Mi Omega! Yoonmin

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-yoongi! Podrías cuidar a tu hermanito? Solo iremos al supermercado, cuídalo bien si?

-Bueno mamá, podrias traerme mandarinas?

-Claro cariño, solo asegúrate de que jiminie se comporte bien.- fue lo último que escucho de parte de su madre para pronto ver las figuras de sus progenitores saliendo de aquella casa.

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En poco tiempo yoongi empezó a sentir la necesidad de querer hacer algo pues estar un fin de semana sin hacer nada más que ver televisión también lo aburría, hasta que un olor el cual no pertenecía a ninguno de sus padres llegó a sus fosas nasales llamando su atención.

"Durazno"

Se dijo a sus adentros que mantuviera la calma ¿Y si era un ladrón? ¿Debería Ir en busca de un bate? ¿Jimin?

A pasos rápidos pero algo tontos logro acercarse hacia la puerta perteneciente al cuarto de su hermano.

-J-jimin? -pregunto el mayor abriendo la puerta lentamente, sus ojos se abrieron como platos al ver a jimin en ese estado.

(Joder...)

Jimin estaba de rodillas cabizbajo con las mejillas teñidas de un carmencí, pequeñas gotas de sudor bajaban por su frente, estaba con los ojos brillos y desprendiendo aquel olor a durazno.

Yoongi sintió algo en su interior rasguñar a lo cual gruño un poco llamando la atención del menor quien levanto la vista con los ojos acuosos, viendo al mayor abriendo su pequeña boca.

-Y-yoongi Hyung, A-ayudame. -dijo el pelirosa tambaleándose y sudando como nunca antes.

Yoongi sabía que había llegado el celo de jimin y por tal olor supo de inmediato que era un omega, sin saber controlar sus movimientos se acerco hacia jimin subiéndose encima de el.

Yoongi acerco su rostro hasta el cuello del menor para inhalar el dulce aroma que desprendía el ahora omega para luego mirarlo con unos ojos verde con tonalidades claras y oscuras a la vez con gran resplandor que hizo a jimin confundirse demasiado.

-Y-yoongi hyung que ha-hace?

"Mi Omega"

El lobo de yoongi ahora se había apoderado de su cuerpo teniendo toda la situación en su mando.