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Las horas avanzaban y el torturoso primer día de clases de JunHo comenzaba a llegar a su fin. Sintió como el timbre que anunciaba el fin de las clases resonaba a lo largo de los pasillos y las aulas del instituto Shohoku, para luego ver como sus compañeros se retiraban del salón, y el de igual manera imitó la acción y comenzó a caminar al lado de Hyeop, su mejor amigo dentro de su grupo y compañero de clase.

Con la misma expresión depresiva de antes, el pelirrojo golpeaba a todo aquel que mencionara la palabra basketball, dando a entender lo dolido que seguía con su reciente rechazo y el odio que incrementaba hacia el basketball y todo lo que lo relacionara.

Casi en la salida del instituto, escuchó una dulce voz que le preguntó:

–Oye, ¿te gusta el basketball?

JunHo, dispuesto ya a golpear a la persona que le preguntó aquello, se giró bruscamente en dirección a la dulce persona, pero sus sentidos y movimientos se detuvieron al ver al chico.

De apariencia inocente y una sonrisa angelical, el dueño de aquella voz tan bonita preguntó otra vez.

–Dime, ¿Te gusta el basketball? –sus medianos ojos desaparecieron mientras su sonrisa volvía a asomarse, haciendo al pelirrojo pestañear más de dos veces para confirmar si lo que estaba viendo era un espejismo o algo provocado por su imaginación. JunHo nunca había visto un chico tan precioso–.

Los colores del rostro de JunHo comenzaban a hacer juego con su cabello, ambos estaban en un color rojo, tan intenso que se hacían notar a larga distancia.

–¡Mira que alto eres! Te ves muy fuerte... –el chico de nombre desconocido pero apariencia angelical, tomó uno de los brazos de JunHo entre sus manos, tocando un poco de su musculatura y quedando totalmente impresionado por la condición física del más alto, aumentando el nerviosismo del pelirrojo–.

JunHo sentía como sus mejillas soltaban humo por lo calientes que estaban, mientras apretaba fuertemente los ojos intentando disimular su vergüenza.

–De seguro eres un gran jugador, ¿no? –preguntó otra vez el chico y los amigos del pelirrojo soltaron un "¿Mmm?" Al unísono, sin dejar de observar aquella escena a unos pasos de ambos individuos-.

–¡S-si! ¡Lo soy! –gritó con nerviosismo y tartamudeos, el castaño lo miró asombrado mientras sonreía enormemente–.

–¡Lo sabía! –exclamó el recién conocido con felicidad- ¿Por que no estás en el equipo? -preguntó el más bajo mientras seguía admirando el físico del pelirrojo–.

Los amigos de JunHo hicieron una expresión de preocupación, aquel chico había mencionado la palabra prohibida. Con calma esperaron a que el chico de aspecto cálido gritara por el golpe pero en ello solo escucharon una pregunta del de hebras color caramelo.

–Me pregunto quién juega mejor, ¿tu o ChangUk? –preguntó inconscientemente comparando en su mente el cuerpo de ambos chicos–.

–¿ChangUk? ¿Quién es? –preguntó Alex luego de que todos escucharan la pregunta del chico–.

–Ni idea –respondieron los dos chicos restantes al unísono–.

JunHo sólo se mantenía con una actitud nerviosa y con su rostro sonrojado. Había encontrado al chico perfecto.

–¡DongYun! ¡hey! –gritó una voz femenina que estaba a unos pasos de la aglomeración de jóvenes– te necesitamos en el comedor, ¿podrías venir? –dijo la joven de cabellos azules, agitando su mano en busca de su atención–.

Su nombre es DongYun... –idolatró el de cabellos rojos en su mente, era un nombre precioso–.

–Oh, ¡está bien, voy enseguida! –exclamó el más bajo, entregándole una sonrisa a la chica de nombre desconocido. Luego de oír la respuesta del de cabellos color caramelo, la única fémina en metros retornó su camino hacia las escaleras– lo siento, tengo que irme. ¿me dirías tu nombre, así puedo encontrarte después? –preguntó DongYun con amabilidad–.

–Soy Cha JunHo –respondió el de cabellos rojos– el mejor deportista de la preparatoria.

Los amigos del alto lo miraron con incredulidad, si bien tenía un gran físico éste no era por su propio trabajo... la genética puede ser muy benefactoria para algunos.

–No olvidaré tu nombre, lo prometo. Yo soy Kim DongYun, encantado de conocerte, ChaCha –soltó el chico de orbes café con amabilidad y cierta picardía– Me tengo que ir, nos vemos luego.

Segundos después cuándo DongYun ya estaba muy lejos de todos ellos, el grupo entero saltó sobre JunHo.

–¡felicidades, eres todo un casanova! –comenzaron a alardearle, incrementando aún más el ego del pelirrojo– ¡él es el chico correcto, tenemos fé!

JunHo esperaba que fuera así, ya que no iba a ignorar el rubor que intentaba disimular con cada contacto que le dió el más bajo.


Slam Dunk [JunYun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora