♡ Capítulo 7

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El grito parecía ser de Jungwoo, provocando que todos los adultos corrieran para saber qué había pasado para que Woo gritara de aquella manera, mientras los niños volvían a esconderse.

-¡Jungwoo! ¿Qué pasa? -preguntó Johnny después de abrir la puerta.

-YangYang, no está. -informó Taeil mirando por todos los lugares de la habitación, incluso asomándose por la ventana.

Yongqin y Jaehyun corrieron hasta el cuarto de sus hijos, alarmados por las palabras de Moon, comprobando que sus hijos estaban allí, despiertos y asustados por el ruido que había fuera de su habitación.

Por el mismo motivo, Doyoung y Sicheng fueron hasta la habitación de los más pequeños, descubriendo que no estaban allí.

-¡Taeyong! ¡Jeno no está! -gritó Doyoung, buscando por toda la habitación.

Yuta se alarmó por el grito de su marido, corriendo hasta el cuarto para ver que sus pequeños tampoco estaban allí.

El chino comenzó a llorar al igual que Doyoung, cuando Jungwoo fue hasta allí se unió al llanto al descubrir que el mayor de sus hijos tampoco se encontraba allí.

-Voy a ver si hay alguna puerta abierta o forzada, quédate aquí con los niños. -le dijo Johnny a su marido, que se encontraba abrazado a sus hijos quienes estaban asustados.

Johnny y Kun fueron a revisar las puertas, mientras que Haechan insistía en no salir del escondite porque si no serían regañados.

-Lo siento Haechan, prefiero que mis papás me regañen, pero no quiero escucharlos llorar. -habló Renjun, con lo que Jaemin concordó.

-Eso Haechannie, yo tampoco quiero que mis papás lloren por mi culpa. -agregó Jeno.

-Hyung... yo tampoco quiero escuchar a nuestros papás llorar, papá Jungwoo está llorando mucho. -con aquellas palabras de su hermano, finalmente Haechan accedió y junto a los demás salieron.

-¡Haechan, YangYang! -Jungwoo corrió hasta sus hijos y los abrazó sin dejar de llorar, por un momento pensó que algo les había pasado.

Tras escuchar a Jungwoo, Sicheng, Yuta, Taeyong y Doyoung salieron de la habitación esperanzados de ver a sus hijos y así fue.

-¿Dónde estaban? ¿Por qué salieron? ¿Se hicieron algo? -interrogó Taeil a los niños.

-Fue mi culpa papi. Yo los desperté porque hoy vi como el tío Kun y tú escondían los chocolates y quería comerlos con ellos... -Haechan asumió toda la culpa.

-Eso es verdad, pero nosotros también tenemos culpa. -Renjun habló.

Los mayores rieron, estaban aliviados pues preferían aquello a pensar en que alguien había entrado a la casa y se había llevado a los niños.

-Se están riendo... ¿Eso significa que no hay castigo? -preguntó Haechan con una gran sonrisa.

-De eso nada, ustedes dos no van a ir al parque por una semana. -Jungwoo le impuso un castigo a sus dos pequeños.

-Renjun tú no veras Moomin en tres días y tú Jaemin, estarás tres días sin ir a jugar fútbol con papá Yuta. -ahora fue Sicheng quien castigó a sus hijos.

Sin embargo, Doyoung no sabía como castigar a su hijo, pues este nunca había desobedecido antes ni había hecho alguna cosa mala, al revés.

-Déjame a mí. -habló Taeyong. -Pequeñín tú te has quedado sin ayudarme a bañar a Jisung ni darle de comer por cinco días. 

Jeno hizo un puchero con la intención de llorar, pero recordó lo que había dicho, que prefería ser castigado a escuchar a sus padres llorar por su culpa, por lo que solo asintió sin dejar de hacer puchero.

Los demás niños también se quejaron por sus castigos, pero no pudieron hacer mucho más que eso, sabían que lo que habían hecho no estaba nada bien.

–YangYang, vamos a dormir. –dijo Jungwoo cogiendo a su hijo en brazos.

–Yo también quiero dormir con vosotros. –pidió Haechan tirando de la camiseta de su padre.

–Pero cariño no cabes. –respondió Taeil, provocando que su hijo formara un puchero en sus labios, dispuesto a ponerse a llorar. –Está bien, está bien, ya veremos cómo lo hacemos. –el hombre accedió finalmente cogiendo a Haechan en brazos.

–Papis yo también quiero dormir con vosotros. –Jeno miró a sus padres.

–Está bien cielo. –asintió Taeyong.

Renjun y Jaemin se miraron, si los otros dos niños se iban a dormir con sus padres eso significaba que dormirían solos y ninguno quería eso ahora.

–Papis... –Renjun llamó la atención de sus padres. –¿Podemos nosotros también? Nana y yo no queremos dormir solos en esa habitación.

Yuta y Sicheng se miraron y asintieron, así que todos los niños más pequeños dormirían con sus padres.

(•••)

A la mañana siguiente el llanto de Jisung hizo que sus padres y hermano se despertaran.

Pronto Doyoung se sentó en la cama y meció la cuna, a pesar de que ya amaneció, aún era muy pronto, por lo que quería dormir un poco más.

–Papi, creo que no se va a callar hasta que le des un biberón. –comentó un adormilado Jeno.

–Lo sé, pero es que aún es pronto cariño. –contestó Doyoung. –Bueno, Taeyong ¿puedes ir a preparar el biberón?

–Si, ya voy. –Taeyong salió de la cama.

–¡Voy contigo! –Jeno dispuso a bajar de la cama.

–De eso nada, recuerda que estás castigado. –recordó Doyoung, cogiendo el brazo de su hijo.

Jeno asintió cabizbajo y volvió a acomodarse en la cama, él amaba preparar los biberones y comida de su hermano con la ayuda de sus padres porque sentía que así su hermano lo querría tanto como él lo quiere.

En la habitación de los Qian Li, Chenle parecía haberse puesto de acuerdo con Jisung, pues este empezó a llorar poco después.

–Ve a hacerle el biberón Kun... –mandó Yongqin más dormido que despierto.

–Voy... –respondió Kun.

Aunque le costó unos segundos, el chino finalmente se levantó de la cama y fue hasta la cocina para prepararle un biberón a su hijo menor, encontrándose allí a un Taeyong medio dormido que esperaba a que la leche se calentara.

–Buenos días Tyong. –saludó Kun cuando llegaba a la cocina.

–Buenos días aunque yo todavía no soy persona Kun. –respondió el más delgado.

–Yo tampoco, pero es lo que tiene tener un bebé, pero es que tiene dos años... Podría dejar ya los biberones de esta hora. –se quejó el chino sacando las cosas necesarias para preparar el biberón.

Taeyong concordó, aunque apenas había escuchado lo que su amigo había dicho, su cerebro aún no estaba apto para recibir más de dos palabras seguidas, por lo que en cuanto el microondas sonó, sacó el biberón y se fue después de despedirse de su amigo.

Kun repitió las acciones de Taeyong, calentó la leche, preparó el biberón y fue a la habitación lo antes posible para darle la comida a Yongqin dejando que fuera él quien le diera de comer a su hijo y así poder tirarse a la cama y volver a dormir.

𝙉𝙚𝙤 𝘾𝙞𝙩𝙮 𝙐𝙣𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚 | 𝘕𝘊𝘛↝ 𝐨𝐭𝟐𝟏♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora