❝Dulce Espera❞ ➛ Hyungwonho

↳ ׂׂૢ༘ 「Ninth Month」

Hoseok cree que los huesos de su mano derecha van a quedar hechos polvo por como Hyungwon la aprieta.

—Ya no puedo más—chilla Hyungwon mientras sigue ejerciendo fuerza, piensa que los huesos de su cadera van a romperse en cualquier momento.

—Tranquilo, amor, tranquilo—lo intenta calmar con la cara roja de estar aguantando el dolor en su mano—. Ya vamos a llegar, ya- ¡Ay! Hyungwon, vas a hacer que choque el auto si me sigues apretando tan fuerte.

—¡Sólo avanza!—grita histérico, agarrando ahora la manija de la puerta entretanto trata de inhalar y exhalar, justo como le dijo su doctora que haga cuando llegara el momento de las contracciones.

—Ya estamos aquí—estaciona el auto con velocidad y se baja de el, seguidamente ayuda a Hyungwon a caminar hasta la puerta de emergencias.

Un par de enfermeras no tardan el llegar, trayendo consigo una silla de ruedas, misma donde Hyungwon cae sin aviso.

—El joven debe ser preparado para la cesárea, ahora.

—Seokkie, no me dejes—le pide cuando van avanzando por los pasillos hacia la sala donde será la cesárea.

—Amor, no puedo entrar ahí contigo, pero no me moveré de aquí. Lo prometo—le dice, besando la mano que desde que entraron, Hyungwn no ha soltado para nada.

El menor está muerto de miedo, pero consigue un poco de fuerzas ante la promesa de su novio.

—Todo estará bien—le besa la cabeza por último antes de ver como Hyungwon desaparece tras cerrarse las puertas que lo llevan a la última sala. Suelta el aire que cree haber estado conteniendo desde que Hyungwon lo despertó llorando y diciendo que los dolores ya habían empezado—. Todo estará bien...

Cae en uno de los asientos del hospital con cansancio y se dispone a avisarle a sus amigos y familia lo que ha pasado en los últimos minutos. Se fija en la hora luego de hacerlo.

                                    [2:35 am]

—Elegiste una perfecta hora para llegar, cielito—musita con sarcasmo, pero sonríe en grande al pensar que en unas cuantas horas podrá ver a su bebé, y a su bebé más grande.

Nunca en la vida ha anhelado tanto conocer a alguien.

—Yo... descansaré un poco... —su voz se va apagando sin darse cuenta, y en menos de un minuto, ya se ha quedado dormido.

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Han pasado tres horas para cuando Hoseok siente que alguien lo llama a lo lejos.

—Hoseok, Hoseok...

—Mmm, déjame, déjame—se queja cuando lo remueven.

—¡Hoseok, levántate!—escucha el grito de Wonwoo y una fuerte sacudida.

Abre los ojos en grande—. ¿Wonwoo? ¡Wonwoo!—se levanta y lo abraza, siendo correspondido alegremente—. ¿Qué haces aquí?—lo encara.

—Lee Hoseok, ¿en serio? Tu hijo está naciendo y tu estás en la luna—lo mira con una ceja arqueada.

—¡Oh, cielos! Claro, claro. Hyungwonnie... ¿Qué... Qué hora es?

—Son las 5:45 de la mañana. Ten, te trajimos un café.

—Oh sí, gracias—se para de su asiento, observando como sus demás amigos ríen ante su comportamiento—. Yo no lo olvide.

—Como digas—Hyunwoo le palmea el hombro—. Ya vas a ver al bebé, amigo. Felicidades, eh.