldiciendo a todos y que planea arruinar la navidad todo el año, pero la verdad es que muy, muy pero muy en el fondo, es una buena persona.

Golpeé el hombro de hyung con un poco de fuerza de más y este solo se quejo para seguir con la presentación.

- Tae, este es Kai, como te conté lo conocí en clases de baile, no te dejes intimidar por su estatura de rascacielos, es todo un niñito.

Kai se rascó la nuca avergonzado por como lo presento Yeon y luego estiró su mano hacia mi.

- Un gusto, Taehyun, espero que podamos ser amigos.

Acepte su mano de manera incómoda ya que este no era un gesto muy común para mí, aún así tratando de sonreír amablemente.

-Igual, puedes sentarte con nosotros cuando quieras.

Tanto hyung como Kai parecieron asombrarse por lo que dije, ya que ambos abrieron los ojos más de lo que pensaría que es posible.

- Quién eres y qué hiciste con mi amargadito?!

YeonJun empezó a picar todo mi cuerpo con sus dedos como si me estuviera inspeccionando y lo aparte molesto.

- Vamos, tú dijiste que tenía que empezar a conocer a más gente, además, actúas como si matara a cualquiera que se me acercara.

- No los matas, solo porque eres demasiado flojo para molestarte en hacerlo.

Todos reímos a la respuesta de Yeon y el almuerzo pasó entre risas por parte de Kai, bromas de hyung y comentarios sarcásticos míos.

Conocer gente nueva a veces puede ser más agradable de lo que parece.

Esto no es un cuento de hadas / BeomHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora