Parte 2

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Al día siguiente, partió al alba a hacer su ronda de preguntas a los pueblerinos, pero al entrar a una pequeña y acogedora pastelería, lo primero que escuchó fue que un hombre había vuelto a desaparecer.

- ¿Quién fue esta vez? - cuchicheó un sujeto de avanzada edad junto con su esposa.

- ¿Recuerdas a la niña del otro día? La que dijo que un hombre la había tocado sin su consentimiento, - el hombre asintió - bueno, parece que llegó la justicia divina -

Al notar la presencia del hombre de piel aceitunada, detuvieron su conversación y lo recibieron amablemente en su negocio ofreciéndole todo tipo de dulces nacionales, Sharlokta, Vatrushkas, hermosos pasteles y más, pero Horacio solo llevo un par de panes dulces por cortesía, dejando a la pareja contenta con su transacción y dispuestos a hablar con el desconocido.

- Disculpen la intromisión ¿Pero pasó algo anoche? Los escuché hablar de casualidad - preguntó Horacio.

La pareja se miró un segundo y accedieron a compartir los sucesos con el periodista.

El hombre que había desaparecido era un sujeto conocido por todos, un panadero simpático que inundaba el aire matutino de las calles con olor a pan recién horneado y saludaba a todos quienes pasaban por al frente de su tienda. El día anterior una bella joven había informado a todos que ese hombre la había tocado sin su consentimiento reiteradas veces, la gente la envió a casa y el hombre al enterarse de que la muchacha había hablado entró en desesperación, cerró su tienda y se encerró en su hogar. Nadie hizo nada, pues ya todos sabían que de ser reales las acusaciones, la justicia divina sería aplicada y todo volvería a estar en calma. Y así fue, al día siguiente todo estaba en su lugar, a excepción del sujeto, que había desaparecido sin rastro alguno. Al comprender que todo lo contado por la joven era real, la gente dió por alcanzado el veredicto y siguió con sus vidas.

Incómodo con la actitud despreocupada de la pareja, Horacio se despidió y se retiró a recorrer las calles un poco más. En el camino preguntó a más de una persona por direcciones hacia la panadería del hombre perdido. Al llegar al negocio, notó inmediatamente que tanto la puerta como las ventanas estaban cerradas con tablas de madera, al igual que la pequeña casa que se ubicaba al lado, sin duda alguna esa debía ser el hogar del hombre desaparecido. Se aproximó curioso hacia la casa y miró por las pequeñas ventanas, una de ellas estaba abierta y las tablas que la sellaban estaban en el piso, extrañado, Horacio ingresó por la estrecha abertura hacia la oscura estancia y con ojos entrecerrados ubico unas cerillas junto a un candelero con una única gastada vela. Luego de un par de intentos logró encender la vela para iluminar su camino y observó a su alrededor. Mirando hacia la ventana por la que ingresó, unas grandes pisadas delataban el ingreso de alguien, por un momento pensó que podían ser suyas, pero era demasiado grandes para serlo, siguió el rastro de huellas, pero donde terminaban no había nada, no había ningún rastro de lucha o ataque, ¿Y si las pisadas eran del mismo hombre? Era posible que haya utilizado la ventana como método de entrada luego de sellar la puerta con tablas, pero no tenía sentido. Se aproximó más a la ventana para revisar si estaba dejando algún detalle de lado, observó el marco de madera y no se demoró en percatarse de que los agujeros de los clavos estaban por dentro, la ventana había sido sellada por dentro, pero las tablas estaban afuera. Eso quería decir que el hombre sí había ingresado por la ventana después de cerrar el resto de su casa, pero luego había sellado la ventana por dentro, y quien fuera que ingresara a buscarlo, al entrar dejó la madera afuera. O eso infirió Horacio de la poca evidencia que se presentaba, pero tampoco tenía mucho sentido, él, después de todo, solo era un periodista y había logrado descubrir eso, cualquier persona hubiese sido capaz de llegar a tales conclusiones, ¿Por qué nadie se molestaba en investigar aquella desaparición? La gente simplemente lo aceptaba, y eso lo ponía algo nervioso.

Halloween - Volkacio Vampiro AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora