ONE-SHOT: NUESTRA PRIMERA CENA (MICHI)

NUESTRA PRIMERA CENA

Aquel atardecer de noviembre en Tokio fue inspirador para la joven Mimi Tachikawa, la fresca brisa otoñal le traía recuerdos mientras contemplaba el paisaje urbano de la capital japonesa. Estaba feliz de haber vuelto a su tierra natal, la que no tiene nada que envidiar a Nueva York.

— Como olvidar aquella vez que le hice la broma a Taichi, recuerdo que fue en una tarde como esta — recordó la joven castaña mientras soltaba una ligera risa. 

Recordaba muy bien que tiempo antes de partir a Nueva York, ella junto a su amiga Sora, le hicieron creer a Tai que su hermana Hikari le había comprado una consola de videojuegos con su juego favorito de fútbol.

— Taichi-kun era demasiado ingenuo ¿Cómo pudo creer que Hikari-chan le compró una consola de videojuegos? ¿Con qué dinero? — se cuestionaba Mimi mientras recordaba la situación con una sonrisa.

Claro, Taichi se había enojado, la broma que Mimi le hizo le había costado un partido con sus amigos. La emoción por los videojuegos sobrepasaba su gusto por el fútbol. Sin embargo, lejos quedaron aquellos días en los cuales podía bromear con su ex-amigo... ¿Ex-amigo? Así es, Mimi llevaba un mes saliendo con Taichi y esa misma noche sería la primera vez que cenarían solos.

— Taichi-kun ama el ramen, prepararé uno con mucho cariño y estoy segura que le encantará — pensó la castaña.

Entró nuevamente al departamento y cerró la puerta de vidrio que conduce al balcón, mientras un fuerte cosquilleo acaparaba su estómago. No podía contener las ansias y la emoción, aunque claro, faltaban un par de horas para que su amado llegara a la morada de los Tachikawa, pero Mimi se dio cuenta de que debía apurarse con los preparativos.

— ¡Cielos! Si no me doy prisa, la cena no estará lista para cuando venga Taichi-kun — dijo la muchacha mientras veía que el reloj de su celular marcaba las 19:05.

Mimi se acercó a la cocina, sacó los ingredientes para el ramen que había guardado en la alacena y en el refrigerador. Trataba de hacer las cosas con calma, el tiempo le alcanzaba para preparar la comida, pero también necesitaba darse un tiempo para tomar una ducha y vestirse acorde a la ocasión.

— Que se me hace que a Taichi-kun le encantará esto, tanto que me pedirá matrimonio ¡Jaja! — bromeó mientras cortaba unas zanahorias, ingrediente importante en el ramen.

Unos segundos pasaron hasta que el timbre de la casa sonó.

— ¿Y ahora? Seguramente es Koushiro-kun que viene a traerme la tablet que le presté — pensó.

La muchacha se acercó hasta el teléfono del portero eléctrico.

— Residencia Tachikawa, habla Mimi — 

— ¿Esta es la casa de la mujer más hermosa del mundo? — 

El fuerte cosquilleo volvió a hacerse presente en el estómago de la chica, la persona que había llegado no era otro que su amado novio Taichi.

— ¿Taichi-kun? — preguntó sorprendida.

— Si, amor —

— De acuerdo, mi vida, enseguida voy —

Mimi colgó el teléfono del portero eléctrico y rápidamente se colocó sus pantuflas para ir a recibir a su novio.

— ¡Vaya! Quedamos en que debería venir a las 9 de la noche ¡No antes! —

La castaña combinaba una sensación de fastidio y sorpresa, Taichi debió advertirle que llegaría mas temprano. El ascensor llegó hasta el segundo piso, Mimi lo tomó y en pocos segundos llegó a la planta baja. Una vez fuera del ascensor, visualizó a su pareja a través del vidrio y se dirigió a abrirle la puerta.

— ¡Mimi-chan! Buenas tardes, princesa — 

— ¡Taichi-kun! ¡Quedamos en que vendrías a las 9 de la noche! —

Antes de responder el reproche de su chica, el muchacho moreno le dio un afectuoso beso en los labios.

 — Lo sé, pero me pareció injusto no venir a ayudarte a preparar la comida — dijo Taichi rascándose la cabeza.

— Pero debiste avisarme con anticipación, no me gusta estar en estas fachas —

Mimi estaba algo molesta, aunque en cierto modo, prefería que el joven llegara anticipadamente, a que de nuevo llegara impuntual como era su costumbre.

— ¿A qué te refieres? Te ves muy bonita así — aseguró Taichi mientras tomaba de los hombros a Mimi.

La castaña quedó sin palabras ¿Cómo podía ser posible que a Taichi le gustara verla con la misma ropa que utiliza para dormir, mientras él vestía con la ropa que normalmente utiliza para salir a eventos importantes.

— Taichi-kun... creo que estás loco — dijo sorprendida — Sabes que no me gusta estar como pordiosera delante de ti y en una ocasión tan importante, mi amor —

Era lógico, Mimi siempre se destacó por ser una chica de buen vestir y estar presentable para cada ocasión importante.

— Mimi-chan, no me importa como estés vestida, hoy es nuestra primera cena juntos y las ansias por venir a verte me carcomían. Ya deja de pensar en tonterías, para mí siempre estarás hermosa — dijo con una sonrisa en sus labios.

— ¿De veras crees eso? — 

— Te amo, Mimi-chan y es por eso que decidí venir a ayudarte a que preparemos nuestra primera cena juntos —

Mimi se emocionó al escuchar las palabras de Taichi. Luego de un beso en la mejilla, lo tomó de la mano y ambos se fueron al departamento, Taichi se encargó unos minutos de controlar la comida que se cocinaba, mientras Mimi tomaba un baño y se preparaba para esta ocasión tan importante: LA PRIMERA CENA JUNTOS.