~CUATRO: Una canción incomprendida~

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El fin de semana llegó, y con ello la fecha para la cita en el hospital.

Al despertar suspiré rendido. Me dí una ducha tranquila y me puse ropa cómoda, hice mi cama y baje a desayunar encontrándome a mamá en la cocina preparando unos panqueques que olían tan bien que mi estómago reaccionó e hizo ruido avisando a mi madre de mi presencia.

Sabía que tras ese exquisito olor y apetitosa apariencia, había un intento de consuelo por parte de mi mamá para que no me sintiera tan mal al tener que regresar al hospital, para conocer al que ahora tendría que llamar mi doctor.

Mamá sirvió una pequeña torre de panqueques en un plato con un cuadrito de mantequilla encima y un vaso de leche fría al lado, los puso en la mesa y se sentó junto conmigo.

- Buenos días Tae.

- Buenos días. ¿No desayunas?

Noté que solo había servido el desayuno para mí. Mamá negó.

- Ya he tomado café.

Asentí y empecé a desayunar mientras miraba mi celular, casi al instante una notificación de mensaje llegó.

Pitufín 🍄

Ya voy en camino, nos vemos en 15.✔✔

9:30 a.m

No contesté y seguí desayunando mientras mamá me observaba, me sentía raro porque no despegaba la vista de mi y al mirar más atentamente, supe que quería decirme algo.

- Qué sucede mamá? Todo bien?

Mi madre suspiró y por un momento temí que fuera algo malo o delicado así que puse atención a sus palabras.

- Taehyunie, sabes que mi trabajo es realmente duro, pero que de todas formas lo necesito para que podamos vivir bien.

Traté de adivinar a qué quería llegar con todo esto pero no pude. Volvió a suspirar y solo pude seguir escuchando.

- Necesitan que viaje a Busan por un mes, intenté negarme pero de verdad es importante que yo vaya...

Antes habría rogado a mamá que no me dejara, siempre fuí muy dependiente de ella; pero cómo no serlo? Ella es la única persona aparte de hyung a quien le tengo confianza. Pero por su tono y expresión supe que de verdad tenía que ir. Tomé un trago de leche antes de contestar.

- Está bien, pero si no estás tú, quien se encargará de asegurarse de que no muera?

Mamá se enojó un poco por lo de morir, lo supe por la cara que puso, pero vamos.. ambos sabíamos que era posible, más de lo que nos gustaría en realidad.

- Eso es lo que me preocupaba, no quiero dejarte solo. Pero se me ha ocurrido que puedes quedarte al cuidado de YeonJun, el conoce tu condición y sabe qué hacer en caso de emergencia.

Jun ha estado conmigo desde que tengo 14 años, es la única persona que parece entenderme, incluso mejor que mamá; siempre está dispuesto a ayudar y, aunque no lo admita, tiene un lugar muy especial en mi vida. Por eso mamá confía en el para asegurarse de mantenerme a salvo.

Cómo si lo hubiéramos llamado al hablar de él, Choi entró por la puerta sin tocar y se acercó a mi para abrazarme, que más bien lo sentí como una asfixia, pero no me quejé, los abrazos de hyung siempre son así. Después fue hacia mi mamá y la saludó con un abrazo un poco menos fuerte.

-Buen día señora Kang, hola Gruñoncito.

Mamá rió por la cara de desagrado que le puse.

- Hola Junie, justo estábamos hablando de ti.

Yeon se sentó a mi lado y empezó a comer de mi plato, me quejé pero no hizo caso y tomo mi vaso para empezar a beber.

- Sé que es inevitable que dejen de pensar en mí, pero qué hablaban?

Pinché sus costillas con mi tenedor y le arrebaté el vaso de leche para tomar.

- Cállate y escucha, Pitufin.

Mamá rió ante mi reclamo y volvió al tema.

- Bueno, cómo te decía, hablábamos de ti porque necesito pedirte un favor.

- Claro, qué necesita?

- Tengo que viajar a Busan un mes por cosas del trabajo, entonces necesito que por favor cuides de Tae.

Rodé los ojos porque parecía que hablaban de un bebé; está bien que dependa de la gente para algunas cosas, pero tampoco era como que le fuera a pedir que me diera de comer en la boca. Yeon siguió comiendo de mi plato y yo lo dejé, ya no tenía hambre.

- Oh, claro; yo cuidaré del Gruñoncito, no se preocupe que me aseguraré de que no le pase nada.

Mamá sonrió como agradecimiento hacia Yeon y terminamos el desayuno entre comentarios al azar y chistes de hyung.

Cuando no hubo nada sobrante en el plato que antes me pertenecía, salimos de la casa para subirnos al auto estacionado en la calle. Mamá iba conduciendo mientras YeonJun y yo nos sentamos en el asiento trasero.

Hyung sacó su teléfono y auriculares para conectarlos y ofrecerme uno en cuanto mamá arrancó. Puso la reproducción aleatoria y comenzó a sonar Photograph de Ed Sheran. Comencé a escuchar atentamente la letra de la canción y me fue imposible no pensar en que era muy cursi y ridícula, las canciones de amor no son lo mío.

- Cambia de canción, no me van las canciones cursis.

Yeon pausó la canción; me volteó a ver divertido por mi tono un poco malhumorado y empujó ligeramente mi frente con sus dedos, fruncí el ceño y lo golpeé en el brazo con poca fuerza.

- Oh, vamos Gruñoncito. Ésta canción es muy hermosa, y más la letra.

- No la entiendo, y tampoco quiero hacerlo.

Hyung rió y tomó mi brazo como si de una doncella se tratara y yo fuera su príncipe azul.

- Algún día llegará alguien que te haga entenderla, incluso más que eso; sentirla. Será como si vivieras en esa canción, suspirarás por todo y, si tengo suerte, tal vez seas menos amargado.

Empujé a mi amigo para que me soltara y él solo sonrió y cambió de canción como pedí.

Me limité a mirar por la ventana y pensar en lo que había dicho Yeon, nunca había tenido interés amoroso en nadie, si incluso la idea de hacer amigos me resultaba abrumadora, tener pareja sonaba imposible.

Aunque tampoco lo creía necesario, más gente en mi vida tan solo significaría tener que preocupar a más personas y...todo para dejarlas solas al final.

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⏰ Última actualización: May 12, 2022 ⏰

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Esto no es un cuento de hadas / BeomHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora