「 春の午後。 」

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Feel the sun under its rays, where daffodils sway, blooming to the sky, with all your heart and strength.


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—La luna está hermosa hoy —comentó como si fuera lo más casual del mundo hacer ese tipo de observaciones, aún sabiendo que la luna estaba siendo ligeramente tapada por una nube en medio de la noche. No buscó confesarse ante ese comentario, no buscó decir sus sentimientos al aire y al descubierto, humillando su corazón y sentimientos, realmente que no, era ajeno a esa situación.

Realmente Miya había dejado de querer confesar sus sentimientos hacía la persona que caminaba a su lado en silencio, (ya que ninguno de los dos había hablado más desde que salieron del gimnasio y se dirigían ambos a sus respectivos hogares), en algún punto de su vida había terminado rindiendose ante las indirectas que le daba a Shinsuke, ya que por más que se había puesto un jodido cartel neón en la frente para decirle que estaba enamorado de él, Shinsuke no parecía estar comprendiendo lo que pasaba con él corazón de Atsumu y sus sentimientos.

Así que Miya realmente se dió por vencido ante esa dichosa situación y prefirió dejar morir sus sentimientos como un cactus en medio del desierto. Y como no hacerlo, si cada que Atsumu le decía que gustaba de él, Kita solo le respondía con un "gracias" y era ahí cuando moría la situación.

Prácticamente todos sabían sobre sus sentimientos, incluso Rintaro se había burlado de él junto a su hermano por sus constantes fracasos con hacer que Shinsuke le hiciera caso y no le respondiera con lo mismo de siempre.

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Esa tarde Miya estaba especialmente cansado y no sabía porqué. Quizás porque había vuelto a discutir con su hermano por una tontería, quizás porque también discutió con su madre, quizás porque había reprobado una materia. Realmente no sabía si era por todo eso o por otra cosa, la cual desconocía por completo.

Estrelló su cabeza contra el casillero una vez que su hermano gemelo se fue junto a Suna, con la excusa de que tenía que quedarse para arreglar unos asuntos con un profesor. Mas, ahí estaba, maldiciendo en voz baja y sintiéndose bastante molesto por razones que ya deberían quedarse como estaban, volvió a estrellar su cabeza contra el casillero, poco le importaba el como quedaría su cara una vez que su coraje terminase.

—Atsumu, deja de hacer eso, te harás daño. — Shinsuke le sostuvo del cuello de la chaqueta, llamando su atención e impidiendo que volviera a estrellar su cabeza contra el metal del casillero —Cálmate, por favor. —Kita alejó su mano del cuello y dirigió su vista hacía la frente ligeramente rojiza del colocador.

—Perdón. —fue lo único que dijo y se alejó del casillero un tanto aturdido por la pequeña cercanía que se había formado entre ambos.

—No te preocupes. —mencionó, en su tono habitual de despreocupación ante aquel suceso bastante problemático. —Acabo de terminar de limpiar, así que sería prudente que nos fuéramos de una vez antes de que se haga aún más de noche— dijo, sentándose en el banquillo enfrente de él, al mismo tiempo en que sacaba la chaqueta para poder taparse del frío de la noche (aún cuando estaban en primavera, ya que según él, era mejor prevenir que luego lamentarse de haber cogido un resfriado durante esa época).

Era por eso que ahora los dos estaban allí en un silencio bastante extraño, mas, no incómodo. Sin embargo, al momento en que Atsumu alzó la mirada encontrándose con ese cielo nocturno que le tranquilizó la cabeza, le fue inevitable no haber soltado ese comentario con respecto a la luna.

—Sí, está especialmente hermosa está noche —recibió como respuesta por parte de Kita, quien al igual que él había detenido su paso para poder admirar al astro siendo tapado por las nubes que interrumpían la vista de ambas presencias.

Atsumu bajó la vista, sintió su pecho latir suavemente entre sus costillas y ahora no sabía si las neuronas le estaban funcionando bien y si solo le estaban rebotando dentro del cráneo, tampoco sabía si el corazón lo tenía en los pies en el estómago, realmente lo único que sabía muy bien es que sus ojos estaban apreciando una figura hermosa de una persona hermosa bajo la luz nocturna de aquella noche.

Definitivamente Kita Shinsuke era una persona mágica, no importaba de que ángulo Miya lo mirase, Kita se veía hermoso bajo cualquier aspecto. No importaba si era durante un entrenamiento, un partido de práctica o durante un torneo, tampoco importaba si estaban limpiando o incluso discutiendo porque fue al entrenamiento enfermo, realmente Kita era un ser hermoso que no podía ser igualado con otra cosa o con otra persona.

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꒷꒦ 𝐌!𝐂𝐇!𝐊4𝐓𝐒𝐔 𝐒𝐓4𝐑𝐒 ꒦꒷

𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍 𝐈𝐒 𝑩𝑬𝑨𝑼𝑻𝑰𝑭𝑼𝑳 𝑻𝑶𝑫𝑨𝒀. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora