My Perfect Chaos 💭 Sookai

3am

El último mensaje que recibió de Kai, fue exactamente hace dos otras atras y no le importaba. El frío podía colarse en su rostro y hacer que su nariz se pintara de rojo y sus mejillas, tenía ambas manos en los bolsillos de su pantalón mientras observaba el menú de la barra. Nada podía calmar la ansiedad, los nervios y la preocupación de haber dejado a Kai en la biblioteca.

— ¿Sigues preocupado? —El chico de hebras rubias alzó una ceja estudiando el próximo gestó que asombrece en su rostro.

Soobin negó.

—¿Seguro? Pasó dos horas ¿es hora de ir a casa? ¿No? —Agregó sacando su celular y ver la hora. Sí era tarde, las 3 de la madrugada lo suficiente para que Taehyun suspirara— él siempre viene aquí... No sé porque ahora no.

—Tal vez fue más listo de lo que piensas y te conoce lo suficiente para darse cuenta que lo buscarás en los lugares donde frecuentemente pasaban el tiempo juntos —Soobin aclaró, si eran hermanos él chico no estaría en una plaza a está hora— yo precisamente si huyera de alguien que me está buscando, llamaría a un amigo de confianza.

Taehyun lo miró curioso, pensativo a la vez. No era mentira, Soobin es tan cobarde siempre iba a los brazos de Kai al estar todo golpeado lo curaba y trataba de protegerlo, cuando necesitaba cariño Kai se lo ofrecía sin replicarlo.

—... Nancy —Taehyun murmuró no oculto su asco y Soobin se carcajeo—. Estando en un país enorme ¿por qué con mi ex?

Taehyun parecía ser un chico que cargaba con un semblante sereno, sin complicaciones y decisiones concuerdas. Un chico maduro que anda por su cuenta y que cuida de lo único que tiene, tal vez sus padre fallecieron y ambos solo se tenían. Soobin no es de juzgar personas, si él mismo se juzga no debe hacerlo con los demás pero se le hace raro, ver a dos hermanos enamorados o ¿son hermanastros? ¿O hermanos de sangre o diferentes padre o madre? Soobin le causa intriga a las personas que no leía en personas común.

—Una pregunta... —Teahyun asintió— ¿tus padre fallecieron no es así?

Taehyun lo observó de reojo. Eran miradas silenciosas que Soobin lograba adañir a las expresiones del chico. Se mantenía serio pero había ese escudo donde le advertía que no duraría tanto. El de hebras rubias asintió inmutable.

—¿Cómo es qué...tu supiste? —Inquirió en su semblante desencajado.

—Ah, noté desde que repetías el apagar y el encerder de tu teléfono esperando quizás el mensaje de tu hermano, tu mirada se ponía triste, no una triste de perder algo fácil... Fue algo como lo que completaba tu corazón y sonreías entre un tiempo corto...

Soobin era lo suficiente listo para observar a las personas y aunque eran indecifabres él llegaba al punto.

Taehyun le sonrió tranquilo y sin mostrar molestia en todo lo que dijo. Soobin se sintió cómodo y suspiró.

Soobin se sintió fuera de lugar, Taehyun no dejaba de ser perfecto y él si le dijera la escoria de vida que tiene... Tal vez le repudiaría.

—¿Vamos a casa? —Taehyun indagó cansado.

—Yo...no quiero ir a casa.

Taehyun no preguntó, solo le ofreció ir a la suya.

Soobin conoció a ese espejo de Taehyun. Sabía que él se independizó a los 18 años cuando se enteraron del fallecimiento de sus padres. Él fue fuerte a su hermano le afecto lo suficiente para comenzar un diferente camino nada bueno. Taehyun le comentó la pelea que tuvieron y Soobin lo escucho, terminó contando de su vida.

Todo con mentiras.

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