Last Letter To Mom |Kookmin| Mini Fanfic

Inicio de la carta.

¿Cómo estás m...

No, quizás así no deba iniciar esto.

¿Cómo te ha ido mad...

No, así tampoco...

Querida ma...

Solo no sé cómo debo comenzar esta carta...

Te voy a ser sincero mamá. No sé cómo empezar esta carta. Es la primera en ¿Seis o quizás siete años? Ya no sé cómo hacer esto. Tal vez hace unos años sí, pero eso ahora es un pasado. Era otro hombre, era otro hijo.

Empezaré esto como creo que debí empezar...

Hola mamá... ¿Cómo estás? Espero que estés bien.

Te escribo ésta carta luego de muchos años porque te quiero contar algo que no he podido sacar de mi por más que lo intento... Es como una sanguijuela, succionando todo de mí, sin querer saciarse.

Hace unos meses entré a la universidad. Sí mamá, tú niño ya está grande y ahora va a la universidad. Como te decía hace unos meses entré a la universidad. Todo iba bien, sacaba buenas calificaciones, era buen estudiante, tenia uno de los mejores promedios de mi facultad.

Pero todo se fue en picada cuando lo conocí.

Si mamá, conocí a un chico. Quizás te sientas decepcionada de que soy homosexual pero, no pude evitarlo. Y es que no es cualquier chico. Es un chico que me cautivo por completo. Es muy apuesto. Está en la facultad de música. Es muy bueno con los instrumentos, sobre todo con la guitarra...

Lo conocí en un día lluvioso. Que cliché, ¿cierto mamá?

Él estaba solo en un salón de música; su única compañía era una guitarra.

Él estaba sentado sobre una de las mesas del lugar, tocando una de las melodías más hermosas que he oído. Con cada rasgajo a las cuerdas me sumerjia más en los acordes. La armonía que creaban causó que comenzará a llorar sin darme cuenta. Lloré tan fuerte como hace muchos años no lloraba. Sentí el mismo dolor agonizante de aquel día...

Estoy seguro que sabes a qué día me refiero, estabas ahí, conmigo...

Aquellas melodías, sus melodías me hundieron en un limbo de dolor que sentí como si mi alma quisiera salir de mi cuerpo. ¿Alguna vez experimentaste esa sensación?

Cuando la melodía se detuvo lo miré y me di cuenta que él hacía lo mismo. ¡Mamá ese chico me estaba viendo fijamente a los ojos con un par de galaxias oscuras! Las más hermosas galaxias que haya visto alguna vez en mi vida.

Te lo puedo jurar mamá, con solo su mirada me puse a temblar como gelatina. Recuerdo cómo dejó la guitarra en la mesa y se acercó a mí lentamente, preguntando qué era lo que quería. Yo estaba temblando peor que una persona con parkinson. También puedo recordar como su fría voz me preguntó nuevamente qué era lo que deseaba en ese lugar. Y adivina qué sucedió mamá, ¡salí corriendo como una gallina en medio de la lluvia! ¡termine huyendo solo porque me intimidó su voz y su mirada!

Mamá, ¿sabés lo que sucedió después?

Cuando ya estaba afuera de mi universidad ¡Me resbalé por el agua y caí de cara contra el barro! Y lo peor de todo es que el chico estaba afuera observándome con sus galaxias. Fue una de las peores humillaciones que yo mismo me provoqué.

Él se acercó a mí con lentitud y limpió mi mejilla de barro cuando quedó en frente mío. Yo solo podía verlo fijamente.
Mamá él realmente es muy guapo.